Tras varios meses de bloqueo por la falta de voluntad política, finalmente hemos asistido a la presentación pública de un acuerdo entre los grupos de Podemos, PSOE y Ciudadanos, para desarrollar el procedimiento de concurso público en la elección del Presidente y del Consejo de Administración de RTVE, lo que supone, a nuestro juicio, un avance considerable, en el camino hacia la democratización e independencia de la Radio Televisión Pública Estatal.
UN PRIMER PASO
El acuerdo de los grupos de la oposición para desarrollar el concurso público sólo es un primer paso. Ahora lo importante es que la situación se desbloquea, pero quedan por despejar muchos interrogantes para que el proceso se diseñe de manera que cumpla con su finalidad democrática. Subrayemos de antemano que en este momento no existe mecanismo alguno de control social, como tampoco existen las obligaciones de rendición de cuentas, ni los mecanismos de medición de rentabilidad social, ni los órganos que permitan una gestión equilibrada. Si la dirección que salga elegida es honesta, deberá enfrentarse a un buen número de retos que los políticos no han solucionado. Tanto en el dictamen sobre un nuevo modelo para un tiempo nuevo, (enlace al desglose de propuestas) como en el documento de ”medidas urgentes», Teledetodos ha abordado unas propuestas que consideramos razonables para iniciar esta andadura. Es cierto que muchas dependen de una elaboración legislativa, pero también es cierto que RTVE puede «autorregularse» mediante disposiciones internas que vayan en esa dirección.
Está, por tanto, en manos del nuevo Consejo, modificar la normativa interna que es de obligado cumplimiento, así como la normativa que regula el funcionamiento del propio Consejo (su reglamento). La creación de una carrera profesional es también una decisión crucial para que los criterios de mérito y capacidad se irradien al conjunto de los trabajadores. La primera tarea será, por tanto, elaborar un nuevo marco normativo interno. Si ese objetivo se consigue es posible que la sociedad perciba nítidamente un cambio en el servicio público de RTVE.
Ahora no se trata tanto de hablar de candidatos -ya empieza el baile interesado de nombres-, como del plan de futuro que cada uno de los posibles candidatos sepa aportar para una audaz regeneración de la empresa.
Sea el primero en desahogarse, comentando