Las luchas laborales más relevantes de 2019

  • 2019 nos ha dejado importantes conflictos laborales visibilizados por trabajadores y trabajadoras en las calles y también ante la justicia

  • Muy sonada fue la huelga de taxis masiva que se produjo en Madrid y Barcelona. En la capital fueron 16 días de paro entre finales de enero y principios de febrero

  • Uno de los colectivos que más se ha movilizado son los “riders”, repartidores en bicicleta de empresas como Glovo y Deliveroo. Han ganado varias batallas judiciales

por Miguel Muñoz

A punto de entrar en la segunda década del siglo XXI. El panorama laboral ha cambiado. Hay quien habla de la “uberización” de la economía. La precariedad y la temporalidad son signos característicos de nuestro tiempo. Aunque llevamos ya 7 años sin una huelga general, las movilizaciones laborales en diferentes sectores no se han frenado. Este mismo verano se produjeron una serie de huelgas relevantes. Y 2019 nos ha dejado importantes conflictos laborales visibilizados por trabajadores y trabajadoras. En cuartopoder realizamos un resumen de los más destacados y los que más titulares han generado.

El año empezó movido en un sector claramente significativo en el siglo XXI: el de las compras online. El gigante de las ventas a nivel internacional, Amazon, vio como su plantilla de trabajadores en la planta de San Fernando de Henares (Madrid) convocaba varios días de huelga en los días previos a la fiesta de Reyes. Amazon ya se había enfrentado a unas jornadas de huelga en 2018. Las reivindicaciones principales tenían que ver con mejoras salariales, de conciliación y de salud laboral.

Muy sonada fue la huelga de taxis masiva que se produjo en Madrid y Barcelona. En la capital fueron 16 días de paro entre finales de enero y principios de febrero. Coincidieron además con la Feria Internacional de Turismo (FITUR). Las peticiones de estos trabajadores tenían que ver con la regulación de los vehículos VTC, representado por empresas como Uber o Cabify. Mientras que en Madrid no se lograron grandes avances tras las protestas, en Barcelona la Generalitat aprobó un decreto que, entre otras cuestiones, obligaba a reservar el servicio de VTC con una hora de antelación en el área de Barcelona. Allí la huelga duró 6 días.

El resto de transportes también han protagonizado protestas durante este 2019. Las más recientes y relevantes tienen que ver con los autobuses en Madrid. Los conductores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) fueron a la huelga el pasado martes 3 de diciembre. Critican al actual Ayuntamiento de Madrid que no reponga personal y alertan sobre una hipotética privatización.

En RENFE, tanto los sindicatos CGT como CCOO han ido convocando diferentes jornadas de paro, especialmente durante el verano y las navidades. Aumentar las tasas de reposición de personas o frenar la externalización de servicios son algunas de las medidas reclamadas. El sector se enfrenta además a una próxima liberalización que es criticada por varios sindicatos.

El Metro de Madrid tampoco se ha librado de las protestas de sus trabajadores durante este 2019. Los vigilantes de seguridad de esta empresa realizaron durante agosto varias jornadas de huelga por impagos de nóminas por parte de Ombuds, empresa adjudicataria. Los maquinistas también han protagonizado diferentes paros a lo largo del año.

Los aeropuertos españoles también han sido escenario de importantes protestas. Los vigilantes de seguridad de El Prat en Barcelona realizaron una huelga indefinida durante el mes de agosto; los trabajadores de tierra de la empresa Iberia realizaron otras tantas protestas en varios aeropuertos; los trabajadores que surten de combustible a las principales aerolíneas hicieron huelga en julio.

Por su parte, la compañía aérea low cost Ryanair anunció el cierre de las bases de Las Palmas, Tenerife, Lanzarote y Girona a partir de enero. Estas rutas se van a mantener, según la compañía, pero serán despedidos cientos de trabajadores de estos lugares. Los trabajadores fueron a la huelga durante varios días del mes de septiembre.

Victorias judiciales de los riders

Sin duda, uno de los colectivos que más se ha movilizado este 2019 son los “riders”, es decir los repartidores en bicicleta de empresas como Glovo y Deliveroo. En julio, los de Deliveroo ganaron una primera batalla judicial. El informe de Inspección de Trabajo determinaba que estos repartidores estaban bajo una «falsa apariencia» de autónomos por cuenta propia para «encubrir» una relación laboral ordinaria con la compañía.

En Glovo, el año ha estado marcado por la muerte de un trabajador en Barcelona durante el mes de mayo. Durante el verano convocaron una jornada de huelga en varias ciudades y han conseguido algunos logros en la justicia. Entre otros, la revocación por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) del fallo que definía a un ‘rider’ de esta empresa como autónomo. Por tanto, este tribunal ve probado que hay una relación laboral ordinaria. Además, en Baleares, la plataforma digital deberá contratar de forma indefinida a sus 361 repartidores. Así lo decretó la Inspección de Trabajo que, además, reclama a la compañía que abone 365.392 euros a la Seguridad Social en concepto de cuotas impagadas más un recargo del 20%.

