Jueves, 5 de septiembre de 2024. Yeni lleva varios días angustiada. Nacida en Perú, víctima de violencia de género y solicitante de asilo en España junto a su hija de tres años, ha pasado los últimos dieciocho meses residiendo en un piso de acogida compartido con otras personas también solicitantes de asilo. Mañana, viernes 6 de septiembre, deberá abandonarlo. Los técnicos de ACCEM Huelva han decidido no elevar al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, responsable último y financiador absoluto del programa de acogida a solicitantes de asilo, una solicitud de prórroga para su estadía y la de su hija, al considerar que no cumple el perfil de persona vulnerable «diferencial».
«La prórrogas de 18 a 24 meses son para aquellas personas cuya vulnerabilidad es diferencial («enfermedades graves, casos de violencia de género, enfermedades graves de salud mental, etc.)» puede leerse en un correo firmado por A.J.R.R., técnico de Fase de Acogida P.I. de ACCEM Huelva, quien concluye que «en el caso de su unidad familiar, no tiene ninguna vulnerabilidad diferencial». En una conversación mantenida este miércoles con La Mar Onuba, Yeni no acertaba a explicar en qué momento perdió para los técnicos de ACCEM Huelva la consideración de víctima de violencia de género que dio origen a su acogida en España.
«Igualmente«, abunda el correo del técnico de ACCEM Huelva, «en el caso de su unidad familiar, no sólo no tiene ninguna vulnerabilidad diferencial, sino que además usted ha entrado en el mercado laboral español gracias a los esfuerzos que ha realizado por integrarse en la sociedad de acogida». A primeros del pasado julio, Yeni logró, gracias a información facilitada por una compañera del programa de acogida, entrar en el mercado laboral. Con un contrato de 15 horas semanales por las que percibe el Salario Mínimo Interprofesional. Algo menos de 450 euros netos mensuales, de los que ha tenido que pagar una cantidad «importante» para que alguien cuidara de su hija, ya que trabaja con turnos rotatorios. «Debido a lo expuesto y dado los criterios facilitados por el Ministerio, el equipo técnico [de ACCEM Huelva] no puede valorar favorablemente la solicitud de su prórroga«, finalizaba el correo de A.J.R.R.
Sin embargo, en el mismo correo ACCEM admite que se le había ofrecido otro recurso en Córdoba que Yeni desestimó, al considerar poco adecuado tener que dejar el trabajo indefinido que ha comenzado en Huelva, ciudad en la que ya ha tejido algunas redes y su hijo está escolarizada, para comenzar desde cero, y en apenas los seis meses de la prórroga que solicita, en una ciudad que desconoce y en la que no conoce a nadie.
Durante la pasada semana el personal técnico de ACCEM le solicitó insistentemente que firmara un documento que no le dejaron leer con anterioridad y del que no quisieron darle copia. Yeni asevera (en un relato coincidente con el otras personas usuarias del programa de pisos de acogida consultadas por esta revista) que desde que llegó ha tenido que firmar, «con prisas», documentos que no les dejaron leer y de los que nunca les entregaron copia. Tampoco se les ha facilitado nunca información «en papel» que describa las condiciones de su acogida, derechos y obligaciones, aunque en las escasas comunicaciones escritas siempre se haga costar que están «a su disposición». En una larga carta de Respuesta a la Hoja de Reclamación con fecha 17.06.204, interpuesta por otra usuaria del dispositivo que se sentía vejada y humillada por el trato recibido (a la que ha tenido acceso La Mar de Onuba), el máximo responsable de ACCEM Huelva, Francisco Villa, ‘informaba’ a la reclamante que «la intervención que ACCEM viene realizando con las personas usuarias, en este caso personas acogidas solicitante de protección internacional, son las propias que se indican en el B.O.E. (documento de uso publico para quien quiera visionarlo)«. Sic.
Según le explicaron a Yeni, el último documento que debía firmar y que no le dejaron leer con anterioridad, eran sólo «cuatro líneas». El técnico A.J.R.R. la había citado, vía email, «para la firma de unos documentos del programa de acogida«, sin concretar. Ante la negativa de los técnicos de facilitar con carácter previo tales documentos, Yeni decidió no acudir a la cita. Finalmente, en un nuevo email, el técnico ya sí le comunicó que «la cita propuesta es para dar la información pertinente a su próxima baja del programa por fin de estancia autorizada, la cual se hará efectiva el próximo 06/09/2024 [mañana, viernes] según resolución del Ministerio. Esta información debemos ofrecerla mediante documento escrito, ofreciéndole la copia correspondiente en caso de que la requiera«.
A la hora de publicar este artículo, los técnicos no han facilitado a Yeni la resolución del Ministerio, ni ha sido informada de posibles vías para poder recurrirla o recursos a los que pueda acogerse. Se niega a firmar. Cuando mañana se vea obligada a abandonar el piso de acogida no tiene adonde ir.
Yeni, peluquera titulada en un país de origen, «ha entrado en el mercado laboral«, pero trabaja con un contrato de 15 horas semanales en un centro de estética, por el que percibe el Salario Mínimo Interprofesional. Anteriormente trabajó 20 días en una peluquería con un contrato a media jornada gestionado por ACCEM. Pasado el «periodo de prueba» no le revalidaron el contrato. Cobró 400 euros. Está contenta con el trabajo actual, en el que ya ha cumplido dos meses. Espera que pronto le amplíen el contrato, indefinido, y así obtener un salario mayor que le permita encontrar un espacio propio para ella y su hija en el país que le ha dado acogida tras sufrir el infierno de la violencia de machista en su país natal y tener que huir con su hija de, entonces, apenas 23 meses.
Porque en este momento, la realidad inmobiliaria y sus dos únicas nóminas de menos de 450 euros mensuales netos ganados en julio y agosto no tienen en Huelva un lugar de encuentro.
Yeni esperaba acogerse a la prórroga de seis meses que contempla el Ministerio de Inclusión, Seguridad y Migraciones, pero los técnicos de ACCEM Huelva no han considerado pertinente siquiera elevar la solicitud. Sólo le han notificado que este viernes «estaremos en el piso a las 12.00 para la revisión de la habitación y la recogida de llaves«. Punto y final.
Sin alternativas habitacionales ni asesoramiento sobre otros posibles recursos, ni Yeni ni su hija tienen adónde ir.
Tampoco tienen, a entender de los técnicos de ACCEM Huelva, ninguna vulnerabilidad diferencial.
Seguiremos informando.
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