¿La vais a dejar morir de forma indigna?


Relacionado…

Trabajadora GECCO con diagnóstico confirmado de cáncer avanzado es devuelta a Marruecos por Interfresa antes de recibir tratamiento oncológico


por Perico Echevarría

 

Jueves, 3 de julio de 2025. Zahra Bahlaoui. Mujer. Trabajadora agrícola adscrita los programas de migración circular de «contratación en origen» regulados por la denominada Orden Gecco.. Cotizante en el sistema español. Enferma de cáncer. Devuelta a Marruecos sin haber recibido tratamiento. Sin baja médica. Sin expediente de Incapacidad Temporal. Sin prestación reconocida. Sin garantía alguna.

Hoy, en su país, sigue sin asistencia sanitaria, sin seguimiento clínico, sin derechos activados. Y lo más grave: sin acceso a cuidados paliativos, pese a estar diagnosticada con un carcinoma en estadio IVB, con indicación médica expresa de tratamiento paliativo.

¿En qué parte de este proceso puede alguien ver dignidad?

En lugar de asumir responsabilidades o iniciar una investigación, varias instituciones han preferido acogerse a la versión redactada por el dispositivo patronal. Según el PRELSI —el Programa de Responsabilidad Ético-Laboral-Social creado y controlado por Interfresa—, fue la propia Zahra quien pidió regresar a Marruecos. Y fue ella quien, supuestamente, renunció voluntariamente a sus derechos. La Subdelegación del Gobierno en Huelva ha asumido esa versión como suficiente. Lo mismo otras entidades públicas. Nadie ha pedido pruebas. Nadie ha contrastado. Nadie ha actuado.

Pero en La Mar de Onuba sabemos algo más. Porque la víspera del traslado, fue el colectivo AMIA (Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes) quien nos alertó del caso. Zahra tenía miedo. Sabía que querían devolverla sin tratamiento. Quería quedarse en España. Pedía ayuda para evitarlo. Pocas horas después, ya había sido obligada a abandonar la finca donde residía y embarcada de regreso a Marruecos.

No fue un retorno voluntario. Fue una expulsión sin garantías.

El PRELSI no es una entidad independiente. Es un dispositivo creado por el lobby de los frutos rojos Interfresa para controlar, desactivar, neutralizar y callar. Está financiado con fondos públicos, pero opera con lógica privada. Decide a quién se atiende y a quién se señala. A quién se acompaña al hospital y a quién se sube a un autobús. Su personal —identificable, localizado, jerarquizado— ejerce una función de filtro sin control institucional efectivo.

Fue el PRELSI quien decidió que Zahra debía marcharse. Fue el PRELSI quien gestionó su traslado. Fue el PRELSI quien construyó el relato que ahora repiten quienes deberían haber garantizado sus derechos.

Mientras tanto, el Estado no hizo nada.
No activó sus derechos sanitarios.
No activó su baja médica.
No informó a Inspección de Trabajo.
No gestionó su prestación contributiva.
No notificó a la Seguridad Social.
No protegió a sus hijos.

Y tampoco ha garantizado que Zahra pueda vivir sus últimos días con dignidad médica, recibiendo alivio al dolor, acompañamiento clínico y cuidados paliativos adecuados.

Zahra Bahlaoui tiene un diagnóstico médico grave. Tiene informes firmados por facultativos del sistema público de salud. Tiene una prescripción oncológica activa. Y tiene más de 180 días cotizados en los últimos cinco años. En resumen: tiene derechos. A quedarse. A tratarse. A cobrar su prestación. A no ser expulsada. Tiene derecho, también, a que si fallece, sus hijos puedan recibir pensión de orfandad.

Pero alguien ha decidido que no.

No es un error. Es un sistema. Un sistema que permite que esto ocurra. Que delega la gestión de la vulnerabilidad en una estructura patronal opaca. Que convierte los derechos en un formulario que alguien puede hacer firmar sin comprender. Y que da por buena cualquier “renuncia” si viene en papel timbrado por el lobby adecuado.

No es la historia de una víctima. Es la prueba de un modelo que permite y encubre este tipo de decisiones.

Y es una pregunta que sigue sin respuesta: ¿La vais a dejar morir de forma indigna?

Perico Echevarría es editor y director de lamardeonuba.es

Sea el primero en desahogarse, comentando

Deje una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.