La Cruz Roja y la Media Luna Roja lanzan una operación de apoyo a refugiados sirios en cinco países vecinos del país: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto, bajo la denominación de Madad (‘ayudar juntos’, en árabe), para mejorar las condiciones de vida tanto de las personas refugiadas como de las comunidades de acogida, con intervenciones concretas en la mejora de la Salud, la gestión de riesgos y la generación de ingresos.
El impacto de la guerra en la población siria es devastador: decenas de miles de muertos y heridos, la mitad de la población forzada a abandonar sus hogares, 13 millones de personas en necesidad de ayuda, 6.5 millones sin apenas qué comer, 4 de cada 5 personas en situación de pobreza, 1.7 millones de niños y niñas fuera del colegio, 6 millones de desplazados, 5 millones de refugiados que han cruzado la frontera… según los datos que maneja la Cruz Roja.
La guerra también afecta decisivamente a los países vecinos, que están acogiendo al mayor número de refugiados sirios. Las infraestructuras de estos países están sobrecargadas y no tienen capacidad para gestionar una afluencia tan importante de personas. Esto convierte en un ejercicio diario de supervivencia la vida de millones de refugiados y de personas que están contribuyendo a su acogida.
Por estos motivos, la Cruz Roja y la Media Luna Roja de quince países, con el apoyo económico de la UE, han puesto en marcha el proyecto ‘Madad’, (‘ayudar juntos’, en árabe) cuyo objetivo fundamental es “mejorar las condiciones de vida tanto de las personas refugiadas como de las comunidades de acogida, contribuyendo así a la estabilidad general de la región”, según destaca Conchita Villanueva, técnica de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española.
Madad, que se ejecuta en cinco países vecinos de Siria (Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto) es un proyecto multisectorial que pivota sobre dos ejes fundamentales, la promoción de la salud y el apoyo psicosocial, y el fomento de la autosuficiencia económica y la resiliencia de estos colectivos especialmente vulnerables. “La intervención médico-social fortalece y moviliza a las poblaciones en materia de salud ya que se crea además una red de voluntariado capaz de identificar y de dar respuesta a sus demandas de salud y utilizar de forma correcta y precisa los servicios de salud a este nivel”, indica Villanueva.
El alcance de Madad es brindar asistencia a un millón de personas durante un periodo de 3 años (2017-2019).
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