Parece que todo sopla a favor de España en dos primeros meses del año nuevo, tras muchas incertidumbres desde la primavera del 2019 y el pánico de muchos compañeros economistas después del verano, todo ha ido tornando a mejor. Después de un retroceso económico como no había sufrido España desde la guerra civil que abarcó del 2009 a 2016, con ajustes durísimos, reformas salvajes, economía rescatada por Europa al sistema financiero en 2013 (un drama y una vergüenza para un país como España que recibió cada tres meses a los “señores de negro” de Bruselas a controlarlo todo…), y una pérdida de nivel adquisitivo real para la ciudadanía que aún no se ha recuperado….pues parece que nuestro querido país, sus trabajadores y su tejido empresarial, guiados por responsables en el Ministerio de Economía (unos y otros) saben hacer las cosas para salir adelante.
¿Que ha ocurrido tras el verano para el cambio de ambiente económico?…me lo preguntan sin parar. Todo estaba enrarecido pero la causa principal eran los famosos aranceles y la limitación al comercio internacional por parte de los EEUU y su presidente; la jugada salió bien para los norteamericanos que hicieron que la República Popular China se sentase y pactase acuerdos entre los dos gigantes. A esto se unió un enorme debilitamiento de Alemania, que es nuestra locomotora y guía de nuestro crecimiento. Las causas eran un descenso industrial del sector automotor debido al impacto de los aranceles de los americanos y el lío que tenemos en Europa con los coches y su futuro más ecológico….¿compramos híbridos o eléctricos? ¿dejamos de hacer ya el diésel y la gasolina o esperamos?, muchas dudas unido al cierto agotamiento de la Europa del este (mercado alemán mayoritario).
Los aspectos políticos no ayudaban tampoco, la repetición de elecciones en España añadía mucha incertidumbre a un panorama muy fragmentado pero con un claro liderazgo destacado del PSOE. Parece evidente que la ratificación de resultados en noviembre respecto a las elecciones de abril han dado estabilidad al país que es lo que requiere ahora. Todos los agentes del sistema financiero y empresarial hubiesen preferido un gobierno de mayoría absoluta del PSOE y Ciutadants, pero el ego y echarse en manos de la ultraderecha del partido supuestamente centrista lo eliminó del mapa político. Una enorme pena para las expectativas empresariales de nuestro país. Y así llegamos a Navidad con estabilidad en los mercados y muy altos niveles de consumo.
El estado se está financiando casi gratis y existen subastas de deuda española al 0%, un chollo para aplicar mejoras para la ciudadanía; otrora famosa prima de riesgo española se sitúa en apenas 55 puntos básicos algo inédito desde 2006. También se ha incrementado el consumo privado de forma notoria en la pasada navidad; hay sitios como Catalunya y Madrid en los que se ha disparado con lo que ello conlleva. Los precios están estables con IPC de menos del 2%, pero lo mejor para muchos economistas es que la deuda pública del reino de España ha registrado el mayor descenso en un año desde hace una década del 100% al 94%…impresionante.
Las exportaciones han crecido el 9% en un año, y el dato del turismo casi 80 millones ha sido mejor de lo esperado. La inversión privada también marcha al alza lo que genera expectativas. Pero lo que particularmente veo mejor es el empleo; por primera vez se crean puestos de trabajo con un crecimiento entre el 1% y el 2%, algo inédito en nuestra economía.
Los mercados de renta variable también han comenzado el rally y el IBEX35 ha roto el techo de los 10.000 puntos por fin después de muchos años y ya está en máximos en 36 meses. Los beneficios empresariales han subido discretamente pero lo han hecho: el sector bancario anda más descolocado y, aunque con beneficios gracias a Latinoamérica, tiene problemas de morosidad y eso nunca es bueno. Los pocos bancos que tenemos se podrían ver aún más reducidos y pienso que eso es una mala noticia siempre. El BBVA y el Santander están apoyando mucho esta recuperación pero los pequeños deben subsistir.
Las previsiones de la Comisión Europea para el crecimiento económico en el barómetro de invierno reflejan la situación dulce de nuestra economía. De entre las grandes economías del bloque, la española será la que más crecerá este año. El Ejecutivo comunitario elevó las previsiones y, en línea con el Gobierno de Pedro Sánchez, espera que el PIB crezca el 1,6% en 2020 y el 1,5% en 2021. Bruselas destaca en el informe que la desaceleración fue finalmente “más suave” de lo esperado el año pasado, cuando España acabó creciendo el 2%, una décima más de las expectativas. La Comisión cree que este año su tasa de crecimiento se estabilizará alrededor del 0,4% trimestral gracias al consumo, la inversión privada y las exportaciones.
Aunque la economía europea sigue anclada en un territorio de incertidumbre. La tregua comercial entre Estados Unidos y China y la culminación del Brexit infundió optimismo en Bruselas. Pero incluso esas incógnitas siguen sin estar despejadas. El titular europeo de Economía, Paolo Gentiloni, señaló que “el alto grado de incertidumbre en torno a la política comercial de EE UU sigue siendo una barrera para una recuperación generalizada del sentimiento empresarial”. La UE se enfrenta, además, a un riesgo mucho más cercano en lo geográfico: la posibilidad de un Brexit salvaje en caso de llegar a diciembre sin un acuerdo comercial con el Reino Unido. También el coronavirus puede provocar un descenso del consumo con el gigante comunista.
De las cuatro grandes economías europeas que quedan tras la salida de Reino Unido, España lidera la previsión de crecimiento con el 1,6%, Alemania y Francia crecerán al 1,1%, e Italia a un triste 0,3%. La Unión Europea en su conjunto de 27 socios se irá al 1,4% de media. Los líderes del crecimiento serán las socialistas Malta con el 4,0% y Rumania con el 3,8%, seguidas de la liberal Irlanda con el 3,6%, las ultraderechistas Polonia con el 3,3% y Hungría con el 3,2% que cierran la lista de los aventajados.
Son previsiones y son ya realidades en muchos casos, y su consecución será globalizada porque jamás una crisis internacional se achacará a un determinado dirigente…eso fue en otros tiempos. Lo que sí se puede afirmar es que las políticas que fuercen al pacto comercial serán las que los mercados premien y de forma notable…..¿serán los Estados Unidos de América?.
Francisco Villanueva Navas, analista financiero de La Mar de Onuba, es economista y periodista.
Sea el primero en desahogarse, comentando