Viernes, 17 de marzo de 2023. Noticias caóticas del sector financiero sacuden el mundo y caen las Bolsas en Europa: el banco Credit Suisse se hunde 23% y arrastra a todo el sector financiero europeo porque su principal accionista saudí dijo que ya no le aportará capital. El banco suizo está problemas desde hace meses. A esto se une la desconfianza por altas retribuciones a clientes que debe dar el banco californiano Sillicon Valley Bank.
Unas declaraciones del presidente del Banco Central saudí pusieron a temblar este miércoles las bolsas y la banca europea. Abdul Wahed Al Khudairy dijo al canal televisivo de Bloomberg que el Banco Central saudita, principal accionista del Credit Suisse suizo, no pondría más plata para sostenerlo después de que el banco anunciara unos resultados peores de lo previsto.
Las consecuencias de las palabras de Al Khudairy fueron inmediatas y al mediodía europeo Credit Suisse perdía en Bolsa de Zúrich el 23% de su cotización. A esa decisión se suma que en Europa sigue el miedo a la situación real de bancos medianos y pequeños estadounidenses como el rescatado Sillicon Valley Bank.
El euro perdió un 1% con el dólar a las pocas horas de cotización (de 1,0735 a 1,0615 dólares por euro) y también caían los dos índices de referencia del petróleo para el hemisferio norte, el West Texas un 1,7% y el Brent un 1,6%.
Al mediodía Londres caía un 2,3%, Frankfurt un 2,7%, París un 3,1% y paneuropeo Euro Stoxx 50 un 3,0%. Bloomberg calcula que en tres horas se habían evaporado 60.000 millones de euros de cotización de la banca europea.
El Banco Central Europeo mantiene, como prevén todos los medios financieros, su senda de subida de tasas de interés porque considera que debe seguir luchando contra la inflación en Europa (está a la baja desde finales del año pasado). Ha tomado la medida de subir al 3,5% el precio del dinero a pesar de que los problemas en los mercados financieros recomendarían abaratar y no encarecer el precio del dinero. Pero se ha decidido inyectar liquidez de nuevo al sistema financiero aunque la ciudadanía puede terminar harta de apoyar a un sistema financiero que no ayuda a ser popular entre la clase media trabajadora.
La atención en Europa se centra sobre todo en la situación del Credit Swiss, segundo banco suizo, cuyas acciones apenas valen ya 1,73 francos suizos. La situación de la entidad suiza afecta de nuevo, como hace dos días, a prácticamente toda la banca europea, pero hay algunos que salen especialmente señalados, como el alemán Commerzbank, el francés Société Generale y el británico Barclays. Cada vez que hay un catarro en los mercados financieros son los señalados, aunque el Banco Central Europeo los aprueba en sus periódicos exámenes de estrés.
Credit Suisse debe conseguir más capital en los mercados financieros pero la negativa saudí, hecha además en público, le deja en mala posición. Se trata de un banco mal gestionado porque Credit Suisse lleva meses dando malas señales. Es un banco que en Europa se considera mal posicionado y que ha pasado por varios escándalos.
Credit Suisse está en la ojo del huracán desde hace meses y, a finales de 2022. Los saudíes argumentan que por motivos regulatorios no pueden poner más dinero en el Credit Suisse pero en los mercados y los medios financieros el titular manda y la noticia es que el Banco Central saudí se lava las manos ante una inversión que considera un error y que no quiere aumentar.
Credit Suisse es un gigante, muy superior al Silicon Valley Bank. De ahí el pánico en Europa.
El banco suizo tiene activos por valor de 538.000 millones de francos suizos (unos 550.000 millones de dólares), casi el triple que el rescatado estadounidense. Tiene banca privada, de empresas, gestiona activos financieros y funciona como banca de inversión. Su problema es que mientras que los bancos europeos daban beneficios en 2022, Credit Suisse dio 7.293 millones de francos suizos de pérdidas.
Las lecciones de 2008, cuando estalló la última gran crisis financiera tras la caída del estadounidense Lehmann Brothers, pueden servir para 2023. Los entonces famosos seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) para Credit Suisse están en su máximo histórico. Significa que el mercado nunca vio tan próximo su default. Los 800 puntos que marcan los CDS de Credit Suisse son el nivel que marcaba la banca griega en los peores años de la crisis financiera.
Esos CDS son un arma que se diseñó para asegurar inversiones pero que permiten especular. Cualquiera puede comprar un CDS para asegurarse ante el eventual default de un banco o un país sin siquiera tener acciones de ese banco o bonos de ese país. Así, le interesaría el default porque cobraría el seguro, el CDS.
Parece que el mundo vive en una espiral de acontecimientos caóticos difíciles de gestionar… es la Historia de la humanidad.
Francisco Villanueva Navas, analista de La Mar de Onuba, es economista y periodista financiero @FranciscoVill87
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