por Jesús Cabaleiro Larrán.
Los enfrentamientos en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán iniciados el pasado 12 de julio siguen provocando tensiones. Ambas partes denuncian violaciones al alto el fuego, en las últimas veinticuatro horas, Bakú denunció 42 violaciones mientras que Ereván condena las 15 efectuadas por los azeríes.
Además los incidentes iniciados en la provincia armenia de Tavush, del lado azerí, Tovuz, a cientos de kilómetros del disputado enclave de Nagorno-Karabaj, ya han alcanzado también este territorio, denominado Artsaj por los armenios. El balance global de momento es de doce militares azeríes muertos, incluido un general y un civil, así como seis soldados armenios.
Este largo conflicto también ha tenido eco en España. Así, durante la jornada de hoy viernes 31 de julio, hubo una concentración en Madrid condenando las agresiones ante la embajada de Azerbaiyán.
Del mismo modo, el pasado 24 de julio, la comunidad armenia de Barcelona organizó una protesta pacífica: “Condenamos tajantemente los ataques de Azerbaiyán en la frontera de Armenia, así como las agresiones y los actos vandálicos organizados por los azeríes contra las instituciones, negocios y ciudadanos armenios en diferentes ciudades del mundo”, expresaron desde la Asociación Cultural Armenia de Barcelona, creada en 2004. La concentración se hizo frente al Consulado de Turquía.
Desde el inicio del conflicto se han producido diferentes movilizaciones solidarias armenias en distintos países del mundo como Estados Unidos, Francia, Bélgica, Canadá, Grecia, Australia, Países Bajos, Suiza, Argentina y Uruguay.
Eso sí, no exentos de incidentes antiarmenios con provocaciones azeríes, ha habido agresiones a los que se manifestaban en Los Ángeles y Boston, así como en Londres. En Alemania, un vehículo oficial fue quemado ante la embajada armenia, al igual que un café armenio fue incendiado en la capital ucraniana, Kiev, y en Moscú hubo ataques a productos –albaricoques- e inmigrantes armenios por parte de azeríes con un balance de 34 detenidos.
En Madrid se manifestaron previamente azerbaiyanos en contra de Armenia, no hay que olvidar la conocida ‘política del caviar’ que ejercen en nuestro país formando un lobby proazerí y que ya fue denunciado en su día.
En España en el ámbito político las únicas iniciativas al conflicto han sido las del senador Vicenc Vidal de Més por Mallorca, quien presentó una pregunta a Exteriores sobre la agresión desatada por Azerbaiyán: «¿Qué información tiene la diplomacia española sobre la agresión lanzada por Azerbaiyán en las fronteras de Armenia con el apoyo de Turquía y la violación de los acuerdos internacionales?», señala. «Estoy muy preocupado por la agresión de Azerbaiyán contra Armenia y Nagorno Karabaj. Artsaj es Armenia» declaró.
En cuanto al Congreso la solidaridad ha venido por parte de dos diputados, por un lado, el parlamentario de Compromís, Joan Baldoví, expresó su solidaridad con el pueblo armenio en una red social: «Toda mi solidaridad con el pueblo armenio. El único camino posible es la paz».
Del mismo modo, la diputada más joven del Congreso, de Esquerra Republicana de Cataluña, Marta Rosique Saltor, apoyó a Armenia y a Artsaj (Nagorno Karabaj) desde una red social: «Todo el apoyo a los compañeros y compañeras de la República de Nagorno Karabaj ante la escalada de violencia de estos días en la frontera de Armenia y Azerbaiyán. ¡La comunidad internacional debemos responder a las agresiones de Azerbaiyán en defensa de los derechos humanos y el derecho a la autodeterminación!», escribió.
El Parlamento español ha rechazado hasta en tres ocasiones –la última en abril de 2018- el reconocimiento del genocidio armenio, si bien cinco comunidades autónomas (Aragón, Islas Baleares, Cataluña, País Vasco y Navarra) y más de treinta municipios lo reconocen.
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