La pandemia del COVID-19 ha llevado a que muchos investigadores estudien la transmisión de las gotitas de tos en el aire, teniendo en cuenta las condiciones atmosféricas y el entorno.
Una gota de tos puede viajar hasta 6,6 metros
Según un estudio, realizado por investigadores del Instituto de Computación de Alto Rendimiento (A STAR) y publicado en la revista ‘Physics of Fluids‘, una gota de tos de 100 micrómetros (0,1 milímetros) a una velocidad del viento de 2 metros por segundo puede viajar hasta 6,6 metros.
“Una gota que se evapora retiene el contenido viral no volátil, por lo que la carga viral aumenta de manera efectiva. Esto significa que las gotas evaporadas que se convierten en aerosoles son más susceptibles de ser inhaladas profundamente en el pulmón, lo que causa infección en la parte inferior del tracto respiratorio, que las gotas no evaporadas más grandes”, explica Hongying Li, uno de los autores del estudio.
Esta investigación, que está centrada en la transmisión aérea al aire libre, ha planteado la posibilidad de aplicar sus hallazgos a entornos interiores donde ser reúnen multitudes, como las salas de conferencias.
Mascarilla y distancia social, realmente efectivos
En el estudio también queda demostrado que el uso de la mascarilla y la distancia social son muy efectivos, ya que la deposición de gotas se reduce en una persona que está al menos a 1 metro de la tos.
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