por Ana Mª Luis de Otero
La ONU ha sido tajante en materia de tauromaquia. El comité de los Derechos del Niños se ha pronunciado en contra de que en España niños y adolescentes presencien eventos, actividades y corridas en donde tiene lugar la violencia extrema.
La Convención de los Derechos del Niño que fue aprobada en 1989 y después ratificada por todos los países miembros de la ONU, así como por las cortes españolas con el fin de proteger a la infancia y adolescencia, está por encima de los criterios de los padres y por ello, obliga a los poderes públicos a tomar medidas para garantizarlos, añade el coordinador de la asociación parlamentaria en Defensa de los Derechos Animales (APDDA).
“La tauromaquia supone una extrema violencia para la infancia. Debería prohibirse para todos los niños menores de 18 años. No solo los niños toreros, sino también aquellos que asisten como espectadores. En el Comité estamos muy preocupados por proteger a los niños de estar expuestos a dicha violencia. Y esperamos que el Gobierno de España y de sus diferentes comunidades prohíban su participación en actividades taurinas”, comenta Gehad Madi, miembro del Comité de los Derechos del Niño.
En este sentido, la ley ampara el derecho a los niños a desarrollarse física, mental, moral y socialmente de forma que se garanticen los mismos de forma que la participación de menores en eventos taurinos pone en riesgo su integridad física y mental.
La legislación española sí protege a la infancia de la exposición a la violencia pero hace honrosas excepciones en las fiestas de pueblos en donde se torturan becerros, vaquillas, toros, y también en las corridas o eventos taurinos en donde se palpa la tortura, la violencia y el ensañamiento. Un clara contradicción entre los tratados de protección a la infancia que España ha firmado y asumido.
Esto ha tenido lugar en Ginebra el pasado 22 de enero y en las conclusiones no se convenció al comité que insta a España a modificar la legislación y a prohibir la aparición de niños en estos eventos y actividades taurinas. De esa forma el principio del interés superior del niño que es la esencia de la convención, prevalece sobre el derecho de acceso a la cultura. Una circunstancia que las autoridades españolas tendrán que valorar para rehacer la ley y proteger verdaderamente a los niños y adolescentes de la violencia, que según palabras del comité, solamente engendrará más violencia considera que la tauromaquia, solo fomenta eso.
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