
Desde las 20.30 hasta las 21.30 horas se ha apagado la iluminación de la fachada del Ayuntamiento y la Casa Colón, así como de las tres fuentes ornamentales de la Avenida de Andalucía y de la Plaza de las Monjas.
La Ciudad de Huelva, encabezada por su Ayuntamiento, se suma un año más a la campaña ‘La Hora del Planeta’, iniciativa que se ha celebrado a escala internacional este sábado, de 20.30 a 21.30 Horas, y que este año llevaba por lema ‘Apaga por la naturaleza en la hora del planeta’.
La Hora del Planeta nació hace más de una década en Sidney, en 2007, como gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático.
Un sencillo gesto que consiste en apagar las luces de hogares, negocios, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora. Una sencilla acción que después articularía un creciente movimiento mundial por el Planeta.
Ya forman parte del movimiento de defensa de la naturaleza miles de ciudades de 188 países que apagaron más de 17.000 monumentos y edificios icónicos, uniendo a ciudadanos, empresas, ayuntamientos e instituciones para, entre todos, “cambiar el cambio climático”.
La Hora del Planeta pide la unión los ciudadanos, ayuntamientos y grupos políticos, empresas y organizaciones, para lograr un mundo más respetuoso con la naturaleza, yas que con esta acción mundial se pretende contribuir a concienciar a la población de la importancia de actuar juntos en el mundo y de forma urgente contra el cambio climático. En el caso de la capital onubense apagando la iluminación de la fachada del Consistorio y la Casa Colón, así como de las tres fuentes ornamentales de la Avenida de Andalucía y de la Plaza de las Monjas.
En la actualidad la Hora del Planeta promueve acciones directas para luchar contra el cambio climático y desarrollar iniciativas de conservación más allá de la acción climática. Y así, la Hora del Planeta se ha convertido en una oportunidad única en defensa del Planeta, promoviendo estilos de vida sostenible, fomentando el desarrollo renovable, conservando nuestros bosques, mares y recursos naturales o luchando contra la pérdida de biodiversidad.
Dependemos de la naturaleza para vivir. No solo nos da el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos, medicinas y el refugio que necesitamos, sino que sustenta el propio sistema económico mundial. Sin embargo, la destrucción de hábitats, el tráfico de especies, la contaminación y el cambio climático está provocando una degradación de la naturaleza sin precedentes.
Pero también estamos viviendo una transición ecológica que es imparable. Por fin, gobiernos, ciudades, empresas y ciudadanos de todo el mundo se están movilizando y miles de iniciativas en favor del clima y la naturaleza se están produciendo.
Sea el primero en desahogarse, comentando