Jueves, 4 de julio de 2024. El desarrollo cultural de un pueblo se relaciona con la forma en la que protege su patrimonio colectivo. Es sabido que el patrimonio cultural configura una de las partes fundamentales de la identidad y de la memoria de las comunidades humanas. El patrimonio cultural vincula el pasado, el presente y el futuro. Un pueblo que valora lo que ha ido creando a lo largo de la historia está en mejores condiciones de defender sus intereses en el resto de ámbitos de la vida social.
En este sentido, el patrimonio arquitectónico contemporáneo es parte del patrimonio cultural, y una de las amenazas más importantes a la que está sometido es la falta de reconocimiento de su valor por parte de las autoridades públicas. En el municipio onubense de Nerva, en la Cuenca Minera del río Tinto, la desconsideración hacia lo propio ha conllevado muchas veces la destrucción de elementos Patrimoniales. Una de las ocasiones más significativas fue la demolición por orden municipal de la Fuente de Campofrío en 1991, situada en la calle San Quintín y que databa de inicios del siglo XX.
En ese mismo año se construyó para sustituirla una fuente con la forma de una estrella de ocho puntas. Ni cuando se realizó la construcción ni posteriormente ha habido una explicación a la ciudadanía del significado de la forma elegida. El desconocimiento generalizado acerca del monumento -junto a un deficiente cuidado y limpieza- ha creado las condiciones para la escasa valoración de la fuente, ahondando en la desconexión entre el patrimonio y los vecinos y vecinas.
Hallada en varias culturas a lo ancho del mundo, existen varias teorías acerca del origen de la estrella de ocho puntas en la Península Ibérica. Unos apuntan a un significado relacionado con lo solar; otros la vinculan a la diosa babilónica Ishtar, al planeta Venus y la idea del extremo occidental del Mediterráneo; también otros enfatizan cuestiones de naturaleza técnica para su uso generalizado en el arte mudéjar. Lo cierto es que se han encontrado representaciones turdetanas, también de épocas romana y visigoda, alcanzando una enorme difusión en Al-Ándalus, donde adquirió la condición de símbolo asociado al poder estatal. Como elemento decorativo del arte mudéjar se lo puede encontrar en multitud de iglesias cristianas.
La estrella de ocho puntas formada por dos cuadrados concéntricos, uno de los cuales ha sido girado 45 grados, puede encontrarse en distintos puntos de la geografía ibérica, pero los especiales vínculos históricos del pueblo turdetano y de Al-Ándalus con Andalucía han convertido a la estrella de ocho puntas en símbolo andaluz. La estrella representa así las raíces históricas de Andalucía y las aportaciones que en distintas épocas se han ido realizando hasta la configuración de la Andalucía actual.
La fuente de la estrella de ocho puntas es el único símbolo que representa a Andalucía en la trama urbana de Nerva. Esto le confiere un carácter singular en su contexto local. Ninguna actuación puede reparar la demolición que se efectuó en 1991. Lo que sí puede hacerse hoy es evitar volver a cometer el mismo error de entonces.
Por ello hacemos un llamamiento al Ayuntamiento de Nerva para que rectifique las intenciones de eliminar la fuente de la estrella de ocho puntas que comunicó en nota de prensa el 7 de junio. Pedimos que se implique en su protección, tomando las decisiones necesarias para su puesta en valor, realizando las reparaciones oportunas y garantizando su adecuado mantenimiento. Esta sería una buena forma de cuidar lo cercano y de trasladar a las siguientes generaciones la necesidad de seguir defendiendo la cultura y el patrimonio colectivo de los pueblos.
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