El PP andaluz silencia la confirmación policial de una caja B en Almería y arremete contra periodistas y medios

Mismos perros, mismos ladridos, mismos amos…

«Pero sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos».

Johann Wolfgang von Goethe, Labrador (1808).

por Pepe Fernández

 

Sevilla, 27 de septiembre de 2020. Allá por el año 2007-2008 empezamos algunos informadores a destapar lo que luego se llamaría judicialmente Operación Poniente en El Ejido (Almería). Fueron meses de investigación de los periodistas de Onda Cero con la directora de OCR-El Ejido, Eva Liria Rubio al frente,  junto al periodista Javier Martínez de la Horra de la redacción de El Mundo de Almería dirigida por  José Carlos Serrano. Siguieron también semanas de escándalo social al conocerse por la opinión pública nuestras revelaciones sobre el lujo en que vivían instalados los que supuestamente estaban saqueando las arcas municipales de la capital del Poniente con absoluta impunidad, a través de políticos, ejecutivos de Abengoa (Agua y Gestión) y avispados empresarios de la cuerda, amigotes todos y miembros  de una trama presuntamente saqueadora del Poniente.

En el ojo del huracán político estaba el entonces alcalde del PP, Juan Enciso Ruiz y, como fondo, una guerra larvada entre clanes y familias de la derecha almeriense por hacerse con el control del PP de Almería y todo lo que eso conlleva en una provincia feudo histórico de la derecha y muy próspera económicamente. Con la perspectiva del tiempo transcurrido aquella lucha interna también se puede interpretar como una pelea por el control de la “caja fuerte” de una provincia muy rica, en plena expansión del ladrillo turístico y con la agricultura intensiva ayudando mucho cada año a subir y equilibrar el PIB andaluz.

Conforme avanzaban las investigaciones judiciales en secreto el clan de El Ejido, desde sus resortes de poder intactos, decidieron atacar en 2009 a los periodistas y medios que habían publicado las primeras informaciones que, posteriormente, dieron pie a la apertura del macro sumario de la Operación Poniente. cuya vista oral ha sido nuevamente pospuesta ahora para enero de 2021, en este caso a causa de la pandemia, doce años después de la explosión judicial con las detenciones del 20 de octubre de 2009.

Optaron entonces los investigados por la socorrida fórmula de que ‘la mejor defensa es un buen ataque’, olvidando quizás que a esas alturas la suerte penal de los presuntos delincuentes estaba más que echada en miles de folios y grabaciones de la causa que, por cierto, estuvo seguida muy de cerca desde el principio y en la distancia desde la Fiscalía Superior del TSJA en Granada, con Jesús García Calderón al frente.

La Fiscalía de Almería, en esta causa, no fue inicialmente por libre como en otros muchos procesos que siguieron después por corrupción política. Recuérdese cómo en las grabaciones intervenidas por la Policía Judicial se constató la estrecha relación de amistad y confianza del entonces Teniente Fiscal de la Audiencia, Fernando Brea, con Juan Enciso al que daba cuenta telefónica de “archivos” en la Audiencia, algo que parecía de interés para el político ejidense.

Los funcionarios que escuchaban en tiempo real las conversaciones de 5 teléfonos móviles intervenidos judicialmente, pegaron un gran brinco en la silla al confirmar quien era en esta ocasión el interlocutor de Enciso, el numero dos de la Fiscalía Provincial de Almería.

“Aquí no hay nada, nadie está imputado, nadie está en la cárcel”

Esta frase o parecida se escuchaba casi cada mañana en la radio municipal Radio Ejido en octubre de 2009, cuya señal entonces era ampliada por la red de emisoras de la Diputación (presidida por el socialista Juan Carlos Usero) en la provincia de Almería. Una cara red mediática financiada con fondos públicos. Para, a renglón seguido, daban a entender que las denuncias periodísticas obedecían a intereses espurios de los periodistas, sus empresas y sus directivos por conseguir dinero, mucho dinero y así cumplir con los presupuestos asignados y los bonus.

En esta entrada hallarán la transcripción de una de las muchas «entrevistas» que se ‘concedió’ Juan Enciso como alcalde en su radio municipal. No tiene desperdicio comprobar su lucha contra inexistentes molinos de viento, pero que él y su asesor mediático veían con toda nitidez en lontananza.

También podrán leer en la misma entrada y a continuación  otra conversación, esta grabada por la policía judicial y que consta en el sumario, donde Enciso ilustra a su periodista de cabecera, colocado al frente de la radio municipal, de cómo hay que «intoxicar, intoxicar» con noticias falsas pero que les benefician.

