La Noticia de Huelva, 40 años después: memoria breve de un sueño editorial

Se cumplen cuarenta años de la publicación del último ejemplar de La Noticia de Huelva. Aquel periódico, nacido en 1984 al impulso de un grupo de periodistas, militantes progresistas y profesionales comprometidos con la apertura democrática, apenas sobrevivió nueve meses en los quioscos de la provincia. Sin embargo, su breve existencia dejó una huella imborrable: no solo desafió la hegemonía informativa consolidada en torno al poder económico local, sino que abrió espacios inéditos para la cultura, el pensamiento crítico y el pluralismo en una Huelva todavía en transición.

Recordar hoy la historia de La Noticia de Huelva es rescatar un gesto de audacia cívica, en un tiempo en el que fundar un periódico significaba apostar por la libertad de expresión en su sentido más pleno. En un ecosistema mediático donde resonaban aún los ecos de la dictadura y donde la democracia se abría paso a trompicones, La Noticia fue durante unos meses un soplo de aire fresco: una apuesta genuina por el periodismo entendido como servicio público y como construcción de ciudadanía.


Relacionado…

Lo que contó La Noticia de Huelva, 29 de julio de 1984–28 de abril de 1985

Portada final de La Noticia de Huelva, 1985: «El periódico cierra hoy»
por Perico Echevarría

 

Martes, 29 de abril de 2025. Durante años, Huelva fue una provincia sin prensa diaria con continuidad y ambición. A lo largo del siglo XX, distintas cabeceras locales aparecieron y desaparecieron, pero ninguna logró consolidarse como referente informativo estable. Durante la dictadura, Odiel fue el principal diario onubense, integrado en la estructura de la denominada Prensa del Movimiento. Tras la muerte del dictador  Franco y la desaparición del aparato propagandístico del régimen fascista, el diario intentó reinventarse.

En su última etapa, Odiel intentó ser un medio independiente, con una línea editorial más abierta e incluso progresista, en cuya redacción trabajaron profesionales destacados del periodismo onubense. Sin embargo, la pesada herencia estructural del franquismo —plantillas sobredimensionadas, modelos industriales obsoletos y una red empresarial envejecida— hicieron económicamente inviable su supervivencia. Su cierre dejó a Huelva sin un diario propio justo cuando la democracia empezaba a consolidarse.

En 1983, la aparición de Huelva Información, impulsada por la Federación Onubense de Empresarios, intentó ocupar ese espacio con un modelo empresarial moderno y una línea editorial claramente conservadora. Fue entonces cuando un grupo de militantes socialistas, profesionales progresistas y periodistas jóvenes concibieron La Noticia de Huelva como una alternativa necesaria: un periódico con vocación crítica, ciudadana, comprometido con el tiempo nuevo que vivía el país.

En sus inicios, los impulsores de La Noticia llegaron a plantearse la posibilidad de hacerse con los recursos técnicos del desaparecido Odiel, pero tras evaluar su estado y coste, decidieron apostar por soluciones gráficas y mecánicas más actualizadas, acordes con las exigencias editoriales de 1984.

Así nació un diario que no solo venía a informar, sino a disputar el relato de una provincia que, por primera vez en mucho tiempo, podía contarse a sí misma desde voces distintas. Fue un soplo de aire fresco en un ecosistema mediático aún dominado por el viejo poder.

Contexto sociopolítico

En el convulso y a la vez esperanzador panorama español de los años 80, aquel ecosistema mediático atravesaba una transformación acelerada. La muerte de Franco y la aprobación de la Constitución de 1978 dieron paso a una libertad de prensa aún incipiente, sujeta a tensiones políticas, económicas y empresariales. En el ámbito estatal, diarios como El País, Diario 16 o El Periódico emergían con fuerza, marcando una agenda progresista que a menudo caminaba en paralelo a la del nuevo Gobierno socialista, mientras la televisión pública seguía bajo control estatal y sin contrapesos audiovisuales privados.

