La violencia contra los indígenas de Brasil y la invasión de sus tierras han aumentado drásticamente desde que Jair Bolsonaro accedió a la presidencia.
No es habitual ver protestas globales, pero el jueves 31 de enero de 2019 fue un día histórico porque tuvo lugar la mayor protesta internacional por los derechos indígenas de la historia.
En ciudades de todo el mundo, desde Sao Paulo (Brasil) hasta Nueva York, pasando por Madrid, Barcelona, Londres, Berlín o Montreal (Canadá), los manifestantes alzaron sus voces con fuerza para exigir el fin de las políticas anti indigenistas en Brasil.
Desde que Jair Bolsonaro accedió a la presidencia, los indígenas de Brasil han visto cómo los índices de violencia contra ellos y la invasión de sus tierras han aumentado drásticamente.
Esta ola internacional de protestas es un claro aviso al presidente Bolsonaro de que el mundo entero le vigila. Los pueblos indígenas de Brasil tienen aliados en todos los rincones del planeta, y no permanecerán impasibles si insiste en forzar políticas genocidas que podrían aniquilar a muchos de los pueblos originarios de Brasil.
Los manifestantes llevaron pancartas con los lemas “¡Alto al genocidio en Brasil!”, “Sangre Indígena, Ni Una Gota Más” y “Bolsonaro: protege la tierra indígena”. Han estado encabezadas por la APIB, la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil, para su campaña “Sangre indígena – ni una gota más”, y las actividades de este mes de “Enero rojo” o #JaneiroVermelho.
Antes de ser elegido presidente, Bolsonaro ya era conocido por sus puntos de vista racistas. Uno de sus primeros actos, tras la toma de posesión, fue retirar la responsabilidad sobre la demarcación de los territorios indígenas del Departamento de Asuntos Indígenas ( Funai) y dársela al Ministerio de Agricultura, cuya postura anti indígena es notoria. Esta decisión fue denunciada por Survival por ser “prácticamente una declaración de guerra contra los pueblos indígenas de Brasil”.
El presidente Bolsonaro también reubicó a la Funai en el nuevo Ministerio de Mujeres, Familia y Derechos Humanos, encabezado por una predicadora evangélica, otra medida diseñada para debilitar drásticamente a la FUNAI.
Animados por el nuevo presidente y su largo historial de retórica anti indígena, los ganaderos y sus pistoleros han redoblado los ataques a las comunidades indígenas. Por ejemplo, el territorio de los indígenas uru eu wau wau ha sido invadido, poniéndoles en peligro y cientos de madereros y colonos están planeando ocupar el territorio de los awás, uno de los pueblos indígenas más amenazados del planeta.
Sin embargo, la respuesta de los pueblos indígenas de Brasil ha sido de luchar. “Hemos resistido durante 519 años. No vamos a ceder ahora. Uniremos todas nuestras fuerzas y venceremos, dijo Rosilene Guajajara. Y Ninawa Huni Kuin ha declarado: “Luchamos para proteger la vida y la tierra. Defenderemos a nuestra nación”
La APIB dice: “Tenemos derecho a existir. No retrocederemos. No vamos a dudar en denunciar a este gobierno y al agronegocio alrededor del mundo.”
El director de Survival International, Stephen Corry, ha afirmado que “habiendo sufrido 500 años de genocidio y masacres, los pueblos indígenas de Brasil no se dejarán espantar por el presidente Bolsonaro, por muy aberrantes y anticuadas que sean sus opiniones. Y es inspirador ver cuánta gente alrededor del mundo está con ellos.”
Concha Moreno
Periodista. Más de 30 años de profesión en revistas profesionales se le acabaron un día. La construcción fue su sector. Su publicación: ARTE Y CEMENTO. Nuevos derroteros la llevaron al mundo de la política, pero sin dejar la comunicación. Esa época determinó el comienzo de un camino dirigido a la solidaridad, a la defensa de los derechos humanos, a la denuncia. Dejó España y se instaló en México. Allí comenzó a publicar en el periódico México Inteligente, donde cuenta con su propia columna. Actualmente también colabora con el Periódico de Puebla.
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