Manuel Piedra, secretario general de UPA Huelva, aborda en el Ágora Socialista del PSOE de Huelva los retos e impedimentos para «fidelizar» la mano de obra en el sector de los berries onubenses.
La organización de pequeños agricultores reclama «más inspecciones y sanciones ejemplares para quienes no respetan las reglas del juego».
Martes, 19 de noviembre de 2024. Los principales retos sociales, laborales y económicos del sector agrícola onubense, analizados desde la óptica de la Unión de Pequeños, conformaron el eje de la charla ofrecida el pasado viernes por el secretario general de UPA Huelva, Manuel Piedra, bajo el título La inmigración y el mundo de los berries. La intervención de Piedra, enmarcada en el programa de actividades del Ágora Socialista promovido por el Grupo de Veteranos del PSOE de Huelva, fue introducida por José Manuel Romero, propietario de una de las mayores empresas del sector del fruto rojo onubense, ex presidente de Freshuelva y militante del PSOE.
Piedra realizó un diagnóstico exhaustivo apoyado por diferentes infografías de la situación actual en sector de los berries onubenses, poniendo especial énfasis en el protagonismo esencial de la población migrante y los desafíos vinculados a la necesidad de ingentes cantidades de mano de obra en un sector fatalmente atravesado por la temporalidad de las campañas.
El también responsable del Área de Migraciones de UPA a nivel nacional, quiso marcar desde el inicio de su intervención una línea roja entre el modelo de contratación en origen, que califica como «ejemplar» cuando las empresas cumplen con lo establecido en leyes y normativas, y las “anomalías” que perturban la imagen del sector del berrie onubense. En este sentido, Manuel Piedra admitió la existencia de “empresas incumplidoras” y denunció que estas, además de afectar gravemente la proyección pública del fruto rojo onubense, ponen en peligro la sostenibilidad del programa GECCO de contratación en origen. “Las normas están para cumplirse. Las empresas que no lo hacen están lastrando el esfuerzo colectivo de los empresarios serios que sí respetan las reglas”, dijo.
Piedra fue más allá al advertir que las empresas que incumplen la normativa son el eslabón débil del programa GECCO, y que “no es justo que todos paguemos por unos pocos que no hacen las cosas bien”. El líder de UPA Huelva pidió a las autoridades competentes un mayor compromiso en la vigilancia y control de estas prácticas, especialmente en lo que respecta a la gestión de los alojamientos y el cumplimiento de los contratos laborales, reclamó “más inspecciones y sanciones ejemplares para quienes no respetan las reglas del juego”. “No basta con tener un modelo teóricamente ejemplar. Hay que garantizar que se aplique de forma uniforme y sin excepciones”, añadió. A este respecto, Piedra estableció como «medida ejemplar» la exclusión de las empresas sancionadas del programa de contratación en origen.
Regularización contra los asentamientos chabolistas. «Cada migrante con papeles tiene un contrato garantizado»
Otro de los asuntos más controvertidos que afectan al berrie onubense, los asentamientos chabolistas de trabajadores, también fue abordado por Piedra, quien reconoció como una «anomalía» que, si bien no puede disociarse del sector agrícola onubense, no es «representativa de su realidad global».
A este respecto, el representante de los pequeños agricultores onubenses compartió que las condiciones de vida en estos asentamientos son inaceptables y condenables, al tiempo que advirtió contra las “generalizaciones” que presentan esta situación como una característica propia del sector: “No podemos permitir que se traslade a la opinión pública que todos los trabajadores migrantes del sector viven en asentamientos. La mayoría se alojan en instalaciones gratuitas facilitadas por las empresas que cumplen con la normativa y garantizan unas condiciones dignas”.
Ante esta problemática, Manuel Piedra abogó por la regularización de las personas migrantes en situación administrativa irregular que habitan en los asentamientos. “Cada migrante con papeles tiene un contrato garantizado, al menos en lo que respecta a las empresas serias que representa UPA”, afirmó, enfatizando que esta medida aliviaría considerablemente la problemática actual, además de beneficiar tanto a las personas trabajadoras como al propio sector del berrie.
