‘Para enderezar la economía de la última colonia de España, ¿qué opinan nuestros mercantilistas? (I)’, por J.J. Morón

por J. J. Morón

Jueves, 6 de junio de2024. Ahora toca conocer qué opinan o proponen los mercantilistas y las asociaciones sectoriales. ¿Qué propuestas o necesidades apuntan para el cambio de tendencia socioeconómica en nuestra tierra? ¿Tienen ellos alguna solución para aportar? Lo cierto es que sí, que todas las asociaciones mercantilistas, sectoriales o no, consideran la situación, la reconocen y periódicamente presentan sus propuestas, sus soluciones. De la misma forma, desde mediados del siglo pasado, las soluciones y propuestas ajustadas a los tiempos actuales son las mismas. Hecho que, entre otros, acentúa a que el distanciamiento socioeconómico con el resto del país, y de Europa, continúe creciendo.

Y cuando digo todas me refiero a: la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Asociación de Empresarios del Sur de España (CESUR), Andalucía Jóvenes Empresarios (AJE), Federación de Empresarios del Metal (FEDEME), Asociación Andaluza de la Empresa Familiar (AAEF), Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA en Andalucía), Confederación Sindical Unión General de Trabajadores de Andalucía (UGT Andalucía), Comisiones Obreras de Andalucía (CCOO Andalucía), Asociación de la Prensa de Sevilla y un largo etcétera. Un sinfín de asociaciones que todas abogan por aquello de la mejora sectorial que representan, entre otras, con el fin de recortar esa brecha existente con el resto del país, y mejorar nuestro posicionamiento.

Desgraciadamente, propuestas todas ellas que, año tras año, vienen presentándose, subvenciones y apoyos que han ido cayendo y que, al mirar los resultados de nuestra comunidad… Nada de nada, ahí están los resultados, ahí están los números.

«Al César lo que es del César», en este caso no puedo comenzar sin agradecer a aquellas personas que colaboraron y facilitaron la posibilidad de llevar a cabo este trabajo, “Andalucía ¿A qué esperas?”, así como personalmente y de forma muy sincera a aquellos que accedieron a atenderme, ya que fueron los menos.

Aclaro que a todas se les solicitó, personalmente y por escrito, entrevista personal para el fin indicado, a todas. Destacando que en su mayoría directamente negaban la posibilidad esgrimiendo distintas excusas, hecho que agradezco comparándolas con aquellas que sencillamente nunca contestaron, muchas me derivaron a la información oficial de su Web y las menos accedieron al encuentro. Reuniones concedidas más por vergüenza y educación, en todas ellas siempre después de prometer no publicarlas, no nombrar personalmente ni asociación ni persona concreta al apuntar cualquier comentario, solo para utilizarla como información a la hora de cumplimentar el libro con el estudio completo. (En cinco casos condicionado a no grabar la misma).

Por aquello de no generar distingos entre entes públicos y privados, os apuntaré que de la misma forma me dirigí directamente a los ocho ayuntamientos de las capitales provinciales andaluzas y, ninguno admitió entrevista ni charla alguna, me despacharon con dos verónicas y un recorte que me posicionaban delante de su Web… Mismo caso que las Diputaciones Provinciales, Junta de Andalucía, diputados y senadores andaluces. Y no somos bichos raros, fue el mismo trato que recibí, en similar estudio, por nuestros hermanos extremeños.

Veamos reflexiones y comentarios que me transmitieron algunas de las asociaciones que accedieron a ser entrevistadas, entrevistas presenciales, más como diálogo sobre la situación para conocer impresiones, que como interviú concreta para su publicación.

Las propuestas y análisis de la situación por parte de este colectivo fueron muy similares en todos los casos. En todas me tocó soportar un discurso, cuasi presidencialista y elocuente, sobre lo mucho que aportan a la recuperación económica de Andalucía y la mejora tan descarada que vienen palpando desde las últimas décadas. Después de escuchar y escuchar hasta oír aquello de, bueno ya me dirá usted, que más le puedo comentar, siempre con excesivo interés en saber de mí, en saber con quién hablaban o para quién trabajaba. Entonces le presentaba toda la documentación y fuentes de las mismas, todos los cuadros y datos que soportaba el estudio económico completo de la situación de Andalucía, con comparativas desde el año 1955. Ahí cambia totalmente la reunión, caras de sorpresa en algunos, dudosa incredulidad en otros, sobresaliendo la alta cautela y cambio de velocidad a la hora de expresar sus comentarios, con respuestas a cada soporte económico que se le presentaba. Excesivo miedo de equivocarse a la hora de expresar algo indebido, posiblemente por el desconocimiento del fin o tratamiento que posteriormente se les dieran a las mismas. Muchas no pararon de consultar por la titularidad del encargo del trabajo, desconfiando de que se tratara simplemente como captación de pareceres, conocimientos y reflexiones para publicarlo a los andaluces en un libro.

