![audiencia-nacional-españa](https://i0.wp.com/revista.lamardeonuba.es/wp-content/uploads/2024/02/audiencia-nacional-espana.jpg?resize=640%2C350&ssl=1)
Ahora que estamos entre carlestolendas y cuaresma es tiempo propicio a comer torrijas judiciales ….. en Suiza.
![](https://i0.wp.com/revista.lamardeonuba.es/wp-content/uploads/2022/02/avatar-Alberto-revuelta-150x150-1.jpg?resize=150%2C150&ssl=1)
Martes, 20 de febrero de 2024. La Oficina Federal de Justicia de la Confederación Helvética (Suiza para los normalitos) no acepta cursar la comisión rogatoria del juez español de la Audiencia Nacional – el único, el fantástico, el fabuloso que lleva cuatro años aferrado a una investigación de la que trae causa la decisión suiza – al no ver, entre otras cosas pruebas de la implicación de la persona objeto de la rogatoria rechazada.
Alguna consideración: 1/ la inamovilidad de jueces y magistrados deriva de un nombramiento reglado con obligaciones y derechos; 2/ en tanto funcionarios públicos están obligados a no dilapidar, malgastar o emplear indebidamente los haberes del Erario público que les permiten cumplir su función; 3/ una familia monoparental compuesta de madre y tres niñas de ocho años para abajo debe devolver la cantidad percibida como Ingreso Vital Mínimo al haber sido recogida por los abuelos de las niñas y detectar los magníficos funcionarios de Inclusión que constituyen una unidad familiar única y, por lo tanto ni la madre ni las niñas tiene ese derecho que despilfarra el erario, ni a comer, claro. 4/ mientras ninguno de los vocales del extinto Consejo General del Poder Judicial, ni los superiores jerárquicos reglados de la Audiencia Nacional, ni los inspectores de las mil y una inspecciones que cobran de ese erario, han caído en la cuenta de que presuntamente presumidamente se está dilapidando en milk&picon el dinero de nuestros impuestos por presentar sin pruebas comisiones rogatorias ante tribunales extranjeros basadas en las presunciones cardiovasculares togadas del firmante de la comisión rogatoria. 5/ estamos, claro, en un estado de derecho y el tristísimo rostro del actual presidente del extintisimo Consejo General del Poder Judicial se ensombrece en gris marengo al pedir que todo el personal deje en paz a los jueces sin responder a la pregunta de por qué los jueces no dejan en paz al personal. Ahora que estamos entre carlestolendas y cuaresma es tiempo propicio a comer torrijas judiciales ….. en Suiza.
Alberto Revuelta Lucerga es abogado
Sea el primero en desahogarse, comentando