
Miércoles, 25 de junio de 2025. En un mundo donde los conflictos se intensifican, la violencia se normaliza y los derechos humanos son pisoteados, más de 123 millones de personas fueron forzadas a abandonar sus hogares a finales de 2024. La mayoría, desplazadas dentro de su propio país. Quienes logran cruzar fronteras, son recibidos principalmente por países vecinos de renta media y baja, mientras las naciones más ricas cierran sus puertas.
Los refugiados no son una amenaza, sino víctimas de circunstancias que escapan a su control. Hoy, alzamos la voz para recordar que su derecho a una vida digna no es negociable.
Cada persona refugiada lleva consigo una historia de dolor, pero también de resistencia. Huyen de guerras, violencia política, discriminación o desastres ambientales, arriesgando todo con la esperanza de un futuro mejor. Sin embargo, muchas veces se encuentran con fronteras cerradas, discursos de odio y políticas que los criminalizan. ¿Dónde queda nuestra humanidad cuando negamos ayuda a quien lo ha perdido todo?
Exigimos a los gobiernos y a la comunidad internacional:
1. Protección efectiva: Cumplir con los convenios internacionales que garantizan el derecho al asilo, sin discriminación.
2. Corredores humanitarios: Vías seguras para evitar muertes en travesías desesperadas.
3. Inclusión real: Acceso a educación, trabajo y salud, porque ningún ser humano es «ilegal».
4. Combatir a las causas raíz: Resolver conflictos, desigualdades y crisis climáticas que generan desplazamientos.
Pero la responsabilidad no es solo de los Estados. Como sociedad, debemos:
Rechazar la xenofobia: Los refugiados enriquecen culturas y economías. Su lucha es también la nuestra.
Practicar la empatía: Detrás de cada número hay rostros, nombres y sueños.
Exigir justicia: La indiferencia nos convierte en cómplices.
Hoy honramos la resiliencia de quienes reconstruyen sus vidas lejos de casa. No pedimos caridad, sino justicia. Porque nadie elige nacer en guerra, y todos merecemos un lugar seguro.
¡Ningún ser humano es ilegal! ¡Ninguna frontera vale más que una vida!
Alzamos la voz en este manifiesto con la convicción de que otro mundo es posible, uno donde la solidaridad no tenga pasaportes.
Hoy queremos traer a la memoria la fecha del 24 de junio de 2022 donde se produjeron tantas víctima en la valla de Melilla, donde los gobiernos de España y Marrueco vulneraron tantos derechos humanos de las personas que allí perecieron y de los que sobrevivieron sin que se les reconociera los mínimos derechos de atención y cuidados. No podemos olvidar para no perder nuestros rasgos de humanidad.
Círculo de Silencio Huelva
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