«África debe prepararse para lo peor», según el director general de la OMS

“África debe prepararse para lo peor”. Esa es la advertencia que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha lanzado esta semana al continente ante el aumento continuado en el número de casos y de países afectados por el coronavirus, insistiendo en que la prevención y la acción rápida y contundente pueden ser claves.

De los 54 países que integran el continente, casi 40 han registrado ya casos, siendo hasta ahora los del norte de África, en particular Egipto y Árgelia, los más afectados, si bien en Sudáfrica los casos también están aumentando con rapidez. Frente a los 147 casos que había en el continente hace tan solo una semana, ahora son ya 769, mientras que hay 19 fallecidos –todos salvo uno en Burkina Faso y otro en Sudán, en el norte del continente–.

“La rápida evolución de la enfermedad Covid-19 en África es muy preocupante y una clara señal para la acción”, subraya la directora regional para el continente de la OMS, Matshidiso Moeti, que incide en que “aún se puede cambiar el curso de esta pandemia”.

Para ello, “los gobiernos deben movilizar todos sus recursos y capacidades y fortalecer su respuesta”, defiende Moeti, que agrega que además se puede aprender de la experiencia de otros países afectados por esta pandemia que han conseguido reducir los contagios “aumentando rápidamente las pruebas, aislando los casos y siguiendo de forma meticulosa los contactos”.

Por el momento, buena parte de los casos confirmados en la mayoría de los países son casos importados de nacionales o extranjeros que han viajado a países donde el coronavirus ya estaba presente, principalmente en Europa. No obstante, según la OMS, ya hay contagios locales constatados en doce países y “el peor escenario”, según el organismo, que es que comience a haber contagio comunitario.

EL PELIGRO DE LA TRANSMISIÓN COMUNITARIA

“Mientras sea una epidemia en ciernes, África tiene la capacidad para controlarla”, asegura el director general adjunto de la OMS para emergencias, Ibrahima Socé Fall, en declaraciones a ONU Info. “Pero en caso de transmisión comunitaria sostenida, como en Italia y otros países, los sistemas de salud de África no tienen la capacidad para frenar el golpe”, advierte, recordando que “incluso en los países desarrollados, algunos sistemas de salud han estado desbordados”.

Así pues, añade Socé Fall, “hay que evitar llegar a ese estadio en África”. Mientras los casos en el continente sigan siendo principalmente importados existe “una ventana de oportunidad para vencer a la epidemia” pero para ello es necesario no solo respetar las medidas de higiene sino detectar todos los casos e identificar las cadenas de transmisión para “proteger a la población vulnerable”.

Para que ello sea posible, la OMS ha suministrado a los gobiernos de la región kits de análisis de Covid-15, ha formado a técnicos de laboratorio y reforzado la vigilancia en las comunidades. Como resultado de todo ello, actualmente 47 países en el continente pueden realizar actualmente los análisis, mientras que al inicio del brote eran solo dos, Senegal y Sudáfrica.

Sin embargo, dada la fragilidad de los sistemas de salud en buena parte del continente y los múltiples desafíos a los que se enfrentan algunos de los países, es difícil de predecir si será posible contener el virus en la fase inicial actual.

Así, ya hay casos confirmados en República Democrática del Congo (RDC), un país que está saliendo ahora del peor brote de su historia y cuya parte oriental vive sumida en un sempiterno conflicto, también en República Centroafricana (RCA), otro país debilitado por más de seis años de conflicto, o Burkina Faso, donde la creciente violencia yihadista e intercomunitaria ha dejado casi 800.000 desplazados internos.

NO TODOS PUEDEN LAVARSE LAS MANOS

Otra de las claves en la contención del coronavirus es la higiene, pero en un continente como el africano es todo un desafío. Según destaca el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), en el África Subsahariana un 63 por ciento de la población de las zonas urbanas –unos 258 millones de personas– carecen de acceso a instalaciones para lavarse las manos.

Pero hay otros factores propios del continente que podrían jugar a su favor, a priori, en la lucha contra esta pandemia. Como resalta la OMS, África cuenta con la población más joven a nivel mundial frente a un virus que hasta el momento ha demostrado ser particularmente mortal con las personas de mayor edad.

Sin embargo, la enfermedad también parece cebarse en las personas que presentan patologías previas. Según resalta la OMS, en la región hay casi 26 millones de personas con VIH, un colectivo muy vulnerable al coronavirus, y más de 58 millones de niños presentan desnutrición crónica. Así pues, alerta la agencia sanitaria mundial, “es posible que la población más joven esté más peligro en África que en otras partes del mundo”.

IMPACTO ECONÓMICO Y POLÍTICO

Al margen del grave impacto sanitario y personal que puede tener el coronavirus en África, el continente debe prepararse también para el embate que supondrá para su economía. En un momento de cierre generalizado de fronteras y de gobiernos volcados en ayudar a sacar a flote a sus empresas, cabe esperar que los fondos se queden en casa y no fluyan hacia el continente, cuyas arcas no disponen de los fondos necesarios.

Como resalta el director de la Royal African Society, Nick Westcott, en un artículo en ‘African Arguments’, el impacto económico del coronavirus se suma a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, a los efectos del Brexit y la guerra petrolera entablada por Rusia y Arabia Saudí. Ahora mismo, subraya, “parece haber poco que los gobiernos (africanos) puedan hacer para protegerse”.

“Los países que aún dependen de la exportación de productos básicos –principalmente los productores de petróleo– y aquellos que ya están muy endeudados con poco espacio para pedir más prestado son los más vulnerables a los gélidos vientos de la recesión mundial”, advierte.

Por otra parte, hay que tener en cuenta el impacto político. Las medidas que están adoptando muchos de los gobiernos, que han optado por cerrar centros educativos y prohibir las concentraciones de personas, podrían ser explotadas con fines más allá de los meramente sanitarios, como ya se están encargando de advertir desde la oposición en algunos de estos países.

En un año en que son varias las citas importantes con las urnas ya que hay elecciones presidenciales en varios países como Burkina Faso, Guinea o RCA, existe el temor a que el coronavirus pueda ser la excusa perfecta para aplazar los comicios. Igualmente, ofrece a las autoridades el argumento perfecto para impedir cualquier movimiento de protesta contra su gestión.

Así pues, como advierte la responsable de la OMS para el continente: “Covid-19 es uno de los mayores desafíos sanitarios a los que África se ha enfrentado en una generación”. Pero también puede ser mucho más.

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