Jueves, 22 de julio de 2021. La Federación europea de voleibol (EHF) ha sancionado con una multa de 1500 euros (150 por jugadora) al equipo noruego de voleibol playa por jugar en pantalón corto, en lugar de bikini, en el encuentro que le enfrentó el pasado domingo, 18 de julio de 2021, a la selección española en Varna, Bulgaria.
Según la información del canal internacional Euronews, los responsables noruegos había contactado con la EHF pidiendo permiso para jugar el partido en short, y la respuesta fue que no respetar el reglamento se castiga con una multa. Siempre según Euronews, la sanción ha indignado en los medios deportivos, lo mismo que a los comentaristas noruegos; en un diario regional se podía leer que «una visión tan machista de la mujer pertenece a otra época». Para Eirik Sordahl, presidente de la Federación Noruega de Voleibol en declaración a la agencia privada NTB, «En 2021 ni siquiera tendría que hablarse de esto», mientras que para el ministro noruego de Cultura, Abid Raja, la multa a las jugadoras de voleibol playa «es la expresión de la dominación mundial de los hombres y de una visión muy particular de las mujeres».
El asunto de la vestimenta deportiva lleva años siendo objeto de debate entre las practicantes del voleibol playa, algunas piensan que el hecho de practicarlo en bikini degrada el deporte. Lo cierto es que aunque desde 2012 no es obligatorio que las jugadoras de voleibol playa jueguen en bikini, el reglamento de la Federación Internacional sigue estableciendo que «las jugadoras deberán llevar la parte baja del bikini (…) ajustada. Los laterales deberán tener un máximo de diez centímetros de ancho».
En cuanto a la Federación Europea, comprometida en la resolución del debate sobre la ropa deportiva, se ha contentado con señalar que «un cambio en el reglamente tiene que efectuarse al nivel de la Federación Internacional».
Mercedes Arancibia es periodista, libertaria, atea y sentimental. Lleva más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. Ha sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), considera un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidió hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.
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