Condenados en costas los ultras que cantaron «vamos a volver al 36» en un acto de Vox

La jueza ha desestimado la demanda por intromisión ilegítima en el derecho al honor presentada por Isaac Parejo (Infovlogger), Sergio C. Martínez y Mario Camps (Los Meconios) contra el secretario general de FACUA, Rubén Sánchez.

Viernes, 7 de febrero de 2025. El Juzgado de Primera Instancia número 69 de Madrid ha desestimado la demanda por intermisión ilegítima en el derecho al honor contra el periodista y secretario general de FACUA-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez, interpuesta por los tres ultraderechistas que cantaron «vamos a volver al 36» en un acto de Vox celebrado en 2022 bajo el título Viva 22. Los demandantes han sido condenados a pagar las costas del procedimiento judicial.

Se trata de Isaac Parejo, conocido como Infovlogger, Sergio C. Martínez Mario Camps, integrantes ambos del dúo Los Meconios. Su actuación en evento del partido ultra fue objeto de multitud de mensajes de indignación en las redes sociales y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, llegó a considerar «muy cercano» al delito de odio lo que dijeron en la letra de su canción.

Sánchez publicó un tuit con un fragmento de la actuación y el siguiente texto: «»La izquierda que gobierna ya se llama Frente Popular». «Vamos a volver al 36″. Una banda de degenerados que sueña con otro golpe de Estado y asesinatos en masa de gentes de izquierdas. Vox tiene dentro la peor escoria de nuestro país.»

Insultos hacia el secretario general de FACUA

Los demandantes solicitaban al periodista una indemnización de 9.000 euros y que publicase una rectificación en su cuenta de Twitter en la que reconociese que lo que publicó era incierto y difamatorio. Para la interposición de la demanda pusieron en marcha una campaña de recogida de fondos por la que recaudaron 4.238 euros para interponer una demanda por intromisión ilegítima en su derecho al honor. Y ello después de que, con anterioridad a su polémica actuación en el acto de Vox, Parejo hubiese dedicado a Sánchez una larga lista de insultos en sucesivos vídeos publicados en canal de YouTube, como «rojo de mierda»«cochambre» y «deficiente mental» que tiene «un ejército de hijos de puta alrededor».

En su sentencia, dictada el 30 de enero, la jueza Raquel Gallego de Paz señala que las «las expresiones empleadas» por Sánchez «deben analizarse, además, no atendiendo a su estricto significado gramatical, aisladamente consideradas, sino en relación con el contexto donde pueden perder o ver disminuido su significado ofensivo o alcanzar una dimensión de crítica asumible».

Los demandantes, que han sido defendidos por la abogada Lupe Sánchez, incluyeron en su demanda una versión modificada de la letra de la canción para simular que la frase «vamos a volver al 36» solo fue pronunciada en una ocasión, al final, cuando en realidad comenzaron con ella y la repitieron hasta diez veces.

Además, en la demanda alteraron frases de la canción para hacer creer a la jueza que no dijeron «la izquierda que gobierna ya se llama Frente Popular» sino «la izquierda ya va a gobernar, la dictadura va a empezar». Se trata justamente de la frase que había destacado el secretario general de FACUA en su tuit y que provocó, junto al título que dieron a la canción, que asociaciones, partidos políticos, instituciones y miembros del Gobierno le hicieran duras críticas a su mensaje alusivo a la vuelta a la Guerra Civil.

En su contestación a la demanda, el abogado de SánchezDavid Bravo, señaló que la advertencia, repetida hasta diez veces, de que «vamos a volver al 36 junto con hacer una equivalencia entre el actual Gobierno y el del Frente Popular, derrocado en el año 1936, resulta clave para entender la crítica política enconada que envolvió tan peligroso mensaje. No se puede olvidar que Frente Popular es como se llamaba la coalición electoral que se creó en enero de 1936, que ganó las elecciones de la Segunda República y que fue derrocada por el golpe de Estado que desencadenaría la Guerra Civil española».

Sobre la base de esta manipulación del contenido de la canción, los demandantes inventaron que el secretario general de FACUA tergiversó lo que dijeron y que fueron sus críticas las que dieron lugar a la reacción de Marlaska y a la de multitud de personas y medios de comunicación. En realidad, el origen de que las críticas se multiplicaran y de la reacción de multitud de medios estuvo en que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica pidió que la Fiscalía General del Estado investigara los hechos.

También argumentaron los demandantes que «degenerados» es un insulto homófobo, algo que la jueza ha desestimado recordando además que el calificativo se dirigía a los tres demandantes y solo uno de ellos es homosexual.

La sentencia, que puede ser objeto de recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid, recuerda que la jurisprudencia entiende «amparadas en la libertad de expresión aquellas expresiones que, aun aisladamente ofensivas, al ser puestas en relación con la información que se pretende comunicar o con la situación política o social en que tiene lugar la crítica, experimentan una disminución de su significación ofensiva, aunque pueden no ser plenamente justificables».

«En resumen, la libertad de expresión debe quedar ponderada y ante las alegaciones indicadas no se desprende vulneración del derecho al honor como se pretenden en la demanda», concluye la jueza.

Sea el primero en desahogarse, comentando

Deje una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.