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Lo que iba a ser el segundo debate presidencial, se convirtió en una de las noches más atípicas de la política estadounidense.
Este segundo encuentro fue cancelado después de que el actual presidente del país, Donald Trump, diera positivo por coronavirus hace dos semanas y se negara, además, a participar en el debate de manera telemática.
De esta manera, el debate electoral se convirtió, en la noche de este jueves, en foros celebrados a la misma hora y retransmitidos en canales rivales de televisión, lo que dio pie a pensar que también se trataba de una guerra de audiencias.
Por un lado, un Donald Trump exaltado en Miami, y, por otro, un Joe Biden calmado en Filadelfia.
Ahí van los momentos más destacados de una noche sin precedentes -como todo en esta carrera presidencial- en EE. UU.
TEORÍA CONSPIRANOICA
Según Trump, existe una red clandestina, formada por élites políticas, empresariales, mediáticas y del entretenimiento, en la que se explota sexualmente a niños y están involucrados en complots satánicos.
Cuando la moderadora Savannah Guthrie le preguntó al actual presidente sobre este grupo que lucha contra esta red, él respondió que no sabía “nada sobre QAnon”.
Después de hacer esta afirmación y ante la insistencia de Guthrie, Trump señaló que “sé que están en contra de la pedofilia, que la combaten muy duro”.
CORTE SUPREMA
En Filadelfia, George Stephanopoulos preguntó a Joe Biden si estaba a favor de un aumento en el número de miembros de la Corte Suprema.
Esta cuestión nace a raíz de que, tras la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg el pasado 18 de septiembre, el Partido Republicano eligiera a la conservadora Amy Coney Barret como magistrada de la Corte Suprema.
Además, Los republicanos han afirmado que, si sigue adelante la nominación de Barrett, Biden tiene pensado ampliar el número de magistrados de la Corte, que actualmente son nueve, para contrarrestar la mayoría conservadora. De esta manera, Biden se haría el control del poder judicial de los Estados Unidos, según los republicanos.
Stephanopoulos no pudo evitar el tema y le preguntó al candidato demócrata si esto era cierto. “Estoy abierto a considerar lo que ocurra a partir de ese momento”, respondió Biden.
El moderador siguió insistiendo, poniendo sobre la mesa que los votantes tenían derecho a conocer su posición con respecto a este tema. “Tienen derecho a saber cuál es mi posición y tendrán derecho a saberlo antes de votar”, dijo.
PANDEMIA
Una de los pocos aspectos que tuvieron en común ambos foros es que abrieron la noche preguntando por las estrategias frente a la pandemia del coronavirus.
En el foro de Trump, Guthrie se puso como objetivo que el mandatario no eludiera ninguna de las preguntas incómodas. La moderadora insistió en preguntas como cuándo fue la última vez que dio negativo en las pruebas después de pasar la COVID-19 o si el presidente se había realizado las pruebas antes de asistir al foro.
Trump no ofreció ninguna respuesta clara.
El candidato demócrata aprovechó este tema para criticar la gestión del Gobierno de Trump y expuso sus ideas para hacer frente a la pandemia.
Barajó la posibilidad de hacer la vacuna obligatoria si estuviera lista antes de diciembre.
BIDEN ENTONA EL MEA CULPA
A pesar de que Biden se encontró en un debate algo menos incisivo que el de Trumo, con un tono más calmado y con menos golpes preguntas incómodas, esto no le disuadió al candidato demócrata de entonar el mea culpa.
En 1994, Biden apoyó el proyecto de ley contra el crimen y, cuando Stephanopoulos puso sobre la mesa este tema, el candidato a la presidencia reconoció que había sido un error. Consideró que la legislación era “indicativa de su época”, pero que los problemas de justicia racial en Estados Unidos son diferentes ahora.
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