

Viernes, 23 de mayo de 2025. Qué vergüenza, qué impotencia, qué perturbador resulta el posicionamiento de la Unión Europea, entre ellos España, con la tragedia palestina. Y ahora, en estos momentos, después de un año y medio de masacre, de más de 50.000 muertos; de miles de desaparecidos bajo los escombros de sus casas, muchos de ellos con una muerte agónica inimaginable; de la destrucción del sistema sanitario; de un bloqueo criminal a los alimentos e insumos médicos; del asesinato premeditado de periodistas y personal sanitario; del corte total de agua potable; de miles de niños y niñas enfermos agonizando hasta la muerte; de hambruna; de innumerables desplazamientos forzosos de una población exhausta; de francotiradores disparando a los cuerpos famélicos de la infancia; de bombardeos a escuelas ocupadas por centenares de familias refugiadas; de demoliciones de viviendas en Cisjordania; de miles y miles de palestinos secuestrados en cárceles israelíes sometidos al hambre, a palizas, a abusos sexuales, sin atención médica y a las torturas más horribles hasta la muerte o sufriendo secuelas físicas y psíquicas de por vida; de dos millones de personas que, a estas alturas, ya expresan su deseo de morir cuanto antes para acabar con ese suplicio; de la demonización y represión del vigoroso movimiento social global de protesta señalando la vergonzosa inacción de los líderes mundiales ante Israel. Después de este genocidio, los líderes de la Unión Europea comienzan a mover las corbatas, de manera tímida, España entre ellos.
La tímida acción de Europa se pone en marcha para votar una revisión de los acuerdos bilaterales, cuando no hay palabras para describir lo que está ocurriendo en Gaza. Esto demuestra lo que vale la vida de una persona o de un niño o niña palestina para la Unión Europea: Nada, no vale nada. Se necesitan más de cien asesinatos cada 24 horas o 500 menores en riesgo de muerte en 48 horas si no entran alimentos y medicinas, o el llamamiento in extremis de las organizaciones humanitarias internacionales, o una destrucción inmisericorde para que la anémica Europa, “la Europa de los valores democráticos, de libertad, solidaridad y de defensa de los derechos humanos” mueva una falange del dedo meñique.
En cuanto a España, queda claro que no podemos esperar nada de la derecha y la ultraderecha, excepto apoyo incondicional a esa corporación criminal llamada Israel. La Historia juzgará su bajeza moral. Pero que un gobierno “de izquierdas” esté consintiendo que sus puertos sirvan de base y apoyo logístico a Israel y que sigamos manteniendo relaciones comerciales con estos criminales, resulta un insulto, no solo a la población palestina (recordemos el reconocimiento del estado de Palestina por parte del gobierno español hace ahora un año), sino también a la sociedad española sobrecogida por los crímenes perpetrados en Gaza.
¿Pero cómo se llega a este punto de barbarie sobre el pueblo palestino con una impunidad total y con el apoyo de la comunidad internacional a Netanyahu? El pueblo palestino lleva sufriendo más de 77 años matanzas indiscriminadas; robos de tierras y bienes mediante la Ley de los Ausentes; detenciones arbitrarias de ciudadanos y ciudadanas palestinas sin cargos, incluidos menores; demoliciones de centenares de viviendas para la construcción de asentamientos judíos ilegales y contrarios a la ley internacional; desplazamientos forzosos de la población; estrangulamiento de la economía, de la vida educativa, social y cultural con multitud de check points que abren y cierran al antojo de los militares; asesinatos selectivos y extrajudiciales; envenenamiento y robo de agua; destrucción de cosechas; destrucción de decenas de hectáreas con olivos centenarios; progromos; bombardeos de centros de NNUU; bombardeos y destrucción de edificios civiles pagados con dinero del contribuyente europeo como el aeropuerto de Gaza que nunca pudo funcionar; la construcción de un muro de 721 kilómetros que estrangulo aún más la vida del pueblo palestino. En todo estos años, con estas y otras muchas acciones ilegales de Israel han ido anexionándose tierras palestinas hasta dividirla en bantustanes sin continuidad territorial haciendo inviable la construcción de un estado palestino. Y toda esta empresa colonizadora se ha llevado a cabo, no solo con la inacción de la comunidad internacional, sino con su complicidad, incluida la Unión Europea. En esta linea llegamos al genocidio incontestable perpetrado en Gaza en la actualidad.
