Viernes, 26 de enero de 2024. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) encendió luces de alarma este viernes 26 por las perturbaciones en las rutas comerciales del mar Rojo, el mar Negro y el canal de Panamá, con impacto sobre los costos en el transporte de energía, alimentos y otros bienes.
Jan Hoffmann, jefe de logística comercial en la Unctad, dijo que “nos preocupa que los ataques al transporte marítimo del mar Rojo añadan tensiones a un contexto de perturbaciones del comercio mundial debidas a la geopolítica y al cambio climático”.
La situación en el mar Rojo, que separa África de la península Arábiga y es la vía para ir del océano Índico al mar Mediterráneo a través del canal de Suez, se agrega a la guerra entre Rusia y Ucrania que impacta al mar Negro, así como a la sequía que merma la capacidad para el tráfico marítimo en el interoceánico canal de Panamá.
Desde noviembre de 2023 las fuerzas hutíes que controlan una parte de Yemen dirigen ataques contra buques que cruzan el mar Rojo y que esa milicia árabe chiíta considera que sirven a intereses de Israel o de quienes lo respaldan.
Como réplica, naves estadounidenses y británicas han lanzado ataques contra emplazamientos hutíes o derriban los drones y misiles enviados contra los buques en tránsito, con el resultado de que cada vez más unidades de transporte marítimo abandonan esa ruta que acerca los mercados de Europa, Asia y África.
“Nos preocupa que los ataques al transporte marítimo del mar Rojo añadan tensiones a un contexto de perturbaciones del comercio mundial debidas a la geopolítica y al cambio climático”: Jan Hoffmann.
La Unctad calcula que el volumen del comercio por el canal de Suez -que en 2023 gestionaba entre 12 y 15 % del comercio mundial- ha caído en 42 % en los últimos dos meses, mientras los buques comerciales toman otras rutas, como un largo rodeo bordeando el continente africano.
Entretanto “otras rutas importantes ya están bajo presión”, dijo Jan Hoffmann en una rueda de prensa en la sede las Naciones Unidas en esta ciudad.
La grave sequía que azota el canal de Panamá, otra ruta clave para el comercio mundial, agrava la situación. El nivel del agua ha alcanzado su punto más bajo en décadas, lo que ha reducido drásticamente el número y el tamaño de los buques que pueden transitar por esa vía entre los océanos Atlántico y Pacífico.
El mes pasado, el total de tránsitos por el canal de Panamá fue 36 % inferior al de hace un año y 62 % inferior al de hace dos años. La menor capacidad del canal debido al cambio climático es motivo de preocupación por sus efectos duraderos en las cadenas de suministro.
En el caso del mar Negro han crecido los riesgos para la navegación comercial por la guerra que ya lleva 23 meses desde que fuerzas rusas invadieron Ucrania, afectando el mercado mundial de cereales, aceites comestibles y fertilizantes, con impacto en los precios y suministros para consumidores en Europa, África y el Medio Oriente.
El comercio marítimo transporta alrededor de 80 % de las mercancías del comercio mundial, y el porcentaje es aún mayor en el caso de los países en desarrollo.
Si en el mar Negro se arriesga el comercio de cereales y otros productos en buques graneleros, en el mar Rojo y el canal de Panamá “el transporte de contenedores se enfrenta a un reto importante”, dijo Hoffmann.
Los primeros datos de 2024 revelan que más de 300 buques portacontenedores, con más de 20 % de la capacidad mundial de contenedores, se desviaban del canal de Suez o planeaban alternativas.
El aumento de 500 dólares en una semana de las tarifas medias al contado del transporte de contenedores durante la última semana de diciembre fue el mayor incremento semanal jamás registrado.
Por ejemplo, las tarifas medias al contado del transporte marítimo de contenedores desde Shanghái (China) han subido 122 % desde principios de diciembre: a Europa subieron hasta 256 %, y a la costa oeste de Estados Unidos 162 %.
“Aquí se ve el impacto global de la crisis, ya que los buques buscan rutas alternativas, evitando los canales de Suez y Panamá”, explicó Hoffmann.
Sobre todo son los portacontenedores más grandes los que se desvían, por lo que el descenso de la capacidad de transporte de contenedores es aún mayor.
Los tránsitos de buques petroleros han descendido 18 %, y los de graneleros de carga seca -que transportan, por ejemplo, cereales o carbón- seis por ciento. Según Hoffmann, los que transportan gas natural licuado han dejado de transitar.
Las interrupciones en las principales rutas comerciales mundiales están afectando los precios de la energía, y al prolongarse pueden provocar retrasos en las entregas de mercancías y aún más aumentos en los costos.
La Unctad calcula que alrededor de la mitad del aumento de los precios de los alimentos observado en 2022 se debió al encarecimiento del transporte.
La conferencia “sigue profundamente preocupada y continuará vigilando el impacto de estas perturbaciones, especialmente en los países en desarrollo”, concluyó Hoffmann.
A-E/HM
Sea el primero en desahogarse, comentando