Jueves, 12 de septiembre de 2024. La nueva consejera de Salud, médico de profesión, echa balones fuera y culpa, de esta manera, a parte de los usuarios del SAS de la saturación de la Atención Primaria. Es un argumento aberrante que casa con la visión de la anterior consejera, Catalina García, que culpaba a los andaluces que piden una cita y luego no se presentan en la consulta del colapso en ese nivel asistencial
En la presentación de las líneas estratégicas de los dos próximos años de legislatura, Rocío Hernández ha realizado cero autocrítica y no ha reconocido en ningún momento que la preocupante situación actual sea el resultado de una mala gestión de sus antecesores, como tantas veces han denunciado pacientes, sindicatos y profesionales del propio SAS.
La nueva consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, demuestra tener pocas ideas concretas sobre cómo se puede arreglar la insostenible situación de la Atención Primaria. «Quizás, por un catarro común, no hay que ir al médico», ha espetado la consejera en una entrevista en Canal Sur Radio este jueves por la mañana. ¿Y si esos síntomas de resfriado esconden algo más serio? ¿Y si hay placas en la garganta y el enfermo necesita antibióticos? ¿Se puede coartar así la libertad de un paciente que tiene todo el derecho del mundo a utilizar este servicio público?
A la pregunta sobre cómo piensa afrontar el problema de pedir una cita médica «por un resfriado» y recibirla «cuando probablemente el resfriado se ha pasado ya», la responsable de salud ha contestado que «nuestro compromiso siempre ha sido el máximo con la Atención Primaria«, y ha matizado que «los catarros comunes, sin una patología de base, es algo para lo que, quizás, no hay que ir al médico«. Hay que recordar que esta consejera es doctora en Medicina y Cirugía y especialista en Pediatría.
Hernández, en su primera intervención en la Comisión Parlamentaria, expuso ayer las líneas estratégicas de la consejería en esta nueva etapa y ha establecido los tres objetivos fundamentales: primero, «más salud para los andaluces«; segundo, que el Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), fundamentado en valores como la universalidad, gratuidad, equidad o calidad, «se gane la confianza de los ciudadanos» y, tercero, que «los profesionales se sientan valorados, reconocidos y cuidados».
En esta línea, Hernández se ha comprometido a trabajar con «el mayor compromiso, transparencia y honestidad, entendiendo que éste es un puesto de servicio», y a hacerlo de la mano de los profesionales, para «fortalecer nuestro sistema sanitario público a través de la mejora de la accesibilidad de los pacientes, a los que queremos dar un trato de calidad y eficiente».
Las diez líneas estratégicas enumeradas por la consejera son la atención a la cronicidad; la equidad y la lucha contra las desigualdades en el acceso a la atención sanitaria; la prevención y promoción de la salud; responder a los cambios de la sociedad; la atención a la salud mental; a la población infanto-juvenil; el cuidado de los profesionales; la aplicación de los sistemas de información y comunicación; la estrategia medioambiental y la protección al consumidor.
Hernández, que ha subrayado que «el diálogo será una constante», ha explicado que, en sus primeros 44 días en el cargo, ha mantenido reuniones con las organizaciones sindicales y los colegios profesionales, porque «debemos trabajar de la mano de los profesionales«, al igual que quiere conocer «los puntos de vista» de la oposición parlamentaria.
La titular de Salud y Consumo ha explicado que, «como ocurre en el resto de España y en los países del entorno, los cambios demográficos, especialmente el envejecimiento de la población (la población mayor de 65 años ha aumentado más de un 10% en los últimos cinco años), se traducen en un incremento de la presión asistencial de los circuitos sanitarios y en el aumento progresivo de las patologías crónicas».
En concreto, ha abundado, el número de pacientes con medicación crónica en Andalucía ha aumentado un 39% en los últimos cinco años. Actualmente 2,8 millones de andaluces presentan una patología crónica, un 33% de toda la población.
Por este motivo, la primera línea estratégica se centra en responder a las necesidades que plantea el envejecimiento de una población que tiene una esperanza de vida de 82,5 años (85,1 para las mujeres y 79,9 para los hombres). En este sentido, la consejera ha incidido en que es necesario «reforzar los cuidados que prestamos a las personas con enfermedades crónicas, tanto en su domicilio como si viven en instituciones».
La segunda línea estratégica apuesta por reforzar la Atención Primaria «con recursos, con capacidad de resolución y con liderazgo» y dando una «atención priorizada a la población vulnerable y a la que vive en núcleos rurales dispersos, donde, además, la edad media es mayor que en las ciudades». Rocío Hernández ha recordado en este punto que la definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye no sólo la ausencia de enfermedad, sino también el bienestar físico, mental y social, así como que los determinantes sociales, que influyen en un 80% en la salud de una persona (el sistema sanitario influye un 10% y los factores genéticos el 10% restante), son claves para mejorar la salud de la población.
