De las formas y maneras de hacer oposición

por José Luis Pedreira Massa

 

 

Ayer fue un día de sentimientos contrapuestos, la mañana y la tarde se comportaron como días diferentes. Por la mañana fue la semanal sesión de control al Gobierno de la nación en el Congreso de los Diputados. Por la tarde fue la sesión en la Asamblea de Madrid. Curioso paralelismo de situaciones invertidas, de aprendizajes que enriquecen las experiencias, las vivencias y, también, las emociones.

La situación de España es comprometida. No es fácil, más bien es difícil. El conjunto de las circunstancias sufridas por toda la ciudadanía, han tejido una maraña muy compleja de caminos, de temas, de acciones y reacciones, una encrucijada de relaciones humanas y políticas de difícil comprensión si se abandona la templanza y la flexibilidad, efectivamente a mayor crispación y menor diálogo, a mayor tensión y menor acercamiento, a mayor rigidez y menor capacidad de empatía, esas relaciones, ya de por sí complejas y dificultosas, se enrarecen y dominan los malentendidos.

La sesión matutina se celebró en el Congreso de los Diputados. Una vez más se cumplía con la sesión de control al Gobierno. Como en estas últimas semanas el hemiciclo estaba medio vacío por la distancia física entre sus señorías, una distancia que se debía guardar para cumplir la normativa general, a pesar del intento manipulador de algunos grupos políticos del Parlamento por romper esa normativa, que a todos nos atañe.

La oposición, encarnada por pp y voxiferantes, se caracteriza por formas desabridas y malencaradas, con contenidos agresivos muy cercanos a la violencia verbal, por ahora. Los insultos, las descalificaciones, la información mediada por bulos y mentiras, las actitudes desafiantes y amenazadoras hacia el gobierno son habituales. Frente a la seriedad de la situación por la acción de la pandemia en nuestra sociedad, la oposición he decidido tomar una postura bronca y con escaso respeto institucional y hacia la población que lo está pasando muy mal. Con sus corbatas negras, con sus banderitas, con peticiones de banderas a media asta, con peticiones de este tipo marcan su postureo sin ninguna propuesta para avanzar o para superar la situación. Estas dos formaciones evidencian muy poca empatía hacia las personas y sus familias, no les interesa superar la crisis de la pandemia, sino que su deseo se centra en hacer caer al gobierno, por lo que su estrategia política se focaliza en los integrantes del gobierno y no en las tareas que desempeñan, se refieren a los integrantes gubernamentales con frases hechas y descontextualizadas, con lo que se emiten con evidente intención agresiva y descalificadora.

Ni siquiera guardan, estos dos partidos políticos referenciados, la apariencia de modales educados, aunque fueran impostados, que mostraran la cuidada educación, que tuvieron en centros carísimos o la clase que se supone a sus apellidos que llenan varias líneas a la hora de trascribirlos. Frente a este origen tan burgués y aristócrata, surge su acción barriobajera y anodina en contenido que imposta su aparente seriedad y muestra su bajeza irrespetuosa. La ciudadanía permanece anonadada ante tanta mala educación, ante exposiciones carentes de contenido porque puede superponerse a cualquier tema político o social al que se refiriese. Es decir, emplean unas intervenciones “enlatadas”, mates, planas, sin ningún tipo de lustre y, desde luego, no van a pasar a los anales del parlamentarismo.

La ciudadanía, el pueblo, asiste anonadado ante tan gran desatino plagado de trampas y despropósitos sin límite alguno donde no se identifican sus demandas ni sus necesidades, sino que solamente dan cuenta de sus ambiciones personales y políticas. Lo que ve la ciudadanía, el pueblo, es que estas formaciones de la oposición no han colaborado en nada, no han puesto nada de su parte para superar la pandemia. Solo han criticado por criticar a la Comisión técnica, al Comité director, a las ruedas de prensa del gobierno y del Presidente del gobierno, al Comité científico, probablemente no haya habido nada ni nadie relacionado con el gobierno en este tema que no hay recibido lo suyo y, casi siempre, sin contextualizar la crítica.

