por Carlos Ventura
Irán vuelve a estar en el punto de mira del mundo por la aparición de una figura que ha generado una gran polémica en el país.
El coronavirus ha dejado en el país más de 74.000 afectados y está a punto de alcanzar los 5.000 fallecidos. Estos datos han convertido a Irán en el gran damnificado del continente asiático.
Justo por el alto número de decesos registrados en el país, un vídeo ha sacado a la luz la existencia de las llamadas ‘coronadamas’, quienes hasta el momento habían permanecido en el anonimato debido a la función que llevan realizando desde que se produjo el estallido del virus en el país.
Las coronadamas son un grupo de mujeres, que trabajan como voluntarias en el cementerio de la ciudad iraní de Qom, cuya función consiste en lavar los cadáveres de las víctimas mortales por coronavirus en Irán.
Debido a la peligrosidad del virus incluso cuando se produce el fallecimiento de un afectado, el Gobierno iraní ha tenido que salir al paso de la polémica generada en torno a la exposición de estas mujeres al patógeno.
Sin embargo, según las instituciones, las coronadamas son «mujeres valientes» y la tarea que desempeñan tiene una explicación que sustenta sus funciones.
RITO ISLÁMICO
Las coronadamas realizan esta actividad debido a la excepcionalidad de la situación provocada por el Covid-19.
Las morgues del país están completamente colapsadas y, según han explicado desde el Gobierno iraní, las coronadamas se encargan de darle el último adiós a las víctimas en las condiciones más dignas posibles.
Además, el Gobierno ha asegurado que esta despedida se está haciendo bajo el rito Ghosl-e Meyyet.
Este ritual, uno de los más importantes de la cultura musulmana, consiste en limpiar con agua tres veces los cuerpos de los fallecidos. La primera vez se hace con extracto de cedro, la segunda, con alcanfor, y finalmente se lava el cuerpo con agua corriente.
Sin embargo, este rito que en situaciones normales no supone ningún tipo de riesgo, en este caso, ha puesto en duda la protección de las coronadamas frente al virus, dado que aún no ha podido descubrirse si el virus puede contagiarse tras el fallecimiento de una persona.
Sobre esta cuestión, el presidente de la República Islámica de Irán, Hasán Rohaní, declaró que los cadáveres de las víctimas de covid-19 debían ser tratados exactamente como los de cualquier otra persona: lavados, envuelto en sudarios y con una oración antes del entierro.
ESTUPOR SOCIAL
La existencia de las coronadamas se conoció después de que un usuario publicase en redes sociales un vídeo en el que se mostraban imágenes del trabajo de estas mujeres.
Las instantáneas causaron un gran revuelo en la sociedad después de que la persona encargada de grabar el vídeo reconociera que las coronadamas pueden llegar a trabajar incluso las 24 horas del día, pese a los riesgos que conlleva la exposición directa de las mujeres.
Además, también se ha conocido que estudiantes del seminario de Mashhad realizan las mismas tareas que las coronadamas para intentar equilibrar el trabajo que supone la realización de estos ritos de despedida.
Para intentar frenar las feroces críticas que centenares de usuarios lanzaron en redes sociales, las autoridades iraníes han asegurado que trabajarán en un plan de protección para estas mujeres que, de forma voluntaria, han decidido darle el último adiós a las víctimas del coronavirus en las mejores condiciones posibles.
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