Ahora ya lo que se respiraba fue una acentuada incomodidad por terminar la charla en cuestión, pese a que, una vez terminada la entrevista y apagada la grabadora, la charla se alargara en todos los casos más tiempo que la propia entrevista. Ninguna entrevista superó los 30/40 minutos y ningún encuentro o reunión duró menos de una hora y media. En cinco ocasiones terminaron después de una larga sobremesa. Mercantilistas que también deben quitarse las orejeras y no entregar su confianza a quién no les corresponden.

Veamos los detalles más destacados de estas entrevistas y al final os dejaré mi reflexión:

¿Cómo ven Andalucía y qué desean aportar? ¿Son conocedores de la situación económica comparada con el resto de España y Europa? ¿Qué reacciones tuvieron?

    • La primera puntualización que realizaron todas, ante la magnitud de tantos datos e información, era señalar a un claro problema general y de solución política. Ellos, cada uno, no se consideran más que un grano del granero. Reflexión general que me transmitieron en todas las entrevistas.
    • Todos marcaron un descarado tratamiento institucional, apuntando que su parecer particular podría ser distinto, pero que se deben a la asociación a la que representan, que es su obligación.
    • Quiero indicar que todas las cuestiones planteadas fueron sobre datos y resultados oficiales ya conocidos por documentación que les presentaba, todos objetivos, lo que sin duda incomodó de forma acentuada a los representantes de las distintas asociaciones. Muchísimos datos y documentos oficiales presentados, que en muchos casos no los conocían.
    • Ante cada informe o gráfico, en su totalidad transmitían alguna explicación con la que maquillaban o justificaban los datos. Siempre, y después de presentarles, tras su explicación, con los documentos y resultados cuantitativos oficiales delante, terminaban con la misma frase: «pero bueno… los datos son esos, sí, son esos».
    • Algunos y algunas, entre otras, justifican su necesidad de asociacionismo para luchar por cambiar también esos datos, no solo para defender a su colectivo, ya que entienden la mejora socioeconómica de Andalucía como mejora para su mejor desarrollo.
    • Todos señalan la equidad con el resto del país como necesaria como fin, entre otros, de sus objetivos.
    • Indican una serie de preferencias básicas como primordiales: la industrialización, comunicaciones, inversiones en I+D+I, mejor profesionalización del empleado, reclaman la falta de mano de obra cualificada, el aprovechamiento energético, la simplificación de las gestiones burocráticas, mayor apuesta económica en ayudas para todos sus desarrollos y, en su generalidad, la buena sincronía en la que se encontraron y encuentran con los poderes públicos, entendiéndose como la mejor ayuda a los mismos por conocimiento en la materia o sector que cada uno representa.
    • Según todas las Asociaciones, sin duda, son fundamentales y han puesto su granito de arena para que la situación actual no fuera peor.
    • La crítica al desempleo en cualquier categoría nunca existió, siempre se limitaron a transmitir que cumplen perfectamente con sus obligaciones y todo dentro del apalancamiento legal existente.
    • Referente al potencial de Andalucía, siempre lo colocan como incómodo por su ritmo de crecimiento, aunque interminable por los recursos y posibilidades que posee.
    • Se repitió, en algunos casos, la muy positiva marcha de la provincia de Málaga como ejemplo a seguir por la mercantilización actual.
    • Demandan mejor profesionalización del trabajador andaluz.
    • Critican la falta de involucración del empleado en un porcentaje muy elevado.
    • Acentúan la dificultad de financiación.
    • Reconocen el peso excesivo del sector primario y reconocen la necesidad de añadir valor a sus producciones.
    • Demandan más empresas y más calidad en los nuevos mercantilistas.
    • No quisieran reconocerlo, pero son conscientes del poco potencial industrial de nuestra tierra.
    • Les pesa en demasía la sumisión política a la que se ven sometidos y por la que se ven condicionados, tanto por exceso de tramitaciones como por la falta de protección a sus producciones por falta de defensa ante el mercado internacional “Irregular” en obligaciones mercantiles, tanto laborales como productivas.
    • Todos demandan más cualificación en los gestores políticos, en la gran parte de las entrevistas acentuando la falta de conocimientos en sus materias, criticando en exceso la falta de formación mercantil de los mismos.
    • Según las peculiaridades de cada zona, personalizan necesidades provinciales o locales, como por ejemplo en el caso de Almería, en el que la construcción de balsas, depósitos, acopios o canalizaciones para almacenar y evitar pérdidas de aguas fue algo generalizado. Así como la renovación y mantenimiento de canales, acequias, redes de riego y similares, es algo que se repite continuamente en Almería. De la misma forma, en Granada son las comunicaciones las presentes en todas sus reclamaciones como principal necesidad, destaco una frase que me llamó la atención: «Granada está en el centro de todo y en medio de nada o Huelva es como si no existiera».
    • Todos demandan la necesidad de impulsar a las empresas, como motores económicos y de bienestar para Andalucía.
    • Todos reclaman mejoría en inversiones, en infraestructuras, en calidad salarial, en mejoras tecnológicas, formación, todos hablan del I+D+I, todos reclaman una modernización, más profesionalización, igualdad de género, agilidad burocrática de la administración y un largo etcétera que podemos ver repetido año tras año en los informes que presentan. En algunos casos son propuestas presentadas a la Junta de Andalucía o candidatos políticos y grupos parlamentarios con posibilidades de gobernabilidad.
    • Todos negaron que ejercieran como lobbies ante las gestiones de los distintos comités, grupos parlamentarios o gestores gubernamentales. Aunque todos desean y hacen por tener las mejores relaciones con los mismos.

