El yuan digital chino anticipa la desaparición del dinero efectivo

por Francisco Villanueva

 

Viernes, 5 de marzo de 2021. El sistema de pagos de China es esencialmente digital, y abarca a más de 40% del total de las transacciones, con una tasa de crecimiento de 12% anual, lo que significa que alcanzaría ya a más de 60% en 2025.

En este momento el sistema de pagos digitales es utilizado por la totalidad de la población entre 18 y 29 años de edad, que actúa con una tendencia nítida a considerar el uso del dinero en efectivo como un fenómeno absolutamente marginal, una mera rémora del pasado.

El Banco Internacional de Pagos con sede en Basilea, Suiza, ha establecido el siguiente ranking sobre la valuación de las transacciones digitales (sin dinero en efectivo) en el mundo: primero China, con 532,9 billones de dólares en 2019, lo que implica que han aumentado más de 300% en 6 años; segunda Gran Bretaña, con 118,7 billones; tercera EE.UU., con 102,9 billones; cuarta Francia, con 32 billones; y quinta, y última Japón, con 29,33 billones.

El resultado de estas cifras es inequívoco: la República Popular de China realiza más transacciones digitales que el resto de las grandes economías del mundo sumadas.

Más de 765 millones de chinos, poco más de la mitad de la población del país que alcanza a 1.440 millones de habitantes, han realizado pagos digitales en el primer trimestre de 2020; y esta fenomenal expansión se produjo a través de dos grandes plataformas de Internet: Alipay, filial de Alibaba; y WeChat Pay, cuya titularidad corresponde a Tencent.

Alibaba y Tencent son 2 de las 3 principales plataformas digitales de la República Popular, y están entre las 7 mayores del mundo, de las cuales las 5 primeras son norteamericanas, encabezadas por Amazon/AWS (la tercera gran plataforma china es Baidú).

Las zonas rurales de la República Popular realizaron más de 20% del total de los pagos digitales en 2019; y 92% de los titulares de “smartphones” (Internet móvil) cerraron sus transacciones digitalmente en ese mismo periodo. Se prevé que la totalidad de los usuarios de “smartphones” utilicen unidades 5-G en 2030.

Alipay y WeChat Pay disponen de una base combinada de 1.900 millones de usuarios activos en el mundo en 2020, y se expanden a una tasa de entre 10% / 15% anual.

AntFinancial, brazo “fintech” (banca digital) de Alipay/Alibaba, anunció el año pasado que 28 millones de pequeñas y medianas empresas utilizaron activamente sus servicios, en tanto que su competidora WeChat Pay señaló que más de 50 millones de comerciantes individuales eran sus clientes. Esto implica que casi 80% de los negocios privados de China realizan sus pagos digitalmente.

Más de 150 millones de turistas chinos viajaron al exterior en 2019, en la etapa pre-pandemia; y por eso Alipay y WeChat Pay fueron aceptadas en 56 países del sistema global. Esto significa que más de 60% de los turistas chinos en el exterior utilizaron los servicios de Alipay, en tanto que 35,2% del total lo hicieron con WeChat Pay.

Los datos del comercio por Internet (“e-commerce”) de la República Popular son los siguientes: en primer lugar, el número de compradores “on-line” ascendió a 782,4 millones en 2020; y luego, fueron 854 millones los usuarios del “e-commerce” que realizaron sus pagos digitalmente. Por último, todos los años estos índices aumentan 12%/14% anual.

El objetivo estratégico del gobierno chino es ahora disponer de una moneda digital (“e-yuan”) de curso legal en el último trimestre de 2022, cuando se realizarán los “Juegos Olímpicos de Invierno”, que se supone atraerán una multitud de turistas y aficionados del mundo entero, además de colocar a China a través de la televisión, una vez más, en el centro de los acontecimientos globales.

Con ese objetivo, la Asamblea Nacional y Popular del Partido Comunista sancionaría en el segundo semestre del año una ley que convierta al yuan en una moneda digital de curso legal en la segunda economía del mundo. El “e-yuan” sería la primera moneda digital de curso legal del mundo, y será el primer país que elimine el dinero efectivo adelantándose a los proyectos próximos de la zona euro.

El yuan digital se sustenta en dos grandes tendencias de la economía china: la población es la más bancarizada del sistema global (79% del total dispone de cuentas bancarias o cajas de ahorro); y más de 80% de los usuarios de Internet (que son 1.100 millones sobre una población de 1.440 millones de habitantes) utilizan smartphones (Internet móvil de 4/5 generación); y la consecuencia de esta convergencia de factores es que el servicio de los pagos digitales, y en general todos los trámites de Internet, tiende a la gratuidad.

Hoy se abona entre 0,6% y 1% por transacción, y a medida que el sistema se expande, y por lo tanto reduce sistemáticamente sus costos marginales, aparece un 0% en el horizonte cercano. Esta es la regla de toda la economía digital: a medida que el sistema crece sus costos desaparecen, y la gratuidad impera.

El “e-yuan” o renminbi digital de curso forzoso implica un salto cualitativo para el proceso de internacionalización de la divisa china que está en marcha, y cuyo objetivo es convertirla en una de las cuatro monedas globales: ante todo la fundamental, el dólar estadounidense, luego el euro, el yen, y el yuan, lo que podría ocurrir a través de un nuevo adelantamiento del calendario histórico en 2025 o antes.


Francisco Villanueva Navas, analista de La Mar de Onuba, es economista y periodista financiero.

@FranciscoVill87

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