Parece que cuanto más se profundiza en este caso, más oscuro se vuelve. Rocío Monasterio, líder del partido de extrema derecha Vox en Madrid, utilizó un falso visado del Colegio de Aparejadores en los planos de la obra de un loft de 2005, según advirtió públicamente esta entidad en noviembre. Sin embargo según revela El País, siguió usando ese sello en más trámites hasta 2016, por lo que no habría prescrito un hipotético delito de falsificación en documento público, que caduca a los cinco años.
Monasterio actuó como arquitecta de 2002 a 2009 sin tener el título y tramitó planos con el visado falseado en una petición de licencia que presentó en el Ayuntamiento el 20 de julio de 2016. Monasterio, que entonces ya estaba en Vox y por ende no le vale la excusa al partido de que todo lo ocurrido había prescrito, estampa su firma de puño y letra al final del documento.
En estos dos meses desde que trascendió el uso de visados falseados, Monasterio no ha dado ninguna explicación. El Colegio de Arquitectos de Madrid ha abierto una investigación contra ella por presunto intrusismo profesional tras una denuncia de Más Madrid.
La obra en la que usó esta técnica fue en un loft, una obra realizada sin licencia en un local que convirtió en vivienda, del actor y presentador Arturo Valls, en la calle Rodas 7 de Madrid, un caso que ha culminado con una demanda del actor contra Monasterio. Se trata de la táctica usada por Monasterio y su marido, Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de la formación ultra en el Congreso, que se repite en varios de los once casos de irregularidades urbanísticas conocidos hasta ahora de la líder de Vox y desvelados por El País.
La publicación de uno de los visados de esta obra el pasado 22 de noviembre fue lo que hizo saltar la alarma del Colegio de Aparejadores, que advirtió: “No se corresponde con ningún documento que obre en los archivos de esta corporación”. Y explicaba: “El sello de visado 0511764 que aparece en la imagen del documento publicada por EL PAÍS en realidad fue emitido para otra intervención, un estudio y valoración para el acondicionamiento de local para vivienda”.
Según la investigación de El País, en el timbre del visado figura el nombre de la colegiada que lo presentó. Se trata de una profesional que trabajó en el estudio de Monasterio solo entre 2004 y 2006, según consta en su currículum. Según el Colegio de Aparejadores, ella “no sabía nada de este asunto” ni que ese sello con su nombre se había seguido utilizando tras su marcha en los años posteriores.
Han pasado casi dos meses, pero el Ayuntamiento de Madrid, en manos de PP y Ciudadanos, con el apoyo de Vox, aún no se ha pronunciado sobre los visados falsos tramitados en sus oficinas.
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