Domingo, 26 de marzo de 2023. Somos 47 millones de pensionistas, presentes y futuros. Porque todos llevamos un pensionista dentro, llevamos un pensionista toda nuestra vida laboral, o quizás dos, uno que con sus aportaciones paga a los actuales pensionistas, y otro que con su trabajo se gana su derecho a una pensión pública segura y digna cuando se jubile. Porque la esencia del Sistema Público de Pensiones es la solidaridad intergeneracional e interterritorial.
Pero hay otros intereses. Hay que recordar que mientras el negocio de los fondos privados de pensiones equivale al 48% del PIB mundial, sin embargo, en España son todavía un negocio marginal. España es un ‘mercado virgen’, y hemos visto en estos años -desde la crisis de 2008-, hemos aprendido, que ‘la voracidad’, ‘la avaricia’ y ‘los excesos’ son enemigos enfrentados a los intereses del país y del conjunto de la sociedad.
Las presiones extranjeras
Sobre la reciente reforma de las pensiones Enric Juliana valora que “el principio de acuerdo del Gobierno español con la Comisión Europea sobre las pensiones contiene un punto poco comentado estos días: el plan será supervisado dentro de dos años, en 2025, y la primera evaluación del mismo corresponderá a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Ayer mismo este organismo, presidido por Cristina Herrero Sánchez, expresó una primera opinión negativa sobre el plan. Esa primera opinión sostiene que los nuevos ingresos previstos (aumento de cotización de los salarios más altos) no serán suficientes”.
Por eso nos preocupa especialmente la inestabilidad financiera que estamos viviendo y sus posibles consecuencias negativas para las pensiones. En la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP) existen tantas formas distintas de valorar la situación como organizaciones somos, pero nos une la exigencia de estabilidad, seguridad, certeza… es decir, blindaje cuando se habla de pensiones públicas, para que no estén sometidas ni a las decisiones de unos y otros gobiernos, ni a las turbulencias económicas, ni a las presiones extranjeras.
Nos preocupa particularmente del reciente acuerdo que las pensiones queden sometidas a una revisión cada tres años. Ante ello hemos podido comprobar cómo la única alternativa estructural que está encima de la mesa es la que defendemos la MERP, el blindaje constitucional de las pensiones, ahora más necesario que nunca. Una alternativa que no recibe oposición, que nadie cuestiona políticamente en público.
Unidad, unidad y unidad
Existe una clave que va a determinar si avanza el peligro de privatización o el blindaje constitucional de las pensiones, y esa clave es la unidad. Y todos los intentos de dividir que recorren actualmente nuestra sociedad chocan con una realidad contundente: ‘somos 47 millones de pensionistas’.
Por eso debemos cuidar la unidad y rechazar el enfrentamiento en la defensa de las pensiones públicas. Se enfrenta a los actuales pensionistas entre sí por la cuantía de su pensión, se les enfrenta con la juventud, y se les enfrenta con el resto de la sociedad. Cuando la realidad es que somos 47 millones de pensionistas, presentes y futuros, de uno u otro sector, con una mejor o peor pensión, de una parte u otra del país.
La falsedad de la escasez
Hace falta una mentira para generar el enfrentamiento, que es la escasez. “No hay dinero para todo el mundo, hay que competir por lo que hay”. Es más, si se destina dinero a las pensiones es porque se les quita a otros sectores de la sociedad. Y echan leña al fuego hablando de lo ‘generosas’ que son las pensiones en España.
Es mentira. No es cierto que no haya dinero, ni que para financiar las pensiones se quite de otros gastos. De hecho, en 20 años el PIB español se ha duplicado, pese a la crisis. Y va a seguir creciendo, porque lo va a hacer la capacidad productiva de nuestro país. La realidad es que dedicamos menos riqueza y porcentaje, del total de ella, a las pensiones públicas que otros países, como Grecia, Italia, Francia, Austria, Portugal y Finlandia.
Apoyamos cualquier mejora
Las pensiones se han revalorizado un 8,5% en enero, que es la media de la inflación del año pasado. Aunque esto no significa que se recupere todo el poder adquisitivo perdido. Pero es una medida buena para las pensiones y permite recuperar una parte importante. La apoyamos.
Solo a una pequeña parte de la sociedad no le preocupan las pensiones públicas, porque su futuro está vinculado a fondos de pensiones millonarios. El Estado debe preservar el derecho a hacer negocio con la inversión privada, tanto como impedir que se haga a costa de la degradación de las pensiones públicas. Porque las pensiones públicas nos incumben a la inmensa mayoría, seas de Galicia o de Murcia, arquitecta o fontanero. No somos 9 millones, somos 47 millones de pensionistas.
Insistimos
Insistimos. Hemos oído hablar sobre la ‘insolidaridad’ de quienes cobran pensiones más altas, o de la generación del ‘baby boom’, porque como son más deberían cobrar menos para no sobrecargar el sistema. Es decir, mentir de distintas maneras, pero con un mismo objetivo, dividirnos y enfrentarnos.
Insistimos. Lo más importante es la unidad. Hay mucho que debatir y mejorar, pero solo será posible si blindamos las pensiones en la Constitución prohibiendo de forma explícita la privatización y la pérdida de poder adquisitivo. En esto nos la jugamos 47 millones de pensionistas, presentes y futuros. ¡Adelante hasta blindar las pensiones en la Constitución!
Eduardo Madroñal Pedraza, columnista habitual de La Mar de Onuba, nació el año 1951 en Madrid, el año 1951, de raíces andaluzas paternas y castellanas maternas. Fue velocista y jugador de balonmano. De una clase social, eligió otra práctica social. Fue, por el artículo 191 del Código Civil franquista, «padre soltero» de una hija de madre desconocida. Estudió Psicología. Trabajó 7 meses como repartidor de codornices y 7 años como administrativo en Uralita. Acabó Psicología; fue profesor de inglés (6 años en colegio privado y 4 años en instituto por oposición. Con la LOGSE se cambió a orientador educativo. Anomalías se titula su tercer libro de poemas. Colabora en diversas publicaciones (De Verdad, Chispas…) en formato digital e impreso. Es militante de Unificación Comunista de España, miembro de Recortes Cero, e integrante de la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones. Profesor aprendiz, psicólogo inapropiado, orientador peregrino, demócrata distinto, patriota inusual, comunista extraño, padre inesperado, abuelo chocante, amante inhabitual, y alguna anomalía más., nació el año 1951 en Madrid, el año 1951, de raíces andaluzas paternas y castellanas maternas. Fue velocista y jugador de balonmano. De una clase social, eligió otra práctica social. Fue, por el artículo 191 del Código Civil franquista, «padre soltero» de una hija de madre desconocida. Estudió Psicología. Trabajó 7 meses como repartidor de codornices y 7 años como administrativo en Uralita. Acabó Psicología; fue profesor de inglés (6 años en colegio privado y 4 años en instituto por oposición. Con la LOGSE se cambió a orientador educativo. Anomalías se titula su tercer libro de poemas. Colabora en diversas publicaciones (De Verdad, Chispas…) en formato digital e impreso. Es militante de Unificación Comunista de España, miembro de Recortes Cero, e integrante de la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones. Profesor aprendiz, psicólogo inapropiado, orientador peregrino, demócrata distinto, patriota inusual, comunista extraño, padre inesperado, abuelo chocante, amante inhabitual, y alguna anomalía más.
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