“¿Es verdad Sr Enciso que si Ud. hubiese pagado un millón de euros a determinados medios de comunicación, esto no habría pasado? preguntaba una mañana en directo José Francisco Tejada, director de la emisora, cuando, tras una trampa de Fiscalía, todos creyeron que se había archivado la macro investigación, siendo realmente mentira.

Sucedió 15 días antes de que entrasen todos en la prisión del Acebuche. Y Enciso, al que se le notaba muy contento por el supuesto archivo de Fiscalía, confirmaba esa mañana que, efectivamente, había recibido presiones, ofertas, amenazas y chantajes desde medios de comunicación, pero que quien de verdad manejaba los hilos de la conspiración contra él «y el pueblo de El Ejido» eran Gabriel Amat y el PP de Javier Arenas. También anunció denuncias y querellas contra todo quisque, políticos. medios, periodistas, servidor entre ellos.

La magistrada Montserrat Peña Rodriguez y el Fiscal delegado de Anticorrupción en Almería Jesús Gázquez Martín, al frente de la instrucción de la Operación Poniente en dos años largos, entre 2007 y 2009, pronto se dieron cuenta de las múltiples ramificaciones y conexiones económicas dignas de examen que existían entre gentes de El Ejido y de Roquetas. Lógico, todos formaron durante años una gran familia bajo las siglas de un PP unido, y las mercantiles sobrevivieron en el Registro Mercantil al huracán  judicial y policial del 20 de octubre de 2009, como la empresita del interventor de El Ejido Pepe Alemán y el alcalde de Almería del PP Luis Rogelio R. Comendador y que tanto revuelo llegó a levantar.

La eterna falta de medios judiciales aconsejó a jueza y fiscal para no perderse en prospecciones complejas a concentrar la investigación en la empresa semipública Elsur, en el ayuntamiento de El Ejido y en las subcontratas de los amigos del alcalde. Lo que ambos juristas habían olisqueado ya en Roquetas invitaba a pensar que era demasiado barco para tan poca marinería. Fue cuando decidieron aparcar Roquetas y seguir solo con El Ejido, que ya era bastante.

La mañana del 20 de octubre del año 2009 todo acabó para el poderoso clan de El Ejido, tras ser detenidos una veintena de ellos y entrando en prisión los cabecillas más destacados. Formalmente acababa de arrancar la Operación Poniente.


Texto que se publicó el jueves 22 de octubre de 2009, dos días después del estallido de la Operación Poniente, en el diario La Razón. Quise dejar constancia del esfuerzo del equipo de Onda Cero, que había supuesto llegar a ver judicializado el desenlace de nuestras denuncias de febrero de 2007

El Caso Halsa/Términus estaba en un contenedor de basuras.

Años después de aquello, en 2013, iniciamos otra investigación periodística de calado pero esta vez prácticamente “hecha” a la vista del contenido de una documentación (original) hallada en un contenedor de basuras por exempleados de la constructora Halsa, la más importante de Almería y la más beneficiada por las adjudicaciones de obras del PP almeriense y de su presidente Gabriel Amat. También algunos ayuntamientos socialistas, como el de Vícar, aparecían salpicados por obras adjudicadas a Halsa o sus empresas pantalla, junto a algún que otro extraño ‘recibí‘.

La documentación llegó a manos de la asociación Amayt que, el 23 de octubre de 2013, la depositaba en la Fiscalía del TSJA en Granada, concretamente en la secretaría del Fiscal Superior. Parte de los papeles estaban en manos de un exempleado de la constructora desde el verano anterior, intentando sin éxito varios contactos previos con Amayt. Otros les llegaron anónimamente.

https://confidencialandaluz.com/asi-empezo-el-caso-halsa-ahora-llamado-operacion-terminus/

Así daba comienzo  el Caso Halsa, bautizado años después por la Udef, como ‘Operación Términus’.

La «Trama Amat»

Paralelamente, rodando durante años por un juzgado de Roquetas, estaba a la espera de avanzar otro macro sumario,  la llamada “Trama Amat” . Denuncia presentada por la asociación anticorrupción Amayt  y que la instrucción dividió para mayor eficacia procesal en 26 piezas separadas. Conforme han pasado los años, como un goteo sistemático -para muchos ‘cantado’- el juzgado ha ido archivando provisionalmente todas las investigaciones donde, de una forma u otra, Gabriel Amat y sus intereses aparecían vinculados directa o indirectamente. De todas aquellas piezas solo una sobrevive judicialmente y es muy previsible que se proceda a su archivo en breve, con la lógica aquiescencia del fiscal, siguiendo la tradicional línea hasta ahora mantenida por el Ministerio Público en la Trama Amat de Almería. Llama la atención que los archivos se han producido tras pasar por el sumario un total de 7 jueces. La penúltima juez firmó archivos solo horas antes de su traslado a un nuevo destino en Barcelona. Amat tiene denunciadas a las dos últimas juezas intervinientes en la causa.