En estos veintidós puntos dejé resumidas sus impresiones, las que me transmitieron, pero tengo que incorporar aquello que palpé. Resulta que todos eran muy andalucistas, pese a que algunos no eran andaluces de nacimiento. Todos entienden al país como herramienta necesaria, aunque apuntando que el olvido que sienten por parte de las instituciones, es total. Denunciando en su generalidad como destacado, la falta de inversiones en grandes infraestructuras que dudan verlas jamás. (Gestión de las aguas y comunicaciones).

En la segunda parte de esta publicación analizaremos y conoceremos las reflexiones al respecto.

Juan José Morón, colaborador de La Mar de Onuba, nació en Sevilla, en el barrio de Triana, en 1964 y se afincó en Madrid en 1989. Echó los dientes entre boletos y apuestas. Eso hizo que muy pronto, siendo menor de edad, comenzara su labor periodística confeccionando –con una vieja Hispano Olivetti y por indicaciones de su padre– análisis y cuadros de jugadas que jornada tras jornada publicaban medios como La Hoja del Lunes, El Correo de Andalucía, Suroeste, el Sevilla o el diario Pueblo. A los 25 años, tras haber dirigido compañías de logística, creó su propia empresa de transporte, obteniendo en la Universidad Autónoma de Madrid todas las titulaciones de transportes y logística oficiales que gestiona el Ministerio. Master en Gestión y Administración de Empresas por ESDEN, creó el departamento de Marketing de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), así como el de Apuestas Deportivas. Ha sido responsable de comunicación en distintas organizaciones y campañas. Ha desarrollado proyectos en la Federación Española de Fútbol (RFEF) y fue el artífice del primer plan director de la LFP. Llevado por su actitud emprendedora, innovó creando el Quinibasket, Gol es Liga y la Liga Nacional de Peñas. Siempre mirando a las quinielas, ahí quedan sus propuestas y su programa para modernizarlas. Cuenta con una amplia carrera como periodista y ha colaborado durante años con periódicos y revistas como Diario 16, Estadio Deportivo, Tiempo y Época. Asimismo, ha escrito multitud de artículos para las publicaciones de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y de la LFP. Su voz es conocida por sus mas de quince años dirigiendo programas en Radio Marca y Radio Intercontinental, donde sobresalió con sus tertulias políticas, culturales y deportivas.

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