Algunas empresas se niegan a dar de baja a sus trabajadores para que no puedan acceder a las medidas del Gobierno y sigan trabajando.
JHL asegura haber recibido, “extraoficialmente”, información de que la Inspección de Huelva “no se considera competente y que la situación está «fuera de sus competencias».
La patrona Asaja ‘advierte’ al Gobierno: «No hay suficiente personal en el campo».
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Dada la situación que vivimos y ante todas las incógnitas y la preocupación que nos estais…
Publicada por Jornaleras de Huelva en lucha en Viernes, 20 de marzo de 2020
JHL se refiere a la denuncia registrada el pasado martes ante la Inspección de Trabajo, en la que, como informaba La Mar de Onuba, daba cuenta de “graves incumplimientos por parte de las empresas de las medidas básicas de protección respecto al contagio del COVID19”.
El colectivo de trabajadoras citaba expresamente a nueves grandes empresas del sector de los frutos rojos en las que, según el escrito dirigido a la Consejería, no se ha tomado “ninguna de las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Trabajo del Gobierno de España para evitar la propagación de este virus y esta enfermedad entre las personas que allí prestamos nuestros servicios”.
Según explica en una nota de prensa, Jornaleras de Huelva en Lucha ha recibido en la última semana “un sinfín” de llamadas de trabajadores y trabajadoras agrícolas, empleados en la actualidad en la campaña de recolección del fruto rojo en la comarca, que alertan de “graves incumplimientos por parte de las empresas de las medidas básicas de protección respecto al contagio del COVID19”.
«Trabajadores obligados a trabajar sin mascarillas ni guantes, o sin respetarse las medidas de distanciamientos de seguridad tanto en explotaciones agrícolas como almacenes. En algunas situaciones la empresa no garantiza ni el acceso al agua ni a las medidas de desinfección”, asegura JHL.
“En un sector altamente precarizado, con un convenio colectivo que establece un salario inferior al mínimo profesional, estos incumplimientos están quedando impunes y los trabajadores siguen expuesto a un alto riesgo de contagio del COVID19”, sostiene el colectivo, que el pasado martes puso los “numerosos testimonios” en conocimiento de la Inspección de Trabajo de Huelva, a la que solicitó que actuara investigando las situaciones y sancionando a las empresas incumplidoras. “Sin haber recibido respuesta hasta el momento”.
JHL asegura en su nota de prensa haber recibido, “extraoficialmente”, información de que la Inspección de Trabajo “no se considera competente para actuar y considera la situación fuera de sus competencias de inspección en materia laboral, correspondiendo las mismas a la Consejería de Salud en calidad de su autoridad sanitaria”.
Ante dicha respuesta, el colectivo de mujeres jornaleras de Huelva ha dirigido una solicitud expresa a la Consejería para que intervenga. Asimismo, ha enviado escritos a varios ayuntamientos para que “en ejercicio de sus competencias de Seguridad Pública comprueben estos hechos y clausuren las actividades económicas que estén poniendo en grave riesgo la salud de los trabajadores según establece el art. 5, punto 2, del Real Decreto de estado de alarma”.
JHL finaliza su nota aseverando que, “de ser ciertos estos hechos, miles de trabajadores agrícolas están en grave riesgo para su salud y la de sus familias en la provincia de Huelva en este momento”.
La declaración del estado alarma a causa de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 está creando situaciones en el sector agrícola onubense (y otros) para las que las trabajadoras y los trabajadores del campo piden atención, ayuda y defensa por parte de la Administraciones Pública.
Por un lado, como adelantaba el pasado martes esta revista, el colectivo Jornaleras de Huelva en Lucha está recibiendo multitud de llamadas y mensajes de WhatsApp que indican que no son pocas las empresas del sector de los frutos rojos en las que no se están cumpliendo las necesarias medidas de prevención e higiene para evitar la propagación del coronavirus, motivo por el colectivo ha pedido la intervención de la Inspección de Trabajo. la Guardia Civil y, este mismo viernes, de la Consejería de Salud.