La respuesta, ante tan magno desatino, se simplifica a dos posibilidades: contestarles y ponerse a su nivel de respuestas chabacanas o bien contener la situación y responder con propuestas concretas. Esta segunda opción, mayoritariamente realizada por el gobierno, hace que se encrespen más los ánimos porque los partidos de la oposición demuestran que solo les interesa el barro y enfangar la situación todo lo posible.

Por la tarde fue la Asamblea de Madrid la que tuvo su sesión parlamentaria, la limitada presidenta de la comunidad expuso su punto de vista, evitando asumir responsabilidades allí donde las tenía, realizando un mecanismo de proyección para repartir las culpas y hablar de la gestión del Estado, en vez de dar cuenta de su propia gestión.

Surge la oposición que en Madrid es diversa, pero toma la palabra el líder de la oposición que, en el caso de la Comunidad de Madrid, resulta ser el que ganó las elecciones, aunque no obtuvo la mayoría para poder optar al gobierno frente a la suma de la derecha (c’s), la extrema derecha (pp) y la extrema-derecha-extrema (voxiferantes). El Prof. Gabilondo es un señor educado, culto y respetuoso, así se muestra en la intervención de forma comedida y aportando datos para la crítica, en ocasiones utilizando la retranca de una fina, inteligente y culta ironía, oferta la mano tendida para optar a construir acuerdos de la Comunidad para el conjunto de la ciudadanía, de las personas, de las familias, de la infancia.

La muy limitada presidenta de la Comunidad de Madrid incrementa el descrédito de su acción gubernamental, se enfada por tener un líder de la oposición culto, inteligente, sensato y educado, la muy limitada presidenta incrementa sus límites hasta niveles estratosféricos y grita, se enfada, gesticula y culpa al gobierno de España de las guerras del Peloponeso, no aporta datos acerca de su gestión y termina por no acceder, por rechazar la mano tendida del líder de la oposición. La muy limitada presidenta de la Comunidad de Madrid lo que hace es de “oposición de la oposición”, en vez de establecer una acción de gobierno positiva e integradora, por lo que desdeña, con soberbia y desprecio, la opción que le muestra el culto, sereno y educado líder de la oposición.

Así que tenemos una respuesta superponible: sea en el gobierno o en la oposición esta derecha no quiere llegar a acuerdos de país, a construir pactos de reconstrucción, a superar las diferencias para subrayar las coincidencias y abordar las tremendas consecuencias de algo sobrevenido como es la pandemia de Covid19.

Sea en el gobierno o en la oposición esta derecha muestra su agresividad, sus malos modos por doquier, crispando y tensionando una situación hasta límites casi irrespirables, pues los fundamenta en el insulto, la descalificación, el desprecio y la gran agresividad.

Así que se comporta como Atila, tras de sí solo queda tierra quemada, con lo que el diálogo se dificulta sobremanera. En un sitio porque se niega a acudir a la llamada y en el otro porque se niega a llamar. El resultado es superponible: no quieren gobernar para las personas, gobiernan para ellos mismos, su propuesta de acuerdo es que se haga lo que ellos dicen. No hay negociación, solo existe un acercamiento de los demás a los que ellos dicen, pues detentan la verdad, sin saber que no hay verdades absolutas, sino pasos que hay que contrastar con la realidad, de forma continua ya que este proceso es nuevo, no se tiene experiencia previa.

Esta derecha siempre se define en la oposición sea a nivel estatal o siendo la oposición de la oposición allá donde gobierna. El método es el mismo: la agresividad y la descalificación, la rigidez y el desdén.

Les sugiero que aprendan y aprehendan de las formas y maneras del líder de la oposición de la Comunidad de Madrid. Más les valdría.


José Luis Pedreira Massa, Don Galimatías en La Mar de Onuba, es Vocal del Consejo Asesor de Sanidad y Servicios Sociales del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Psiquiatra y psicoterapeuta de infancia y adolescencia. Prof. de Psicopatología, Grado de Criminología (UNED).

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