Miércoles, 26 de marzo de 2025. He leído con atención el artículo del señor Perico Echevarría, donde se ofrece un relato sombrío sobre la historia de GIAHSA y la Mancomunidad de Servicios de la Provincia de Huelva (MAS). Agradezco el interés por una empresa pública que lleva más de tres décadas garantizando el acceso al agua y la gestión de residuos a miles de ciudadanos onubenses. Sin embargo, como responsable de su dirección desde su nacimiento hasta hace apenas dos años, me veo en la obligación de aclarar algunos aspectos fundamentales que ese artículo ignora o distorsiona.
1. ¿Qué es Giahsa y por qué se creó?
El artículo parte de una premisa incompleta: analiza Giahsa como si fuera el producto de una inercia política o un instrumento partidista, pero omite su razón de ser. Giahsa no es una casualidad ni una ocurrencia. Nació en 1992 para gestionar el ciclo integral del agua de forma pública, transparente y coordinada entre los ayuntamientos de la provincia. Entre 2007 y 2010 se impulsó la creación de la MAS para consolidar esa gestión pública a nivel provincial, frente al creciente interés de multinacionales del agua por hacerse con esos servicios.
En ese proceso, algunos ayuntamientos liderados por el PP, como Lepe, Moguer, La Palma o Bollullos, decidieron no integrarse en la nueva Mancomunidad y firmar contratos con empresas privadas por 25 años, a cambio de importantes sumas económicas. El artículo de Echevarría obvia esta parte esencial de la historia.
2. Los anticipos de canon: ¿pan para hoy, hambre para mañana?
El artículo carga contra las operaciones financieras de 2013 y 2022, describiéndolas como una «hipoteca a largo plazo». Pero no explica por qué se hicieron: fueron la respuesta legítima y avalada a un momento de extrema presión, en el que hasta siete municipios abandonaron la MAS, dejando la viabilidad de Giahsa en entredicho. Fue gracias a esas operaciones —transparentes y auditadas— que se pudo blindar la permanencia de más de 60 ayuntamientos y evitar la disolución del modelo público.
3. La deuda: ¿producto de la mala gestión o de la defensa de lo público?
Es fácil hablar de deuda sin explicar su origen. Giahsa ha impulsado infraestructuras clave que muchos municipios no habrían podido asumir individualmente: depuradoras, renovación de redes, mejoras ambientales, gestión de residuos. Sí, se asumió deuda, pero para estabilizar los servicios, no para tapar agujeros ni contentar a intereses privados. Además, esa deuda ha sido gestionada con rigor: en 2018 se rebajaron las tarifas un 9% gracias a la buena evolución financiera. Este dato también desaparece del análisis del señor Echevarría.
4. El presente: manipulación contable y mayoría artificial
El artículo termina alertando de una subida de tarifas provocada por la “herencia recibida”. Pero oculta que la propuesta actual de subida —cercana al 20% en recogida de residuos— se sustenta en una reestructuración de votos y una interpretación contable alterada, que hoy benefician a una nueva mayoría formada con municipios recién incorporados que ni siquiera reciben el servicio que votan. Una subida de tarifas no justificada técnicamente ni equilibrada territorialmente.
5. ¿Quién pone en riesgo GIAHSA?
Decir que Giahsa está al borde del colapso por su pasado es una conclusión apresurada. El verdadero riesgo para la empresa pública viene de quienes han intentado desde hace más de una década privatizarla pieza a pieza. Si la situación actual degenera en ruptura, no será por una deuda manejada con responsabilidad, sino por una visión que antepone el control político y el beneficio privado a la gestión solidaria de los servicios básicos.
En resumen, no se trata de negar errores ni de defender una gestión sin matices. Pero sí de exigir un análisis riguroso, con contexto y memoria. Giahsa no es solo una empresa pública: es el resultado de una apuesta colectiva por un modelo de gestión solidaria, que ha resistido ataques externos y presiones internas. Y merece algo más que un relato cómodo construido desde la distancia.
Juan Ignacio Tomico Santos – Gerente de GIAHSA entre 1992 y 2023
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