Fidelizar la mano de obra, asignatura pendiente
Otro de los retos abordados por Manuel Piedra en la sede de los socialistas onubenses fue la “necesidad de fidelizar” la mano de obra en un sector que depende de mucha de otras nacionalidades. Miles de personas que los empresarios agrícolas onubenses logran reunir, cada vez con mayor dificultad, en países del este comunitario, como Rumania, Polonia y Bulgaria, y, en medida creciente, a través del del programa Gecco de contratación en origen. Piedra expresó su preocupación por las dificultades de las empresas para retener a miles de trabajadores “repetidores”, en algunos casos con muchas campañas acumuladas. El secretario general de Upa Huelva defendió que solventar esas dificultades se presenta como una necesidad fundamental para garantizar la estabilidad del sistema. “Si no somos capaces de ofrecer un entorno laboral atractivo y estable, estamos condenados a una rotación constante que no beneficia a nadie”, dijo.
En lo que respecta al papel de las propias personas temporeras en ese proceso, Piedra contó a quienes le escucharon el viernes en la sede de los socialistas onubense que UPA Huelva ha impulsado iniciativas como la edición de guías informativas, en varios idiomas, que detallan los derechos laborales de las personas temporeras, las normativas y leyes aplicables y un listado de contactos para “facilitar su integración y garantizar su bienestar durante la campaña”. En la misma línea, destacó que la unión de pequeños agricultores que representa, lleva años contando con dispositivos propios de “mediación”, financiados por los asociados, para facilitar la relación entre las personas temporeras y las empresas que las contratan, especialmente en los numerosos casos en los que barreras idiomáticas y/o bajos perfiles formativo, su presentan como una barrera.
En lo que refiere a la menguante participación de personas temporeras de nacionalidad española, o residentes en España, Piedra fue especialmente crítico con el sistema actual de oferta nacional de empleo, gestionado a través del Servicio Andaluz de Empleo, que califica como un “fracaso rotundo”. Según los datos aportados durante su intervención, esta oferta apenas logra cubrir el 5 % de los puestos necesarios para las campañas agrícolas, por lo que advirtió que el sector no puede seguir dependiendo de un “sistema que no funciona”. “Necesitamos soluciones reales para integrar a más trabajadores nacionales en el sector”, afirmó.
Propuestas para un «futuro sostenible»
El secretario general de UPA Huelva, Manuel Piedra Piedra, concluyó su intervención en el Ágora Socialista de los veteranos del PSOE de Huelva con una serie de propuestas para «fortalecer» el sector agrícola onubense y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Entre ellas, Piedra destacó:
- Revisión de los procedimientos de contratación para agilizarlos y mejorar la coordinación entre las partes implicadas.
- Refuerzo de la oferta nacional de empleo mediante la creación de bolsas específicas de trabajo agrícola que permitan inscripciones durante todo el año, con el objetivo de atraer más mano de obra «local».
- Evaluación exhaustiva de las experiencias piloto con los nuevos países que se van incorporando al programa Gecco (como Guatemala, Mauritania y Senegal para la campaña 2025), y apertura de nuevos convenios con estados “más cercanos”, tanto para “diversificar las fuentes de mano de obra”, como para abaratar los costes de traslado tanto a empresas, obligadas a financiar el coste de uno de los trayectos de ida o vuelta desde los países de origen de las personas temporeras, como para estas mismas, que deben asumir el otro, como práctica generalizada, el de regreso. En este sentido, Manuel Piedra destacó que los billetes de avión para viajar desde o hacia países como Guatemala u Honduras, llegan al alcanzar los 800 euros de coste, una cantidad poco incentivadora para apostar por contingentes de trabajadores latinoamericanos. Tanto para las empresas como para las propias personas temporeras.
- Garantías económicas para los productores, instando al Gobierno a cumplir con las medidas firmadas en el marco de la Ley de la Cadena Alimentaria para asegurar precios justos que no pongan en jaque la rentabilidad del sector agrícola.
En resumen, la charla de Manuel Piedra el pasado viernes afrontó las fortalezas y debilidades en cuestiones laborales de un sector estratégico, el de los frutos rojos, para la economía onubense. Con enfoque directo y crítico, el representante de los pequeños agricultores onubenses expuso los retos que, su entender, enfrenta. Desde la lucha contra las «empresas incumplidoras» hasta la necesidad de fidelizar una mano de obra que, insistió, es “fundamental para la sostenibilidad de este modelo agrícola”.
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