Miércoles, 22 de mayo de 2024. Las promesas rotas de la consejera de Salud, Catalina García, han provocado la rotura de las relaciones con casi toda la Mesa Sectorial de la Sanidad, ya que CCOO, Satse, CSIF y UGT no pueden más con la actitud de García. «Ni aceptamos la drástica reducción de los contratos eventuales, ya que se van a perder más de 5.000, ni la falta de diálogo y negociación», aseveran.
CCOO, Satse, CSIF y UGT vuelven a manifestar su rechazo a la falta de negociación en la Mesa Sectorial, que es el ámbito de representación legalmente establecido. «Las cuatro organizaciones sindicales están para negociar y mejorar las condiciones laborales y asistenciales del conjunto de los profesionales del SAS y no para ser informados a través de la prensa de la política de contratación que lleva a cabo el Gobierno de la Junta de Andalucía», mantienen.
«Lo que comenzaron siendo unos 20.000 eventuales, pasaron a 12.000, ahora son 7.000 y van a quedarse en 2.177, lo que representa una gran pérdida de recursos humanos y significarán una pérdida de calidad asistencial, cierre de servicios y de centros, aumentos de listas de espera y una mayor carga asistencial para los profesionales, ya de por sí agotados y cansados», ponen de relieve.
Por ello, las cuatro organizaciones sindicales han decido levantarse de la Mesa Sectorial (todas menos el Sindicato Médico Andaluz), tras escuchar y confirmar los datos publicados por la prensa en el día de ayer y continuarán con las movilizaciones previstas en el día de hoy frente a las delegaciones de Salud de cada provincia. Asimismo, preparan una a nivel regional durante los primeros días de junio, sin descartar nuevas medidas de presión más contundentes.
De los 7.000 eventuales que quedan, tan sólo van a consolidar a algo más de 2.000, a otros 3.000 los utilizarán para las sustituciones de verano y los otros 2.000 desaparecen», razonó UGT en un comunicado.
La pérdida de confianza en el discurso oficial de García es la clave para entender que estos representantes de la ciudadanía, defensores de derechos básicos, sientan ya un hastío notorio y la impotencia del estancamiento.
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