González Flores recupera la memoria de la revuelta obrera de Arroyomolinos de León de 1932

El investigador serrano saca a la luz imágenes y documentos de aquel triste suceso.

Antonio Fernández Tritancho.

La hambruna que azotó gran parte de la comarca de Sierra desde principios de los años 30 del siglo XX, unido a un paro endémico y a unas deplorables condiciones socio sanitarias, propias de otra época, fueron caldo de cultivo donde germinaron más de una treintena de huelgas, revueltas y ocupaciones de fincas, que tal como reflejó la prensa de la época se extendió «… de punta a punta de la Sierra…».

El clima de conflictividad social fue en aumento, con un número de desempleados muy alto y muy pocas posibilidades de encontrar trabajo. Los patronos, por su parte, aprovechaban esta situación para pagar bajos salarios y mantener unas condiciones laborales de auténtica miseria.

Para intentar paliar esta penuria se crearon más de una docena de Sociedades y Círculos Obreros, que en la medida de sus posibilidades dieron amparo a los trabajadores.

 

Sin embargo, las protestas, huelgas y revueltas fueron subiendo de intensidad en los primeros años 30 en todo el país. Una de las más significativas de entre las que sucedieron en la Sierra fue la que tuvo lugar en Arroyomolinos de León en 1932, que ha rescatado del olvido el investigador Santiago González Flores en una publicación en redes sociales.

En este municipio fueron detenidos 32 obreros y se produjeron graves enfrentamientos con la Guardia Civil a las que les fueron arrebatadas las armas. Dos miembros de este cuerpo militar resultaron heridos graves

El alguacil del Ayuntamiento, José Sánchez, fue golpeado y herido junto a la casa de la vivienda del alcalde, en el transcurso de unos sucesos que condujeron al aumento de efectivos policiales en la comarca y también a la elaboración de los llamados ‘Informes de filiación’,  donde se recogían con sumo detalle datos de aquellos ciudadanos que participasen en movimientos sociales.

Este suceso, acaecido el día 5 de octubre de 1932, y fue recogido en diversos medios de comunicación de la época. Algunas fuentes califican este hecho como una huelga general y la atribuyen a CNT y la FAI. El diario ‘Ahora’ ofrece en su propia portada una desgarradora imagen de los familiares de los “revoltosos” a la puerta de la cárcel donde ingresaron, y habla de que desarmaron a cuatro guardias civiles.

En su interior, este medio publica una doble página profusamente ilustrada con fotos del suceso. Entre ellas, los obreros reducidos, los familiares vigilados por las fuerzas del orden o el propio alguacil arroyenco al que “dejaron sin sentido cuando acudía a dar aviso de los sucesos” al alcalde, a cuya puerta de su vivienda fue golpeado.

También se da muestra del pequeño caserío donde buscó refugio un guardia civil y se menciona a los guardias Ortega, Juan Martín González y Rafael Gálvez, así como a los considerados como inductores del suceso. Finalmente, se muestran los fusiles que le fueron arrebatados a los guardias y que “destrozaron completamente” y también una imagen del momento en que se reconstruyeron los hechos, como queda demostrado en las fotos de Gonsanhi.

Antonio F. Tristancho, colaborador habitual de La Mar de Onuba es un comunicador rural. Conoce cada palmo de La Sierra y lo refleja en sus reportajes y crónicas, plagadas de recuerdos y emociones. Abogado, asesor, gestor cultural, periodista, community manager y experto en turismo, entre otras experiencias, se considera, ante todo, un serrano que siempre tiene presente a su comarca y a sus gentes.
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