Israel es el país del mundo con más resoluciones de NNUU sin cumplir, acuerdos de paz, disposiciones de derechos humanos, y sentencias de la Corte Internacional de Justicia. Y para reforzar y proteger los crímenes de Israel, España, con un gobierno del PSOE, puso límite a la Justicia Universal en 2009. En ese momento, España tenía abierta una causa contra Israel por violación de derechos humanos contra la población palestina. El PP terminó de adelgazarla en 2014. El principio de Justicia Universal permite a los tribunales de cualquier estado ejercer jurisdicción sobre crímenes internacionales, independientemente de donde se hayan cometido, de la nacionalidad de la víctima o del autor. En 2003, Bélgica, con un gobierno de liberales y socialistas, puso coto a esta ley mientras los tribunales tenían en marcha denuncias contra Bush y Sharon. Las presiones de EEUU e Israel tuvieron mucho que ver en ambos casos.
Después del 7 de octubre, fecha de los atentados de Hamás en suelo israelí, líderes europeos visitaron Israel para mostrar su apoyo entre ellos Ursula Von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea; Roberta Metsola, Presidenta del Parlamento Europeo; Olaf Scholz, Canciller de Alemania; Rishi Sunak, Primer Ministro del Reino Unido; Giorgia Meloni, Primera Ministra de Italia; Emmanuel Macron, Presidente de Francia. Todas ellas y ellos visitaron las zonas donde Hamás perpetró sus crímenes, algunos se reunieron con los familiares de las víctimas,, les dieron una palmadita en la espalda a Netanyahu y reafirmaron el derecho de Israel a defenderse. Ninguno de ellos, más de un año y medio después, han movido un dedo por los más de 53.000 palestinos asesinados.
Hace más de veinte años visité Gaza y Cisjordania. Gaza era ya una prisión a cielo abierto de la que era casi imposible entrar o salir. En Cisjordania estaban construyendo el muro del apartheir. No puedo dejar de recordar la frase que todas las organizaciones de derechos humanos y lideres políticos y locales, con las que nos entrevistamos, repetían: “Nuestras esperanzas están puestas en Europa porque de EEUU no esperamos nada”. A estas alturas de genocidio, la ciudadanía palestina ya no espera ni un solo gesto de apoyo, y las y los europeos nos hemos convencido, no sin dolor, que la Europa de los valores fundamentales, y todo el cuerpo legal que protege los derechos humanos, han resultado ser un fraude de dimensiones tan apocalípticas como la destrucción de Gaza.
Pepa Suárez es maestra jubilada, licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación y Máster en Desarrollo Económico en América Latina.
El mundo se estremece y llora por la impotencia de no poder quitar del medio a los incompetentes corruptos políticos que han permitido este genocidio
Son muy poderosos y se ocuparon de no explicar la historia en los colegios para así ahorrarse el remordimiento y entregan armas a los sicarios del sionismo y siguen expulsando a
Los Palestinos que en su día acogieron como inmigrantes a los Sionistas que el mundo no los quiso en sus tierras como Golda Meier y todos los que siguieron.
Yo soy vieja y estoy escribiendo pero sé que muchísimas personas humanas están conmigo pero tienen miedo de los Sionistas porque si han comprado los gobiernos mundiales que nos harán a los demás si no aceptamos sus vacunas de venenosas ? Y su genocidio ? Ellos se presentan como víctimas crearon Hamas y cuando Hamas decide no hacer lo que ellos quieren Mossad lo hace y la culpa a Hamas estos sionistas creen que el resto del mundo es idiota porque la prepotencia de ellos los hace utilizar durante más de 78 años los órganos de los prisioneros Palestinos y nadie nunca los ha condenado por nada y por eso sigue el mayor asesino mundial suelto