Pero ¿por qué ahora lo de Halsa y Gabriel Amat?

Se preguntan hoy los perros de presa del PP de Almería por qué salta ahora el escándalo en los medios del Caso Halsa. Desconcertados, ven tras las denuncias una conspiración permanente contra Gabriel Amat de personas interesadas a las que supuestamente Amat les habría cortado el grifo del dinero. En definitiva, cree el ladrón que todos son de su condición, ya que los canes cancerberos sí que funcionan bajos esos instintos del “o me das o te muerdo”. Eso sí, cuando reciben las correspondientes chuche, migajas en la mayoría de casos, se convierten en una jauría muy ladradora, aunque poco mordedora a pesar de la aparente agresividad de alguno.

Que ahora se vuelva a hablar del Caso Halsa tiene una fácil y lógica explicación, una vez analizada parte de la documentación del sumario hecha pública y que ni se han molestado en leer. Téngase en cuenta que lo que ahora se ha conocido son solo los informes policiales, quedando aún decenas de tomos que no han sido entregados por el juzgado a las partes – al menos a las acusaciones-  y que el tema salta ahora a la palestra una vez la policía judicial ha confirmado con creces lo que Amayt llevó a Fiscalía en el otoño de 2013, dando credibilidad policial a lo que reflejan aquellos ‘recibís’ con tantos millones entregados en B a funcionarios y políticos, fundamentalmente del Partido Popular. Son pues los primero documentos que se conocen de un sumario que lleva rodando por juzgados desde hace ocho años y cuyo contenido ha sido secreto hasta ahora que se ha levantado. De Perogrullo.

Además, un actual alto cargo del gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente del IFAPA, José Cara González, dependiente de la consejería de Agricultura al que ha colocado la consejera almeriense Carmen Crespo, aparece denunciado en este sumario por ser socio de los dueños de Halsa y realizar operaciones económicas en La Mojonera, localidad de la que era alcalde, además de ser parlamentario andaluz. Acciones compradas por 72.000 euros ante notario y que ha ocultado sistemáticamente en sus declaraciones de bienes, sin abstenerse de intervenir en operaciones económicas de «su» empresa Gesponiente con el ayuntamiento por él presidido.

Vuelven con los mismos aullidos

Y es ahora de nuevo cuando, al cabo de once años, hemos vuelto a escuchar nuevamente aquella frase de manual de defensa de los políticos en apuros por estar bajo sospecha -“Aquí no hay nada, nadie está imputado, nadie está en la cárcel” – y que se oyó durante una quincena en Radio Ejido, antes de que el alcalde entrase en la prisión del Acebuche.

El PP andaluz, ante el estallido del escándalo, ha optado por la tradicional línea de defensa de desacreditar a los denunciantes ante la Justicia y, de paso, implícitamente a los periodistas que hemos publicado artículos al respecto en estos años. La secretaria general del PP andaluz, Loles López, preguntada (que no repreguntada) en la tv pública, no dijo verdad al decir que lo de Halsa era una denuncia más de las 25 que habían presentado los de Amayt y que todas habían quedado archivadas, dando a entender que esto también quedaría en agua de borrajas, vulgo leche migá. Doña Loles ha oído campanas, pero no sabe si son de entierro o de bautizo. La Sra. López desconoce bastante la realidad jurídica que ha envuelto en estos años a su partido y a sus cuadros en Almería y se nota cada vez que habla.

Al margen de esta puntual declaración intentando -manual de crisis en mano- echar agua al vino, el PP también ha optado por silenciar este asunto en los medios públicos que controla como los de la RTVA o en aquellos a los que mantiene subvencionados con dinero de publicidad institucional de la Junta. Están convencidos que si no se informa en los medios el caso no existe, craso error desde luego al olvidarse del papel y función actual de las redes sociales y los medios independientes, pero sobre todo, que la maquinaria judicial que es lenta pero no se para. En Canal Sur TV y Canal Sur radio es un asunto este de la supuesta caja b del PP andaluz en Almería que no se ha abordado, ni siquiera por los periodistas “plurales e independientes” que acuden a sus tertulias,  sin embargo especular con el futuro político de Susana Díaz sí parece que es tema de portada tertuliana.

