

Lunes, 3 de febrero de 2025. El Partido Popular de Huelva, a través de su presidente y parlamentario Manuel Andrés González, exigió el pasado viernes explicaciones “al Gobierno de Pedro Sánchez» sobre la supuesta llegada de inmigrantes a varios municipios de la provincia «sin previo aviso a los ayuntamientos». Entre ellos, Lepe. Sin embargo, la Subdelegación del Gobierno en Huelva ha desmentido esta lunes esta afirmación y ha asegurado que el Ayuntamiento de Lepe estaba informado de la llegada de 80 personas migrantes al municipio. El PP de Huelva fabricando alarma social a sabiendas de que su relato es falso.
La realidad es mucho más sencilla: el aumento de la presencia migrante en Lepe responde, como cada año, al inicio de la campaña de frutos rojos, cuando cientos de trabajadores llegan en busca de empleo en el sector agrícola. También coincide con la apertura de un centro de acogida gestionado por la Fundación Cepaim, con capacidad para hasta 80 personas. Ninguna de estas circunstancias tiene relación con una supuesta estrategia opaca del Gobierno.
Pero el PP de Huelva, cada vez más atrapado en la necesidad de competir con Vox en la batalla por el voto del odio y del miedo, ha decidido transformar esta realidad en una amenaza inventada. Consciente de que no puede perder su electorado conservador ante la ultraderecha, prefiere amplificar discursos alarmistas, sin pruebas, con tal de no quedar relegado en la agenda de la crispación.
El PP mezcla ambas situaciones de manera deliberada para construir un relato incendiario. No menciona a Cepaim ni su labor, sino que sugiere que la presencia de inmigrantes en Lepe es una decisión gubernamental impuesta y sin control. En una estrategia burda más, omite información clave para que la conclusión sea otra, apelando al miedo de los votantes y a la desinformación.
Lo que el PP no dice es que Lepe es un municipio con un elevado número de trabajadores migrantes, no porque el Gobierno los traslade, sino porque su economía depende de su mano de obra. Son los mismos a los que el sector agrícola contrata cada temporada para garantizar su rentabilidad. La mano de obra migrante no es un problema: es una necesidad estructural de la provincia. Si el Partido Popular tiene pruebas de esos supuestos «traslados encubiertos», que las presente. Si no las tiene, que deje de alimentar el discurso del odio.
La demanda de «transparencia» del PP, en este caso, esconde más de lo que aclara. Lo que realmente les incomoda no es la falta de información del Gobierno, sino la visibilidad de un fenómeno migratorio del que la provincia se beneficia económicamente. Si de verdad buscan soluciones, podrían empezar por admitir que la población migrante no es una carga impuesta, sino una parte esencial del tejido productivo onubense.
Pero eso implicaría renunciar a la política del odio y del miedo, y parece que no están dispuestos a hacerlo.
Perico Echevarría es editor y director de lamardeonuba.es @PericoPan
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