Por otro, también destacan el gran número de trabajadores que nadan en el desconcierto ante las distintas y contradictorias informaciones respecto de sus derechos laborales tras la declaración del estado de alarma. Según ha podido conocer La Mar de Onuba, hay trabajadores que refieren no saber si pueden pedir la baja voluntaria y acceder las ayudas del paquete económico aprobado por el Gobierno. Otros aseguran que sus empresas se niegan a recoger los escritos, sustentados en el Estatuto de los Trabajadores, en los que solicitan la dispensa de acudir al tajo en tanto no se garanticen su seguridad y sus derechos. Algunas empresas incluso han rechazado dar de baja a los jornaleros que han comunicado su negativa a seguir trabajando en esas condiciones. Los trabajadores temen que, de esta forma, no puedan acceder a las medidas de protección decretadas por el Gobierno, al figurar como trabajadores en activo. Las fuentes consultada estiman que se trata de una maniobra para forzar la vuelta de los jornaleros temerosos del Covid-19 a los tajos.
Crisis de personal en los campos onubenses
El sector de los frutos rojos está acusando estos días el varapalo que ha supuesto para la industria agrícola onubense el cierre de fronteras con Marruecos, que impide la llegada de más 10.000 mujeres jornaleras contratadas en origen, y la suspensión de la libre circulación de ciudadanos europeos en el espacio Schengen, lo que, además, ha paralizado la llegada de jornaleros de origen búlgaro, polaco y rumano.
A nivel local, las limitaciones impuestas en el tráfico de vehículos también afecta al sector, ya que los autobuses que desplazan a los jornaleros han sufrido severas restricciones en cuanto al número de viajeros, y porque no son pocos los trabajadores que carecen de coche propio o recursos para desplazarse por sus propios medios hasta las explotaciones de berries.
Este viernes, la patronal Asaja ha emitido un comunicado en el "advierte" al Gobierno que "en estas condiciones es imposible mantener la actividad agrícola". Asaja se queja de que "la situación en los campos onubenses se está volviendo insostenible a causa de la indeterminación de las normas fijadas dentro del Decreto de Alarma, los constantes cambios de criterio y la imposibilidad de contar con trabajadores suficientes para sacar adelante las campañas de recolección en curso, especialmente la de los frutos rojos".
"Así las cosas", asegura la asociación patronal, "Asaja-Huelva advierte muy seriamente al Gobierno que es absolutamente imposible mantener una actividad productora normal, tal y como el propio Estado exige teniendo en cuenta que el sector primario es de actividad obligatoria para poder suministrar a la población alimentos y materias primas de primera necesidad y evitar el desabastecimiento y sus lamentables consecuencias". "En definitiva", añade el comunicado, "Asaja-Huelva recuerda al Gobierno que soplar y sorber al mismo tiempo es, simplemente, imposible".
Para esta patronal, "los cambios de criterio en lo relativo al transporte de trabajadores se ha convertido en un galimatías que los propios empleados deben resolver cada día". (...) "La reducción en la capacidad de los vehículos", dice Asaja Huelva, "deja fuera a cientos de trabajadores que no tienen vehículo o carnet de conducir y no pueden acudir a sus puestos, o puede provocar sanciones a personas que lo único que pretenden es ir a trabajar siguiendo las directrices que ayer eran válidas, pero hoy ya no. En el caso de los autobuses, la reducción de la capacidad a un tercio limita sobremanera el transporte, puesto que tampoco es posible acceder a una flota de vehículos tan numerosa como para compensar el límite de aforo".
"Por otro lado", añade la patronal, "a la imposibilidad de contar con el contingente de trabajadores con contrato en origen procedente de Marruecos, se suma el bloqueo de autobuses con trabajadores comunitarios procedentes de países como Rumanía, que venían a trabajar como cada año, y que tampoco pueden llegar a nuestra provincia. Si tampoco pueden ir a trabajar los locales porque no pueden compartir vehículo, la ecuación es muy simple: no hay suficiente personal en el campo".
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