Profesionales del hospital onubense piden a la ciudadanía que presenten reclamaciones ante las instituciones y exijan «soluciones reales» a los representantes políticos.
Lunes, 27 de enero de 2025. El hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva vive una crisis sin precedentes que sus propios trabajadores califican de “situación insostenible”. En una carta pública, el personal sanitario denuncia el colapso de las infraestructuras, la falta de recursos humanos y materiales, y la indiferencia de las administraciones responsables.
Según explican, el hospital ha acumulado problemas estructurales que afectan gravemente la calidad asistencial. Entre los ejemplos mencionados están el mal mantenimiento de las instalaciones —incluyendo un ascensor averiado desde hace dos años—, la ausencia de aire acondicionado en los meses de verano y la falta de espacios adecuados tanto para pacientes como para materiales. Afirman que el conocido como “patio de los potos” se ha convertido en un almacén improvisado de maquinaria y camas. A esto se suma que, contrariamente a lo que se ha difundido en algunos medios, “no hay camas cerradas”, lo que evidencia la gravedad de la situación.
Denuncian también que los problemas son sistemáticamente ignorados por la Gerencia y los cargos políticos. Como ejemplo, mencionan que entregaron un escrito detallando los problemas al nuevo gerente el pasado 2 de abril de 2024, sin haber recibido respuesta hasta la fecha. Este nombramiento, aseguran, estuvo marcado por “vetos y enfrentamientos por motivos ideológicos y personales”.
La Dirección de Enfermería también es objeto de críticas. Los trabajadores recuerdan que durante la pandemia se les prohibió usar mascarillas cuando el COVID-19 ya había comenzado a expandirse. También señalan que varias supervisiones de planta están vacantes debido a la carga de responsabilidades acumuladas, como la eliminación de las guardias del servicio de endoscopias, lo que precarizó ese servicio.
Respecto a las jefaturas médicas, los trabajadores manifiestan que algunos responsables muestran preocupación, pero no adoptan medidas efectivas para resolver los problemas, mientras que otros priorizan su actividad en la sanidad privada.
En cuanto a los sindicatos, consideran que no actúan con suficiente contundencia y que sus medidas se limitan a concentraciones simbólicas o recogidas de firmas que no abordan el fondo de la problemática. También critican su escasa presencia en las plantas para conocer de primera mano las necesidades del personal.
Falta de personal, un problema crónico
Uno de los problemas más graves es la falta de personal. Denuncian que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) lleva casi cuatro años sin actualizar la bolsa de empleo, lo que deja a miles de profesionales fuera de las listas oficiales de contratación. Esta situación, aseguran, permite contrataciones “a dedo” durante los meses de mayor demanda.
La escasez afecta a enfermeros, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAEs) y celadores. Subrayan que no se cubren bajas por enfermedad, jubilaciones ni permisos, lo que recarga de trabajo al resto del personal. Denuncian además que esta situación responde a “ordenes de no contratar provenientes de Sevilla”, lo que coloca al hospital en última prioridad dentro de las decisiones administrativas. Mencionan también casos como el de las TCAEs, que enfrentan dificultades incluso para obtener permisos matrimoniales.
Otro aspecto destacado es el recorte del proyecto Materno-Infantil, que podría haber mejorado la situación del hospital. Denuncian que el plan original fue reducido a menos de la mitad de lo previsto debido a decisiones políticas y, aunque ha sido anunciado reiteradamente, no ha llegado a materializarse en su totalidad.
Señalan que la fusión entre el hospital Juan Ramón Jiménez y el Infanta Elena sobrecargó al primero, al concentrar en él servicios como Neurología, Ginecología y Pediatría. Mientras tanto, el Infanta Elena ha quedado infrautilizado, lo que contribuye al desbordamiento del Juan Ramón Jiménez y empeora las listas de espera y la calidad asistencial.
Llamamiento a la ciudadanía
La carta concluye con un llamamiento a la población para reclamar una sanidad pública de calidad. Piden a los usuarios que presenten reclamaciones por escrito ante las instituciones y exijan a los representantes políticos soluciones reales. Insisten en la importancia de trasladar estas reclamaciones al Distrito Sanitario y a la Delegación de Salud si no se reciben respuestas satisfactorias.
Finalmente, recuerdan que, a pesar de las adversidades, los trabajadores seguirán atendiendo con profesionalidad, confiando en que, algún día, podrán desempeñar su labor en condiciones dignas.
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