Y a pie de tajo, en la misma Almería, un joven alcalde que quiere hacer méritos y lograr como sea poder orgánico o algo de respeto en el partido frente al delfín de Gabriel Amat, José Aureliano García, actual presidente de Diputación. Un alcalde que permite y alienta -seguramente para hacer méritos- que su televisión pública municipal sea utilizada como órgano de agresión al servicio del partido, sin dar opción a quienes no opinan como el PP. Al contrario, a los de la oposición se les pone habitualmente como hoja de perejil sin opción a defenderse. La última víctima esta semana, tratado como si fuese un perfecto chichiribaina, ha sido el ex consejero de Agricultura, el almeriense Rodrigo Sánchez Haro que, como jurista, explicó en una rueda de prensa didácticamente lo que significaba el documento conocido de la Udef ahora, sin muchas valoraciones añadidas por cierto, salvo pedir explicaciones a Moreno Bonilla.

Todo esto sucede mientras, por vez primera en décadas, un asunto de corrupción política en Almería, la supuesta existencia de uno de los manantiales de la financiación irregular del partido de la Gurtel, despierta la atención mediática de  casi toda España, de los grandes medios más concretamente. A ninguno se le escapa que Almería fue la última patria de adopción política elegida por don Javier Arenas Bocanegra, una decisión que algunos creen empezar a entender ahora, al cabo de los años.

Una vez más en esta investigación el diario ‘El País’ abrió fuego informativo siguiéndole esta vez infinidad de medios digitales y en papel, casi todos de relevancia estatal. Por cierto, creo conocer de buena fuente las motivaciones por las que el diario del Grupo Prisa ha logrado en este escándalo almeriense de Halsa la mejor y más completa documentación desde 2013. Tan sencillo como que los denunciantes confiaron en profesionales solventes como Javier Martín Arroyo o Joaquín Gil que no les defraudaron.  Son, por tanto, auténticas masturbaciones mentales las que se hacen quienes han dicho en estos días que esto es una conspiración socialcomunista contra Amat y el PP con el Grupo Prisa como brazo mediático armado y unos cuantos más que parece que buscamos cosas inconfesables. 🙂

La tele de Ramón al servicio exclusivo del PP

Esperpéntica fue la otra noche una tertulia en la televisión municipal de Almería, la que cuesta más de un millón de euros que pagan los almerienses con sus impuestos cada año.

La tertulia está dirigida y presentada por un viejo periodista almeriense, Antonio Felipe Rubio, curtido en mil ocupaciones en su dilatada y variopinta trayectoria laboral. Le conocí siendo jefe de prensa del empresario Cecilio Guillén (AgrupaEjido) y siempre hubo respeto mutuo en nuestros escasísimos contactos de esos años. Ahora que le paga el PP va y dice que soy crítico con Amat porque el PP dejó de ¿pagarme?, ¿joderme?

(A ver si el cachondo de Antonio Felipe algún día me lo cuenta y echamos unas risas).

Pues esa tertulia, que según el PSOE es un altavoz panfletario diario de propaganda y ataques descarados en favor de los intereses del PP en Almería, dio cabida esta semana a insultos personales que califican por sí mismos a su autor, aunque el insultador ya sea conocido y no precisamente por su trabajo mediático residual en Almería, sino por razones que obviaré, aunque creo que ilustrarían sobre el perfil psicológico del personaje. Pero repito: en Almería ya lo conocen y bastante.

Para quien quiera saber como se defiende el PP de Almería (y el PP de Juanma Moreno Bonilla) en vez de dar explicaciones públicas tras lo que está confirmando la policía judicial  en Roquetas y en La Mojonera con el caso Halsa, irregularidades graves bajo gestión de ediles del PP, les animo a ver este subproducto televisivo pagado y emitido por una televisión pública municipal que controla el PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Almería, cuyo alcalde es, hoy por hoy, Ramón Fernández-Pacheco Monterreal.

Pinche aquí y escuche a partir del minuto 14-15 de la tertulia, que es cuando recuperan el viejo manual de los corruptos del Poniente para disparar insultos contra mensajeros y  defender a sus amos sin argumentos pero eso sí, con dos cojones, usando incluso la descalificación personal y el insulto. Argumento, ni uno.

Olvidan en el ‘pipícan’ que no ofende quien quiere sino quien puede. Y este tipo de personajillos son los típicos perrillos que el amo usa para espantar a los molestos gorriones que picotean en el trigal, sí, libres y con muy poca vergüenza, unos chuchos que no serían nada en esta vida si algún día dejan de ladrar y los echan del cortijo a comer pan duro o los granos de los gorriones.

¿Conclusión?, ya la apuntó Goethe: «Pero sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos».


Pepe Fernández
Periodista
Editor y director de Confidencia Andaluz
Acerca de Pepe Fernández 96 Artículos
Editor y director de Confidencial Andaluz

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