Martes, 30 de mayo de 2018. El diputado de Unidos Podemos Diego Cañamero ha asegurado este jueves en el Congreso que que los «abusos» a temporeros en el campo onubense y las denuncias por acoso sexual de las mujeres trabajadoras «son ciertas». En un intervención dirigida a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, Cañamero ha dicho que los abusos sexuales a trabajadoras son «ciertos», y le ha pedido a la ministra que haga lo posible por «abolir esta situación».
Cañamero también ha relatado que los temporeros de terceros países que vienen a trabajar en las campañas al campo onubense viven en «asentamientos» bajo «viviendas de plástico» o chabolas sin servicios como luz o agua. Según ha denunciado, en estos asentamientos, y refiriéndose concretamente a los relacionados con las comarcas freseras, hay una «realidad alarmante»: «Es humillante, es esclavitud moderna», ha remachado.
Por su parte Fátima Báñez ha respondido que el Gobierno tiene «tolerancia cero» ante los abusos y ha defendido que «si hay irregularidades hay que perseguirlas», pero ha rechazado que los casos denunciados supongan una «generalidad» al sector de los frutos rojos de Huelva. Báñez ha asegurado en «que las inspecciones de trabajo velan todos los días por garantizar la seguridad y los derechos de todos los temporeros» y que, «si hay una práctica irregular», es partidaria de que vaya acompañada de «una condena ejemplar», pero ha insistido en que las malas praxis «no son la generalidad ni en el campo onubense ni en el campo andaluz. Es injusto que haga de uno o dos casos particulares el tono general de como trabaja el sector que es motor de crecimiento, empleo de calidad y prosperidad para Huelva».
La ministra le ha insistido al diputado en que, si existe un caso particular, como al que se ha referido Cañamero sobre posibles abusos sexuales a temporeras, que lo denuncie y el Gobierno estará con él al hacerlo y «con la persona afectada» al igual que «todas las administraciones», pero le ha pedido que «no frivolice» con eso y «no muestre en nombre del campo andaluz» que las irregularidades son «generalidad» porque «no es verdad».
Cañamero también ha relatado que temporeros de terceros países que vienen a trabajar en las campañas al campo onubense viven en «asentamientos» bajo «viviendas de plástico» o chabolas sin servicios como luz o agua.
Según ha denunciado, en estos asentamientos, y refiriéndose concretamente a los relacionados con las comarcas freseras, hay una «realidad alarmante»: «Es humillante, es esclavitud moderna», ha remachado.
Báñez ha lamentado las palabras de Cañamero, que le producen «profunda tristeza porque el sector fresero y el de los frutos rojos de Huelva es agricultura de primer nivel y un primor de «industria innovadora» que hace a este sector ser «competitivo» en los mercados internacionales. Además, ha asegurado que los temporeros de terceros países vienen a través de la contratación en origen, la que ha definido como «un ejemplo de buenas prácticas».
A esto, ha añadido que el trabajo del campo engloba labores de «dureza» donde «se trabaja de día y de noche como en otros sectores de la economía» y donde se le debe pagar a los trabajadores «lo que se merecen con dignidad» y, para eso mismo, «están los convenios colectivos» que se realizan a través de la mediación de los sindicatos y la patronal. De su lado, el Gobierno «está para vigilar» que se cumplen los derechos de los trabajadores.
En esta línea, ha asegurado que los trabajadores de terceros países que vienen a trabajar a Huelva lo hacen «con un marco normativo claro» que regula las condiciones de entrada y salida de los países, la estancia en el país donde trabaja en un «alojamiento adecuado», que «garantice la dignidad y la higiene», y otras coberturas como la asistencia sanitaria a través del Sistema Nacional de Salud.
«Les consideramos como nuestros –a los temporeros extranjeros– y les cuidamos y vigilamos para que tengan unas buenas condiciones de trabajo», ha dicho la ministra.
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