Lunes, 20 de noviembre de 2023. Javier Milei, el candidato de la extrema derecha, se ha impuesto en las elecciones argentinas por más del 11% de los votos, un hecho inédito desde el retorno de la democracia. La Argentina vive una conmoción política de carácter histórico con el triunfo de la extrema derecha por primera vez desde el fin de la dictadura. Milei, un economista ultraneoliberal de 53 años, seguidor de los postulados de la escuela austríaca, se convirtió en el nuevo presidente tras obtener el 55,69% de los votos en el balotaje y derrotar al candidato peronista, Sergio Massa, que obtuvo el 44,3% de los sufragios. La elección que culminó anoche lleva a la presidencia a un outsider de la política que será acompañado por Victoria Villaruel, una portavoz de los militares del genocidio perpetrado por la última dictadura militar que asoló la Argentina entre 1976 y 1983.
El candidato peronista de Unión por la Patria y actual ministro de Economía del gobierno de Alberto Fernández fue el primero en salir a hablar pasadas las 20 horas (hora argentina) para reconocer la derrota. “Los resultados no son los que esperábamos. Me comuniqué con Milei para felicitarlo”, dijo Massa, golpeado por unos resultados adversos. El dirigente peronista dijo que en la jornada se ratificó que “la Argentina tiene un sistema democrático fuerte, sólido, que respeta los resultados” y agregó que “Javier Milei es el presidente que los argentinos eligieron para los próximo cuatro años”. El ministro de Economía señaló además que le pidió al presidente Fernández que ponga en marcha la transición del manejo del Estado al nuevo gobierno y que para él “termina una etapa política en su vida”, ya que lo deparan “otras responsabilidades”. Inmediatamente pidió licencia al frente de la cartera de Economía hasta que la asuman las nuevas autoridades.
Por su parte, Javier Milei tomó la palabra posteriormente es su centro de campaña antes de la 22 horas. Tratando de desplegar un discurso moderado en sus formas, el presidente electo salió a decir que “comienza el fin de la decadencia argentina” y pidió al gobierno actual que se haga cargo de su mandato hasta el final. Además, agregó en forma contundente que “no hay lugar para el gradualismo, no hay lugar para la tibieza, no hay lugar para medias tintas”, dando así un claro mensaje de los cambios estructurales de ajuste en shock que pretende llevar adelante. ¿Podrá? Y si puede, ¿cuánto de sus ideas de campaña de tono radicalizado podrá ejecutar? No faltó en su discurso la evocación mística de un hombre que dice hablar con su perro muerto: Milei señaló que las fuerzas de su triunfo “vinieron desde el cielo”.
Mientras tanto, en la puerta del hotel Libertador, donde Milei montó su centro de campaña y permaneció alojado desde la primera vuelta del 22 de octubre, miles de seguidores se agolparon para festejar hasta la madrugada. También en el Obelisco, el emblemático monumento porteño que siempre se convierte en centro de festejos políticos y deportivos. Entra las banderas argentinas desplegadas por los simpatizantes de Milei también si vio flamear una que decía “La Julio Argentino Roca”, en alusión al presidente argentino que llevó adelante el exterminio de los pueblos originarios en el siglo XIX.
De esta manera, la extrema derecha argentina capitalizó el voto bronca contra un Gobierno que incumplió muchas de sus promesas de campaña que apuntaban a la recuperación de las condiciones de vida de las mayorías populares tras el Gobierno de Mauricio Macri, que dejó un país endeudado con el Fondo Monetario Internacional por casi 57.000 millones de dólares. La fórmula libertaria ganó en 21 de las 24 provincias del país.
Argentina registra más de un 40% de pobreza que afecta a más del 56% de los niños, según las últimas mediciones oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). También Milei recibió la mayor parte de los votos de la derecha tradicional de Bullrich-Macri, quienes tras la primera vuelta habían anunciado su apoyo explícito al candidato de la Libertad Avanza. Macri salió inmediatamente a felicitar a Milei en sus redes sociales.
Transición y resistencia
A partir de ahora se abre en la Argentina una inédita transición hasta la asunción del nuevo Gobierno de extrema derecha que ingresará en la Casa Rosada el 10 de diciembre. En los próximos días se conocerá cómo quedará conformado el nuevo gabinete de ministros de Gobierno, teniendo en cuenta que también se conocerá el acuerdo logrado con Mauricio Macri. Lo trascendido hasta ahora es que el expresidente ubicaría hombres de su confianza en ministerios clave como el de Economía y la Cancillería.
Sin embargo, el dato novedoso e inédito es que, por primera vez desde la salida de la dictadura, triunfa en una elección nacional el espacio político que hizo su campaña electoral reivindicando los crímenes de este oscuro periodo, planteando la impunidad de los asesinos y negando la cifra de 30.000 desaparecidos. Además, se trata de una fuerza política que reivindicó la etapa neoliberal abierta por el presidente Menem en la década del 90 y prometió cerrar el Banco Central, dolarizar la economía, abrir irrestrictamente las importaciones, privatizar empresas públicas y atacar una serie de derechos históricos logrados por la lucha popular, como demostró hace muy poco el movimiento de los feminismos y la diversidad sexual que en la Argentina logró la ley al aborto, el matrimonio igualitario o la ley de identidad de géneros, entre otros logros.
Milei ha acuñado un discurso, en consonancia con las extremas derechas en el mundo, que pone en cuestión toda la institucionalidad vigente. Expresa, además, su admiración por Margaret Thatcher y planteóa una postura contraria a la tradición diplomática argentina con respecto a las islas de Atlántico Sur, al señalar que apoyaba el derecho a la autodeterminación de los kelpers —colonos británicos de las Malvinas—. Hasta llegó a cuestionar los artículos 14 y 14 bis de la Constitución Nacional, que protegen el derecho al trabajo y a la vivienda, a los que calificó como una expresión legal de “esa aberración que es la justicia social”. Todo resultó poco para la agenda que fue planteando Javier Milei a lo largo de estos años, alimentado por el mainstream televisivo que lo usó para su rating, instalando temas como la libre venta de órganos o de niños, o la libre tenencia de armas.
Debilidad en las cámaras
Un nuevo momento histórico comienza en la Argentina y la posibilidad de una reconfiguración del régimen político, pero que Milei pueda llevar a la práctica o no, sus ideas reaccionarias es un interrogante. El libertario ha conquistado un importante punto de apoyo en la derechización expresada en el proceso electoral culminado este domingo 19 de noviembre. Sin embargo, el futuro Ejecutivo de La Libertad Avanza no tendrá un cheque en blanco para su plan de gobierno.
El nuevo gabinete de extrema derecha en la Argentina, que ha recibido el apoyo internacional de otros dirigentes ultraderechistas como el brasileño Bolsonaro o el chileno Kast, se topará desde el comienzo con numerosas contradicciones y debilidades. La fuerza política de Milei no tendrá mayoría parlamentaria. Tampoco posee ningún gobernador provincial de su espacio político, un factor de poder vital para el armado político de la Argentina. Además, la situación y la tradición de lucha de los movimientos sociales y de trabajadores en la Argentina prometen una fuerte resistencia a cualquier medida reaccionaria que intente avanzar sobre los derechos adquiridos. Comienza una nueva etapa en la Argentina que no promete ser demasiado apacible y sí muy convulsionada.
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La anomalía empírica de las elecciones en Argentina, donde dos más dos no suman cuatro
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