
por Manuel Vicente. Director del programa Huelva en la Onda de Onda Cero Radio
La Huelva del descubrimiento renace de sus cenizas, como el Ave Fénix, para creer en sí misma y en su patrimonio arqueológico.
Qué poco interés mostramos los onubenses por todas aquellas cosas de Huelva de las que tendríamos que sentirnos orgullosos. Pongamos como ejemplo el Banco de España, el Muelle del Tinto o el yacimiento del seminario expoliado hace unos meses por unos desaprensivos que poco o nada conocen de la historia de una ciudad milenaria cuyos primeros vestigios se remontan a los tartesios. Después llegaron fenicios y romanos, civilizaciones que dejaron un legado incalculable que no hemos sabido poner en valor.
Ahora surgen grupos y movimientos dispuestos a abanderar “una causa” que mucho me temo perdida por la ineficacia de unos pocos y el desinterés de muchos…
Mientras que en Huelva destruimos yacimientos y derribamos edificios, en otras ciudades las autoridades no permiten que nada se pierda y reconvierten espacios, como el antiguo Mercado del Carmen, en zonas de ocio y divertimento. Cuestión de prioridades para unos pocos que todavía hoy sucumben ante la fiebre del ladrillo.
Con las elecciones prepárense de nuevo para escuchar promesas que quedaran en muy poco o en nada tras el 26 de junio. Son tantos los incumplimientos, no solo respecto al patrimonio, que ahora nos movemos entre la incredulidad y el despecho, el enfado y el desánimo…
A ver quién es capaz de romper este círculo y ofrecernos algo de ilusión y confianza en el futuro.
Los que un día decidimos quedarnos en esta ciudad merecemos verla crecer sin miedos y complejos, seguros y convencidos de que nuestra apuesta fue acertada.
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