Las patronales se reunirán el próximo lunes para estudiar qué medidas emprender.
Considera que las denuncias e informaciones sobre acoso y explotación de mujeres responden a “una campaña muy bien orquestada desde fuera”
Viernes, 8 de junio de 2018. En unas declaraciones realizadas los medios de comunicación tras el acto de presentación del 4ª Congreso Internacional de los Frutos Rojos, que se celebrará en Huelva en el mes de junio, el presidente de la patronal Freshuelva, Alberto Garrocho, ha expresado que el próximo lunes las organizaciones del sector mantendrán una reunión para estudiar las informaciones y las denuncias de mujeres marroquíes contra algunas empresas y responsables de las mismas, y que en breve se convocará una rueda de prensa para explicar que está pasando “con esta gente que llega y quiere desprestigiar al sector de esta forma, y sobre todo con un problema en el que yo haría mucho hincapié, que son las mujeres”.
“Con una cosa que está tan de moda como es el acoso a las mujeres, estos señores están tratando de hacer una confusión en la opinión pública como en el resto de todo el país para, digamos, lo que es desprestigiar el Congreso de los Frutos Rojos. Porque parece ser que, bueno, les da envidia de que desde Huelva se esté generando tanta riqueza y se esté dando de comer a tantas familias”.
Garrocho ha pedido que pensemos en estas mujeres, que son mujeres que llevan viniendo ocho, diez, y algunas hasta catorce y quince años, mujeres que dejan detrás a su familia para ganar un sueldo para después mantenerlas dignamente durante todo el año, y que se hable malamente de estas mujeres, que son casi 14.000 mujeres… no hay derecho a que estos sindicatos actúen de esta manera”.
Preguntado por La Mar de Onuba si cree que “estos sindicatos” están mintiendo, Garrocho ha remitido a la información publicada este mismo viernes por Hueva Información, en la que se revela que “hay mujeres que están denunciando a estos sindicatos por hacerles coacción para que hagan este tipo de declaraciones y este tipo de denuncias a cambio de papeles. No sabemos lo que hay de verdad, y esperamos que sea la Justicia, la Guardia Civil o a quien le corresponda investigar y aclarara todo esto”.
“Nosotros somos los máximos interesados”, ha continuado el presidente de Freshuelva. “Estamos desde hace 25 años que empezamos con las polacas, y somos un modelo a nivel nacional, y yo diría que mundial, de contratación en origen, pues nunca se había hecho, Empezamos con las polacas, las rumanas y las búlgaras, y hay muchas estas mujeres que siguen viniendo a echar sus seis o siete meses de campaña y llevarse una retribución económica para su país que le permita vivir el resto del año”.
DISPUESTOS A HACER LO QUE HAGA FALTA PARA DEMOSTRAR QUE ESTE ES UN SECTOR CLARO
Preguntado también por esta revista sobre la propuesta de CCOO de “flexibilizar” sus exigencias laborales en la negociación del convenio colectivo del sector agrícola a cambio de medidas que garanticen la Igualdad entre hombres y mujeres en los campos de fresas y un protocolo de actuación específico para los casos de acoso sexual, Garrocho se ha mostrado dispuesto a “hacer lo que haga falta para demostrar que este es un sector claro que apuesta por una economía media y baja, que son las personas que trabajan en nuestras fincas y que está haciendo que mucha gente no tenga que mendigar por las calles. De lo que se trata es”, ha continuado Garrocho, “de generar mano de obra, y lo que las empresas están pretendiendo es mantener estas plantillas contra más tiempo mucho mejor”.
“UNA PERSONA TIENE QUE ESTAR DE DOS A TRES AÑOS PARA COGER BIEN LAS FRESAS“
Garrocho ha dicho también que “algunos se creen que es fácil coger fresas, pero coger fresa no es fácil. Algunas personas tienen que estar, como mínimo de dos a tres años para aprender”.
«EL ELEMENTO DESESTABILIZADOR ESTÁ FUERA»
Preguntado por otra periodista si el “elemento desestabilizador” (sic) que actúa contra el sector esta “fuera o está dentro”, Garrocho ha vuelto a considerado que se trata de “una campaña muy bien orquestada desde fuera”, pero ha insistido en que “debe ser la Guardia Civil quien aclarar todo lo que está pasando, porque es muy fácil acusar con el dedo a alguien si luego no tienen pruebas para demostrarlo”.
[A este respecto cabe recordar que la Ley de Violencia de Género de noviembre de 2004 estableció la presunción de veracidad para las mujeres víctimas de violencia de género, precisamente por los problemas que suponía probar agresiones yo maltratos que se producían en ámbitos de intimidad y/o privacidad, sin testigos, un aspecto que las asociaciones de mujeres se esfuerzan a recordar desde entonces a las víctimas para que pierdan el miedo a denunciar.]
Garrocho ha referido nuevamente en este aspecto a la información conocida hoy que señala al Sindicato Andaluz de Trabajadores como autor de coacciones para que se presenten denuncias”, se entiende que falsas, “a cambio de obtener papeles”.
En cualquier caso, Garrocho también ha querido dejar claro que si hay alguien que está haciendo cosas mal en el sector Que se vaya, porque aquí no cabe”. “Aquí hay que hacer las cosas muy bien, ha añadido, “`porque somos un referente a nivel europeo y aquí no se permite a nadie que haga algún abuso sobre una mujer”.
Sobre otro tipo de denuncias que se refieren incumplimientos del convenio, condiciones de alojamiento, etc., Garrocho ha asegurado que para poder exportar a Europa el sector fresero onubense “está obligado a conseguir unos certificados de calidad, como los de Global GAP o EuroGap, y que estas organizaciones”, a las que se ha referido como “cadenas de supermercados”, cuando vienen a hacer inspecciones, no se limitan a ver las explotaciones o los almacenes, sino que hay un protocolo de Freshuelva que dice “cómo hay que tener a estas mujeres, qué condiciones tienen que tener, y si alguien no cumple estas condiciones, si hay que denunciarlo pues habrá que denunciarlo”.
Respecto al documento dado a conocer hoy mismo en exclusiva por La Mar de Onuba¸ que establece requisitos que en España serían considerados inconstitucionales (según fuentes jurídicas consultadas por esta revista), como que las mujeres temporeras deben tener entre 18 y 45 años, ser preferentemente madre solteras o viudas y con hijos de hasta 14 años, Garrocho ha negado que sean requisitos impuestos desde la patronal fresera onubense, pero se ha mostrado comprensivo, ya que “me imagino que son condiciones con la idea que sean mujeres que luego se vuelvan a su país. Dese cuenta de que estamos hablando de que hay cien denuncias puestas, pero lo que no se comenta es que en la provincia de Huelva hay ya más de 600 fugas de mujeres que se han ido, que no van regresar a Marruecos, y eso es una cosa que también hay que analizar, ya que son mujeres que estamos trayendo para la campaña y por eso, quizás, el que sean madres y tengan ente 18 y 45 años. Una mujer que tenga más de 50 años, a lo mejor cogiendo arándanos, pero cogiendo fresas le va costar mucho”, ha finalizado.
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