Prevención, asistencia universal, salud mental y atención infanto-juvenil
La consejera ha marcado como tercera línea estratégica la prevención, como mejor vía para responder a lo que ha denominado «pandemia de enfermedades no transmisibles», como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 o la obesidad, todas relacionadas con ellos estilos de vida y con la mayor esperanza de vida. En este punto, ha hecho un llamamiento a la «asunción de responsabilidad por parte de todos, incluido el paciente sobre su situación de salud o enfermedad«. «El abordaje integral de un paciente informado, activo con decisiones sobre su enfermedad, acompañado por un profesional sanitario integrado en un equipo multidisciplinar donde cada categoría aporta en función de sus competencias, es una necesidad», ha afirmado.
Asimismo, ha apuntado, «debemos atender a los cambios en la sociedad, poniendo el foco en las personas más vulnerables«, incluidos, ha subrayado, «la población inmigrante, mujeres y menores no acompañados, a los que ofrecemos una atención sanitaria basada en los principios de universalidad y gratuidad».
La quinta línea estratégica es la atención a la salud mental: «Vamos a continuar con el abordaje integral de la salud mental; la salud mental no va a estar metida en un cajón«. Hernández ha incidido en que es «una de nuestras prioridades», en tanto que Andalucía es la comunidad autónoma con más fallecimientos por suicidios en España: «Cada semana fallecen 16 personas en Andalucía por esta causa: dos al día, tres cada sábado y otras tres cada domingo», y que España es el país con mayor tasa de consumo de benzodiacepinas de Europa.
Desde la nueva Secretaría General de Planificación Asistencial y Consumo y la Dirección General de Cuidados y Atención Sociosanitaria se redoblarán esfuerzos para dar respuesta a esta situación, así como para atender las adicciones (tabaco, alcohol, cannabis o a las pantallas: internet, redes sociales o videojuegos).
La consejera ha apostado, igualmente, por la educación sanitaria, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad desde la infancia, con actuaciones dirigidas expresamente a los niños y sus entornos. Así, ha pedido intensificar el trabajo en la prevención de la obesidad infantil, el acoso escolar, la violencia de género o la adicción a las pantallas, además de reforzar la Atención Infantil Temprana.
Cuidado de los profesionales
La titular de Salud y Consumo se ha detenido especialmente en la atención y el cuidado a los profesionales que «trabajan a diario por la salud de los andaluces». Hernández ha defendido que «son nuestro pilar», por lo que ha deseado que «recuperen el orgullo de trabajar en el sistema público, un sistema donde pueden aumentar sus competencias, trabajando en equipos multidisciplinares y desarrollando su capacidad de liderazgo».
Por este motivo, la prevención de las agresiones es otra de las cuestiones en la que ha querido poner el foco, porque «queremos que el profesional desarrolle su trabajo en un entorno seguro y confiable«. Hernández, que ha reconocido que «se ha avanzado mucho y la colaboración con las fuerzas de seguridad es muy estrecha», ha subrayado que «hay que seguir trabajando intensamente en que los profesionales se sientan seguros«.
Asimismo, la consejera ha asegurado que, «una vez que nuestro sistema sanitario es un destino atractivo para la formación de los futuros profesionales de la salud, como demuestra el aumento del número de graduados procedentes de fuera de Andalucía que optan por especializarse aquí, ahora nos toca hacer que nuestro sistema sea atractivo para que se queden».
La octava línea estratégica se refiere a la aplicación de los sistema de información y comunicación, que abarcan desde la resolución de la incidencia diaria en el puesto de trabajo del profesional hasta la aplicación de la Inteligencia Artificial, el desarrollo definitivo de la telemedicina, la prevención de los ciberataques o la mejora de la calidad del dato.
Con el objetivo de minimizar el impacto ambiental de los servicios de salud y contribuir a la lucha contra el cambio climático, la novena línea estratégica es la estrategia medioambiental, guiada por la premisa salud para la población y salud para el planeta. Por esto, «queremos continuar con la implantación de medidas efectivas para reducir el impacto ambiental«.
En cuanto al Consumo, la Consejería priorizará tres áreas: la información al consumidor, la resolución de conflictos a través de la Red Andaluza de Arbitraje de Consumo y el control del mercado mediante inspecciones y con la Red de Alerta de Productos de Consumo, «todo con el objetivo de fortalecer la protección de los consumidores en Andalucía».
Finalmente, la consejera ha explicado que «la sostenibilidad del sistema es una gran preocupación desde hace muchos años, no sólo como responsabilidad de esta consejería, sino de toda la sociedad». Por este motivo, ha pedido la colaboración y «altura de miras» a los parlamentarios para que «entre todos pongamos en valor el gran sistema sanitario que tenemos en Andalucía» y «seamos capaces de hacerlo más resiliente para poder dar respuesta a las necesidades que se avecinan, a la vez que salvaguardar su sostenibilidad«. «No sería de recibo desprestigiar un sistema sanitario que es puntero en nuestro país y en Europa, que ofrece una cobertura universal y gratuita», ha concluido.
Por un lado, Hernández habla de que es un sistema «puntero», pero, por otra, es capaz de decir que, si alguien tiene un catarro, no debe ir al médico de cabecera para no sobrecargar el sistema. Entonces, ¿es la joya de la corona o más bien un servicio decadente al que le pueden dar la puntilla las dádivas del Gobierno andaluz a la sanidad privada y la falta de personal?
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