Andalucía, por su parte, carecía aún de medios públicos propios —Canal Sur no nacería hasta 1989— y su prensa dependía en gran medida de los grandes grupos editoriales con sede en Madrid o Barcelona. La creación de medios locales con identidad propia era todavía un experimento inestable, y muchos de estos proyectos apenas lograban sobrevivir más allá de los entusiasmos iniciales o de los apoyos partidarios que los alentaban.

Huelva era, en ese escenario, una provincia especialmente desprotegida en cuanto a pluralismo informativo. Hasta 1983, no contaba siquiera con un periódico diario con vocación generalista y continuidad. El antiguo Odiel, heredero del aparato de prensa del franquismo, languidecía en su etapa final. Fue entonces cuando la Federación Onubense de Empresarios (FOE) lanzó Huelva Información, un proyecto empresarial sólido que en poco tiempo se convirtió en el medio hegemónico en la provincia. La aparición, apenas un año después, de La Noticia de Huelva supuso un intento audaz —aunque fugaz— de introducir aire fresco en la prensa local desde una perspectiva progresista y más conectada con las aspiraciones de apertura, participación y transformación social que aún latían en sectores del socialismo onubense.

El equipo fundador: juventud, compromiso y militancia profesional y política
Portada del primer número de La Noticia de Huelva

Aunque La Noticia de Huelva nació al impulso de un grupo de militantes del PSOE onubense —algunos de ellos figuras destacadas del progresismo local—, no fue un órgano de partido, ni un boletín encubierto. Muy al contrario, desde sus primeras ediciones dejó claro su propósito de convertirse en un medio abierto, profesional y riguroso, alineado con los valores democráticos recién conquistados, pero no subordinado a ninguna consigna partidaria.

La redacción se nutrió de periodistas formados y con vocación, muchos de ellos jóvenes, con una mirada crítica hacia el poder, incluso cuando ese poder era ejercido por el propio partido que impulsó el proyecto. Esa tensión —creativa en algunos momentos, conflictiva en otros— formó parte del ADN de La Noticia. Su equipo no solo redactaba noticias: ejercía el periodismo con conciencia de su papel histórico en una provincia que apenas empezaba a sacudirse décadas de silencio informativo.

Visto desde el presente, puede parecer paradójico —incluso contradictorio— que un partido político impulsara la creación de un periódico con vocación independiente. Pero 1984 no es 2025. En los años inmediatamente posteriores a la Transición, el impulso político y militante era, en muchos casos, también un impulso democrático. Crear un medio no era garantizarse una línea editorial afín; era abrir un espacio nuevo de pluralismo en provincias donde apenas existía la prensa libre.

En aquel contexto, que líderes socialistas promovieran La Noticia de Huelva fue un acto de valentía más que de propaganda. El diario nació con el respaldo de un sector del PSOE onubense, sí, pero también con una plantilla de periodistas profesionales y con una dirección editorial que entendía el periodismo como un servicio público, no como una prolongación del aparato de partido.

Hoy, ese tipo de iniciativas resultarían impensables, si no rechazables. La ciudadanía exige —con razón— una separación tajante entre política institucional y medios de comunicación. Pero comprender La Noticia exige mirar con los ojos de la época: una España en transición, una Andalucía en construcción y una Huelva que, por fin, se asomaba a la posibilidad de narrarse a sí misma sin tutelas.

El resultado fue un diario modesto en recursos, pero ambicioso en espíritu. En sus páginas convivieron la denuncia social, la información local detallada, la opinión plural y una voluntad clara de ser útil a la ciudadanía onubense. Esa mezcla de compromiso ideológico con exigencia profesional es, quizá, una de las claves por las que La Noticia de Huelva sigue siendo recordada con respeto y nostalgia cuarenta años después.

Batalla perdida contra el poder económico

La Noticia de Huelva nació también como un intento explícito de disputar la hegemonía informativa al entonces recién creado Huelva Información, un medio impulsado por la Federación Onubense de Empresarios (FOE), y que aún sobrevive integrado en el Grupo Joly. Frente a una línea editorial conservadora, alineada con los intereses del empresariado local, La Noticia ofrecía una mirada crítica, progresista y con vocación ciudadana.

