De propuestas enrevesadas y cansinas

RTVE
José Luis Pedreira Massa

Hoy pensaba escribir sobre un asunto social de relevancia y preocupación creciente. Había iniciado las primeras líneas cuando, así de pronto, me hacen llegar la propuesta de acuerdo de UP. Claro el documento hace que tome actualidad y son 119 páginas que hay que leer detenidamente. Cambio de prioridades. La realidad pesa y nos puede, va demasiado rápido. Así que a leer el documento, a pensar y a escribir otro artículo, para lo que hay que cambiar las fuentes de consulta y, sobre todo, la cabeza.

La realidad es que han tenido trabajo para sintetizar, ordenar y cribar lo que planteaban en su programa electoral y lo que solicitaron en el mes de julio en las negociaciones, luego han tomado prestadas alguna de las propuestas y nomenclaturas utilizadas por el Candidato Socialista. La estructura del documento es impecable en los primeros 13 capítulos en 110 páginas de desarrollo. Se abordan, de forma muy desigual en extensión y profundidad casi todos los temas candentes: Trabajo y Seguridad Social; Educación; Sanidad; Feminismo y derechos LGTBI; Reto demográfico, mundo rural, movilidad e infraestructuras; Anticorrupción, transparencia, democracia, diálogo y garantía de los derechos y libertades de los ciudadanos; Vivienda; Cultura; Servicios Sociales; Fiscalidad y economía; Emergencia climática y transición ecológica de la economía; Avance tecnológico, nueva economía y transición digital, y, por fin, España en Europa y España en el mundo.

Una cuestión que sorprende es que se dice en el documento que se han reunido con cerca de 300 colectivos de la sociedad civil, es decir si el Candidato socialista lo hizo, nosotras también, no vamos a ser menos y además con más colectivos y que sigan las negociaciones “en el punto en que lo dejamos”. No han tenido mucho tacto, no se han manifestado cuidadosos ni respetuosos.

No se preocupen que la valoración que haremos aquí será solamente de forma general y utilizando como ejemplo una de las propuestas programáticas que, habitualmente suele ser la olvidada de los debates electorales: la Sanidad (capítulo3 y a la que dedican algo más de 5 páginas). Se suele decir que la sanidad no hace ganar elecciones, pero las puede hacer perder, quizá por ello los políticos españoles le tienen un especial olvido o dicen generalidades llenas de obviedades. En primer lugar habrá que decir que fue uno de los Ministerios que le fueron ofertados en el mes de julio y que despreciaron por decir que no tenía contenido, según sus apetencias y deseos de influencia y visibilidad. Los trabajadores sanitarios quedamos muy sorprendidos por lo despectivos que fueron desde UP con la sanidad, siendo como es uno de los pilares, fundamentales del Estado de Bienestar.

No es de recibo que verbalicen que el Ministerio está vacío porque está transferido a las Comunidades Autónomas, porque esta razón es una verdad a medias que no una media verdad, el Ministerio tiene la labor de coordinación de las políticas sanitarias del conjunto del Estado, una labor de armonización, de liderazgo fundamental en temas clave como la farmacia, la investigación y sus programas de I+D+i, la legislación general sobre Recursos Humanos, el planteamiento de la Salud Pública y el Registro General de Epidemiología, por citar solo alguna de las funciones complejas y complicadas del Ministerio, por no recordar la cuantía económica que tiene el Ministerio: la nada despreciable cifra de 72.000 M de Euros (15% del gasto público), lo que representa el 6,5% del famoso PIB, ese gasto supone 1.559 Euros/habitante; 7 de cada 10 Euros se dedican a asistencia curativa, rehabilitación y cuidados de larga duración; 11.000 M de Euros van a recetas de medicinas; 7.000 M de Euros en Farmacia Hospitalaria y 4.500 M de Euros en Productos sanitarios y en torno a 30.000 M de Euros se dedica a los profesionales sanitarios en su conjunto. Vamos, según UP una nimiedad, sin contenido.

Bueno pues en esta propuesta de programa (espero que de negociación) las páginas dedicadas a Sanidad me han sorprendido porque hay cuestiones curiosas: Muchas de las propuestas que realizan están iniciadas o esbozadas por el actual equipo Ministerial (p.e. la estrategia de Atención Primaria, Universalización de la asistencia). Otros puntos están en fase de estudio (p.e. el copago de medicamentos por parte de los pensionistas). Un tercer grupo pertenece a las propias propuestas electorales socialistas que están en estudio (p.e. la progresividad de la salud buco-dental, la ley de eutanasia) La actualización de la Estrategia de Salud Mental que incluye un protocolo contra el suicidio, ya estaban en la agenda del Equipo Ministerial y del Consejo Asesor. Existe algo un poco confuso: contempla la Atención Temprana, pero omite la necesidad de ser desarrollada por profesionales formados en los trastornos mentales de la infancia de forma específica. El diseño de una política adecuada de Recursos Humanos, que incluya la formación de postgrado y la formación continuada, ya estaba en la agenda del actual equipo Ministerial y de forma más precisa. En cuanto al punto 11, es delicado y debe hacerse de forma progresiva y según las disponibilidades presupuestarias. En cuanto a enfermedades raras, políticas con la industria farmacéutica y el abordaje de las listas de espera, lo plantean de una forma tan general que no se puede decir ni sí ni no, simplemente que hay que hacerlo y estaba en la agenda del actual Equipo Ministerial.