Los juzgados también han estado por medio del caso Alcoa. Un juzgado abrió en septiembre diligencias previas por un delito de atentado contra la autoridad contra el secretario general de CCOO de Industria de Galicia y tres trabajadores de Alcoa de A Coruña. Además, la jueza pretendía citar como imputados a los diputados de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, Antón Gómez-Reino, Rafa Mayoral. Finalmente se archivaron las causas contra ellos. La única planta en España de la multinacional productora de aluminio, situada en Lugo, corre serio riesgo de cierre. Los trabajadores no han parado de movilizarse intensamente durante 2019.

La lucha de las mujeres

2019 ha sido el año después de la primera huelga feminista importante realizada en nuestro país. El 8 de marzo de este año supuso la continuidad de una protesta que va más allá de una huelga laboral al uso y amplía los márgenes para abarcar todos los ámbitos contaminados por el machismo. La huelga feminista tiene cuatro vertientes: laboral, educación, cuidados y consumo. Las manifestaciones volvieron a ser un éxito de participación.

Las mujeres también han protagonizado un histórico conflicto laboral en nuestro país durante este año. Ocurrió en el mundo del fútbol. Las jugadoras de la liga profesional comenzaron la competición sin convenio laboral. La negociación se había enquistado mientras jugadoras y sindicatos seguían luchando por la igualdad. La situación desembocó en una jornada histórica de huelga en la liga a mediados de noviembre. Ningún partido se disputó. La protesta sirvió para forzar la firma de un convenio del que se redactó un preacuerdo hace unos días.

Otro sector altamente feminizado, el de las camareras de piso, no ha dejado de levantar su voz durante 2019. “Las Kellys” de Ibiza o Formentera convocaron huelga durante el verano. Se produjeron concentraciones de solidaridad en diferentes puntos del Estado español. Este sector lleva ya varios años de luchas a sus espaldas. Entre otras muchas cuestiones, las trabajadoras deciden parar para pedir que se cumpla la ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, para poner coto al elevado número de habitaciones que deben limpiar

Precariedad en diferentes sectores

Muchos son los colectivos laborales que sufren situaciones de especial precariedad. En 2019 se han intensificado las protestas relacionadas con los grandes festivales de música. De las malas condiciones laborales no escapan camareros, vigilantes o montadores, entre otros. Estos últimos, los conocidos como “riggers”, realizaron una importante huelga antes del festival Sónar, en Barcelona.

Un colectivo amplio, el de los trabajadores autónomos, ha comenzado también a intentar organizarse. A través de una asociación, Autónomos Unidos para Actuar (AUPA), se convocaron concentraciones en febrero en todas las provincias, frente a las delegaciones del Gobierno. El objetivo principal es lograr la equiparación en derechos con los trabajadores asalariados.

Llamativa fue también la protesta de los trabajadores de Telepizza en Zaragoza. Allí se produjo la primera huelga de esta empresa. De hecho, fueron dos en apenas un mes, el 31 de mayo y el 29 de junio. Entre las reivindicaciones se encontraban el rechazo a la franquiciación, el traspaso de una empresa a otra, y la no aplicación del salario mínimo interprofesional.

Dos colectivos tradicionalmente luchadores han logrado pequeñas victorias en estos meses finales de 2019. Por un lado, los estibadores lograron un acuerdo con la patronal a finales de noviembre para resolver el último escollo que quedaba pendiente para adaptar definitivamente el sector a la normativa legal. El sector había anunciado que si no había acuerdo podría bloquear con sus huelgas la gran mayoría de puertos en nuestras costas.

Por otro lado, en Euskadi, los sindicatos han logrado un acuerdo para el convenio laboral del sector del metal. «Hemos recuperado el convenio, que estaba muerto, dotándolo de contenidos históricos», se felicitaba el sindicato LAB, para destacar que, en el caso de los salarios, los trabajadores han recuperado el poder adquisitivo perdido desde 2012. La firma pone fin, en principio, a un conflicto en el que se realizaron multitud de protestas y jornadas de huelga.

En cuartopoder hemos querido reflejar situaciones de precariedad laboral que en muchas ocasiones no saltan a los grandes titulares mediáticos. Es el caso, por ejemplo, de los captadores de socios de las ongs. Según denunció CNT, algunos trabajadores sufren “persecución sindical” en un sector que está poco organizado y que cuenta con una elevadísima temporalidad.

Por su parte, los veterinarios han comenzado a movilizarse en las calles. Estos profesionales se manifestaron en las calles el pasado 17 de noviembre. La falta de convenio colectivo, que ahora se negocia, la precarización, la fragmentación empresarial y la subida del IVA son solo algunos de los problemas.


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