Competir en ese terreno resultó inviable. El periódico progresista no logró atraer inversión publicitaria del sector privado onubense, que cerró filas en torno al medio empresarial. Las instituciones tampoco ofrecieron un respaldo suficiente que permitiera equilibrar la balanza. La Noticia no solo luchaba contra un rival periodístico: luchaba contra un ecosistema entero que blindaba la comunicación al servicio de los poderes económicos.

El resultado fue asfixiante. Tras apenas nueve meses de vida, el periódico cerró con una deuda cercana a los 40 millones de pesetas, una cifra considerable para la época, que incluía los salarios e indemnizaciones pendientes de una plantilla completa.

“El periódico cierra hoy”: la elegancia del adiós

No hubo lamentos, ni editoriales airados. Solo una portada en blanco, desnuda, con la mancheta intacta y dos líneas sobrias en negro: “El periódico cierra hoy”. Así se despedía La Noticia de Huelva en su última edición, convertida en una pieza de colección y en uno de los gestos editoriales más memorables que haya visto nunca la prensa local onubense. Aquel número, lejos de rendirse al silencio, reunió firmas, recuerdos y portadas que resumían los apenas nueve meses de vida del periódico. Un acto de memoria —y también de dignidad— que aún hoy se cita como ejemplo de cómo se cierra con elegancia un sueño compartido.

Cuarenta años después, La Noticia de Huelva sigue siendo algo más que un periódico efímero en la memoria colectiva de la provincia. Su breve existencia recordó, en una tierra acostumbrada al silencio o a la uniformidad mediática, que la libertad de prensa no es un lujo ni un mero ejercicio de estilo: es una condición esencial de la democracia.

Cuarenta años después, mientras los modelos de comunicación se reinventan y las voces críticas luchan por abrirse paso entre algoritmos y concentraciones empresariales, el recuerdo de aquella cabecera —y de quienes la sostuvieron contra toda lógica económica— interpela de nuevo. No desde la nostalgia, sino desde la evidencia de que construir espacios libres de información es siempre un gesto valiente, y que la dignidad de un medio no se mide por su duración, sino por su compromiso con su tiempo. La Noticia de Huelva no fracasó. Cumplió, aunque fuera por unos meses, su razón de ser: dar voz, abrir ventanas, cuestionar inercias. Y ese legado, por invisible que a veces parezca, forma parte también de la historia de quienes aún hoy se resisten a confundir el silencio con el consenso.

Los nombres detrás del proyecto: fundadores y dirección

La Noticia de Huelva no fue una aventura improvisada, sino un proyecto formalmente constituido que contó con una estructura societaria definida y un amplio equipo de jóvenes y veteranos periodistas.

Junta de Fundadores:

  • Presidente: Tomás Curbelo Raneo
  • Vocales: José María Pastor Bedoya, Manuel Pérez Romero, Ignacio Palacios Esteban, Cristóbal García García, Ladislao Lara Palma, Manuel Talamante Cumbreras, María José Zafra Techera

Consejo de Administración:

  • Presidente: José Antonio Cobeña Fernández
  • Vocales: José María Pastor Bedoya, Manuel Pérez Romero, Santiago Albert Morelló, José Antonio Sotomayor Díaz, José Zamorano Wines, Andrés Escalante Hidalgo

Dirección y redacción:

Director, José M.ª Allas Llorente; Redactor-jefe, Federico del Barrio López; Enrique Chueca (Provincia), Eugenio Cosgaya (Deportes), Diego Caballero (Municipal), Juan Carlos Álvaro (Laboral). Manuel G. Muguruza (Fotografía), Damián Fernández y Vicente Colombo (Diagramación) y una importante lista de hombres y mujeres periodistas y colaboradores (Antonio Manfredi, Caridad Orta, Jacinto Vidarte, Teresa García Manrique...) que hoy día siguen siendo una referencia obligada dentro del ejercicio del periodismo.

Nota: Agredecimiento a José Manuel Tellechea Rodríguez, "Telle", cuyo ensayo El conflicto 'infoambiental', el caso de Huelva Información ha sido esencial para  la elaboración de este artículo.

Sea el primero en desahogarse, comentando

Deje una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.