En todos los 14 puntos destaca las generalidades, escasa especificidad, poca profundización en los temas y queda en el aire otros temas fundamentales como la formación MIR, PIR EIR, la formación continuada, la necesidad o no de nuevas titulaciones de especialistas, se abren nuevas tareas sin tener los profesionales formados (p.e. Atención Temprana) lo que supone un peligro indudable y un riesgo para la población. En definitiva, existen grandes carencias en la formulación, con lo que al rechazar, en su momento, la gestión de la sanidad no queda claro es si lo hicieron porque no veían contenido o porque carecían de ideas, experiencia y formación en este campo. No es de extrañar que los profesionales de la sanidad comprometidos se alarmaran con aquel anuncio.

En otros apartados ocurren cosas similares (p.e. ley mordaza, reforma laboral, vivienda…), donde la propuesta y la secuencia temporal y de contexto no se contempla, en unos temas las acciones de gobierno se han iniciado y en otras están en estudio y en un tercer grupo, hay acciones en el programa electoral socialista.

Desde la página 111 a la 119 el contenido es una verdadera “desfeita”. Resulta que quieren negociar un programa político, pero en las páginas 111 y 112 exponen un organigrama de organización y estructura del Gobierno y en el resto exponen 4 posibilidades de tener una Vicepresidencia y 3 Ministerios. Cuanto menos es un contenido inadecuado e impertinente, por varias razones:

  1. La situación actual no es una continuación del mes de julio. Aquello finalizó con una votación de abstención, tras rechazar la última oferta realizada por las negociadoras del PSOE y que en este documento UP la incorpora de varias formas.
  2. Si resulta que no es una continuación, es por la razón de ser una situación nueva que dependerá, entre otras cosas, de a quién encargue el Jefe del Estado la candidatura. Tengan en cuenta que el actual Presidente del Gobierno está en funciones pero no es candidato a nada. Es un nuevo momento en una nueva situación, con un nuevo contexto.
  3. Primero se negocia el programa y sus acuerdos con objetivos e incluso tempograma de cumplimiento, después habrá que plantear cómo se evaluará la marcha y desarrollo de esos pactos (p.e. Comisión mixta de seguimiento de los pactos o algo similar), solo al final se podría plantear la estructura del gobierno a la luz de cómo articula el candidato el acuerdo con la experiencia actual de Gobierno que ha adquirido.
  4. El nombramiento final de los miembros del Gobierno es responsabilidad del Presidente del Gobierno en base a dos criterios: los acuerdos a los que se ha llegado y el perfil de los posibles candidatos en base a su capacidad, mérito y competencia, tal como asegura la Constitución.
  5. No puede existir un subgobierno dentro del gobierno, no sería operativo y daría múltiples mensajes a la población y a las instituciones nacionales e internacionales. Hay políticas de Estado en las que UP no se responsabiliza en la misma dirección que el PSOE y, por lo tanto, no sería de recibo y disminuiría la credibilidad de las decisiones gubernamentales en esos temas (p.e. Catalunya, las políticas de inmigración, las pensiones (recordemos que UP se levantó del pacto de Toledo), la Unión Europea, las políticas económicas y el techo de gasto).
  6. Estas 9 páginas no deben estar en el marco del programa, sino en la negociación posterior al acuerdo programático que, por otra parte, debería ser de mínimos y no de máximos. De persistir tal y como está, no es de extrañar que el PSOE lo considere inviable.

Es cierto que hay que negociar, pero sobre bases realistas y con actitud y posibilidades de llegara a acuerdos reales y flexibles y no a una canalización estrecha y un recorte de las competencias del Presidente del Gobierno quien, por otra parte, se encuentra condicionado por los acuerdos de gobierno y la actividad de la posible Comisión de seguimiento de dichos acuerdos, caso de verse pertinente su constitución.

Una negociación sincera y basada en la confianza, al menos hasta donde se pueda, y llegando a acuerdos progresistas no consiste en salir gratis nada a nadie, es un síntoma de buenos y flexibles negociadores. No, no es gratis votar por un programa conjunto de la izquierda, todo lo contrario es algo que esperamos muchos ciudadanos y ciudadanas.

Estamos en otro contexto y hay que dejar de airear que el líder de UP se hizo a un lado, porque de tanto repetirlo y martillear con ello lo que existe es un presente contínuo de su presencia, que actúa como un martillo pilón y de forma condicional, dominando los rasgos más narcisistas y no la leal colaboración. Esta actitud, unida a la actividad de descalificaciones y ataques permanentes en las redes sociales durante los últimos 20 días por parte de determinados líderes y lideresas de UP, hace que la desconfianza sea máxima. No se puede insultar a aquel con quien se pretende pactar, y pretender que salga gratuito, por utilizar la terminología del líder de UP. Correcto que pidan respeto por los votantes de UP, pero para ello UP debe tener respeto por los votantes del PSOE que, por cierto, son casi el triple que los suyos.

Con esta base de respeto mutuo se puede avanzar hacia otro tipo de convergencias. Si no se consiguiera pues habría que ir a otras elecciones, escenario no adecuado ni deseado porque se daría demasiada ventaja al trifachito y los votantes de izquierda se irían a la abstención masiva. Luego vienen los lamentos.

Hoy solamente es posible un pacto programático y una actividad desde fuera del gobierno, lo que se ha venido en llamar un pacto a la portuguesa o a la danesa. En las circunstancias actuales y con el contexto actual, parece lo más adecuado y pertinente. Otra cosa es que a lo largo de la legislatura, según la marcha del acuerdo o de la actitud y confianza mútua, pudiera haber un cambio de gobierno y se valorara la posibilidad de entrar en ese nuevo contexto a UP.

Pero es un segundo tiempo…


José Luis Pedreira Massa, Don Galimatías en La Mar de Onuba, es psiquiatra y psicoterapeuta de infancia y adolescencia. Prof. de Psicopatología, Grado de Criminología (UNED). Vocal del Consejo Asesor de Sanidad y Servicios Sociales del Ministerios de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
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