Adelantar las primarias a finales de junio, una hipótesis que se ha oído en el seno del bloque susanista.
Miércoles, 28 de abril de 2021, El universo socialista andaluz sigue en tensión desde hace semanas. Formalmente el núcleo del problema radica en el deseo de la dirección federal de promover a un nuevo dirigente regional, Juan Espadas, para que sustituya a Susana Díaz al frente del partido y en la candidatura a la Junta. Todo ello, se supone, bendecido por aquello tan reiterado por Sánchez de “un militante, un voto” a través de un proceso de elecciones primarias.
Desde hace semanas suenan en el partido tambores de guerra, unos a favor de un adelanto del proceso de primarias porque creen que el PP adelantará comicios al otoño y otros que pretenden que se cumpla el calendario oficial fijado para diciembre. Un posicionamiento, todo sea dicho de paso, que ya en las primarias podría escenificar tomas de postura de la militancia con la vista puesta en las papeletas por llegar en la elección de una nueva dirección regional en el congreso.
De momento la que lleva los galones, Susana Díaz, ha logrado demostrar que lo de su incapacidad política durante los dos últimos años no era una enfermedad ya que hoy, tras patearse media Andalucía en su particular campaña, parece que goza de una espléndida salud política ante la militancia del PSOE.
‘Primarias ahora’ o ‘Primarias más delante’, ese parece que es el dilema que divide hoy en primera instancia a la militancia andaluza. Un tiempo donde pesan más los procedimientos orgánicos que el debate sobre ideas o soluciones a los problemas y, de paso, análisis de por qué tanta gente (joven) se ha alejado del PSOE-A en estos años.
¿Y si Díaz se decide a adelantar?
¿Y si de pronto Susana optase por celebrar las primarias a finales de junio? ¿Y si realmente es eso lo que pretende desde el principio? Cuentan que eso al menos fue lo que le espetó Díaz a alguien que defendía el adelanto en una tensa conversación telefónica. De ser cierto habría que preguntarse seguidamente cómo quedarían los secretarios generales que se han mojado en contra del adelanto.
Como Secretaria General tiene capacidad estatutaria para hacerlo, desde luego, pero hay que preguntarse entonces por la respuesta de la militancia a esa hipotética situación que, en teoría, apagaría un enconado debate interno, un punto sin duda favorable en el haber de Susana Díaz que aparecería como gran pacificadora ante las bases.
A día de hoy nadie es capaz de vaticinar la hegemonía de un bando sobre otro, oficialistas (susanistas) o críticos (sanchistas). No se olvida que en las famosas primarias de 2017, las del Peugeot, Pedro Sánchez no ganó en ninguna provincia andaluza. Claro que las cosas han cambiado, ahora es Secretario General y Presidente del Gobierno, importante matiz ya que hablamos de poder, aunque a corto plazo se vislumbre un traspié de esos que hacen pupa y entretienen demasiado la atención, el 4M madrileño; circunstancias que seguramente a Susana no le pasarán desapercibidas y de las que se aprovechará si puede y llega a convenirle para sus objetivos.
Un adelanto de las primarias aportaría, aparte de tranquilidad a muchos militantes que recelan de las negaciones diarias de Moreno Bonilla, un hecho que marcaría el futuro interno del partido. Resultaría impracticable una bicefalia entre el candidato y la Secretaría General del PSOE-A, modelo de dos cabezas que ya antes no funcionó en el partido. Así, quien gane primarias, sale premiado con un plus en la carrera por la Secretaría General.
Si Díaz se decidiera a adelantar Primarias no estaría haciendo nada distinto a lo que, llegado el momento, hará Juanma Moreno, jugar con ventaja frente al adversario. Exactamente lo que ella lleva haciendo desde hace un par de meses, aunque camuflándolo como el romántico contacto del pueblo con sus representantes políticos elegidos. Amparada, además, por el hecho de no conocerse oficialmente (oficiosamente sí) si tendría adversario del que se ha empezado a hablar mucho después. Sin olvidar un pequeño detalle: como diputada, Susana Díaz tiene salvoconducto para viajar por toda la comunidad sin problemas con las restricciones Covid.
La carrera de Espadas y el viaje a Cártama
El aspirante Juan Espadas, alcalde de Sevilla, no lo está teniendo nada fácil para moverse fisicamente a cuenta de la pandemia y políticamente por la larga espera hasta el 4M madrileño, fecha en la que la política española parece que sufrirá un sismo de cierta magnitud tras semanas de parálisis.
De ahí que Espadas se haya permitido solo tres escapadas oficiales fuera de Sevilla: Málaga, Cádiz y Jaén, siempre amparado en un pretexto oficial – una invitación- debido a las restricciones vigentes hasta este jueves 29 de abril entre las provincias andaluzas.
Los contactos a nivel de partido -los que haya llegado a tener- habrán sido muy fugaces, un ‘me alegro verte bueno’ y poco más.
Así parece que sucedió en el último viaje de Juan Espadas del que oficialmente nada se ha dicho, un viaje clandestino, como en los viejos tiempos y que ha llamado la atención especialmente al oficialismo susanista malagueño, criticando un viaje a pesar de los cierres perimetrales vigentes.
Fue en la localidad malagueña de Cártama donde se celebró una reunión de cargos socialistas del sector crítico, y en las crónicas publicadas nada se dice de la presencia del posible candidato a primarias en el PSOE andaluz. Solo se informa de la presencia de Ángeles Férriz como la más destacada representante del espadismo. El Diario Sur subtitulaba su crónica así: “Reunión de alto nivel en Cártama entre alcaldes y cargos públicos y orgánicos con Ángeles Férriz, enviada del alcalde de Sevilla y candidato aún oficioso a liderar el PSOE de Andalucía”
Varios testigos presentes en la reunión de Cártama confirman la presencia en dicho acto de Juan Espadas, aunque uno de ellos aclara que “fue una presencia breve, media hora escasa, nos saludó y se marchó”.
Por cierto, la escapada de Espadas a Cártama estuvo amparada por los preceptos legales establecidos para la movilidad en esos días. Fue el propio alcalde Cártama, Jorge Gallardo, quien libró una invitación oficial al alcalde de Sevilla para una reunión de trabajo, documento suficiente para guardarse las espaldas legalmente. “Juan siempre que ha salido de la provincia de Sevilla ha tenido un motivo justificado que lo avalase, por ahí no le pillan” se asegura en el entorno del alcalde de Sevilla que califican de «triste y cutre» que «algunos compañeros se dediquen a intoxicar con mentiras contra un compañero de partido».
Este más o menos es el contexto en el que se mueven hoy los principales actores de esta obra que, si no son capaces de evitarlo, puede acabar en tragedia, donde la víctima principal será la marca PSOE y resultará de pronóstico reservado lo que quede de aquella Andalucía que durante décadas conformó la llamada izquierda.
Pepe Fernández es editor y director de Confidencial Andaluz
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