Rastafaris, el ‘black power’ caribeño

Mural rastafari. Fuente: Rod Waddington

por Alicia García


Los rastafaris, lejos de ser una comunidad religiosa apolítica, como muchas veces se los presenta, poseen una Historia de lucha y orgullo afrodescendiente pionero en la Jamaica del siglo XX. Esta comunidad agitó las conciencias no solo del Caribe, sino del mundo entero a ritmo de reggae.

Portada del álbum Stand up to your judgment, de 1978. Fuente: Discogs

En el resto del Caribe, las ideas rastafaris llegaron también gracias al reggae. En las cercanas islas caribeñas de habla inglesa, las ideas antiimperialistas y de justicia social para los negros se hicieron muy populares, no así tanto las ideas de repatriación y deificación de Selassie. De hecho, los rastafaris tuvieron un papel —pocas veces mencionado— en las revoluciones de las islas de Granada y Dominica en 1979 y 1981, respectivamente. En la diminuta isla de Granada, dos tercios del Ejército Popular de Liberación que logró derribar al dictador Eric Gairy en 1979 lo componían rastafaris; más tarde, el revolucionario Maurice Bishop los marginaría de los futuros Gobiernos de la isla. En Trinidad también trataron de llevar a cabo su propia economía de autosuficiencia e independencia de los grandes monopolios con el cultivo de la marihuana, y fueron los rastas quienes desde las islas de Monsterrat, Nevis, y San Vicente se opusieron a la venta de la cadena de islas de las Granadinas a inversores privados.

El movimiento rastafari en la actualidad

Curiosamente, no fue la desaparición del adorado Selassie en 1975 lo que marcó el declive del reggae y, con él, de la presencia rasta en el panorama internacional, sino la muerte en 1981 de Bob Marley, el rastafari más famoso de la Historia. Actualmente, el movimiento ha cambiado algunas de sus consignas originales debido a su gran heterogeneidad; por ejemplo, ya no existe tanto énfasis sobre el regreso a Etiopía, pero sí sobre el panafricanismo y la recuperación de una memoria y unidad afrodescendiente. Asociaciones rastafaris como la Organización Rastafari del Caribe han tenido un rol vital en materia de memoria y reparaciones durante el esclavismo y el periodo colonial; de hecho, se encuentran entre los impulsores de una iniciativa para que la Caricom, organización regional caribeña, inicie los trámites para demandar a las antiguas colonias y exigir reparaciones.

Festivales de música como el Raggamuffin en Australia o el Rototom en España han contribuido a crear y mantener una comunidad reggae a lo largo del mundo. Fuente: Eva Rinaldi

Sin ir tan lejos, los esfuerzos rastafaris buscan también justicia para sucesos más recientes, como el caso de Coral Gardens o las masacres que siguieron a la ley contra los rastas de 1974 en Dominica. Pero, más allá de estas cuestiones concretas, la comunidad rastafari sigue su camino ajeno a las políticas de Babilonia reclamando únicamente la legalización de la marihuana. El movimiento que en sus inicios impulsó la conciencia negra tanto en Jamaica como en el resto del Caribe ha perdido en gran medida ese carácter de lucha y hoy en día no tiene una voz predominante frente a la pobreza, la violencia o el racismo que siguen asolando las islas caribeñas.


Alicia García

Madrid, 1994. Analista de El Orden Mundial. Graduada en Ciencias Políticas por la UCM y Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad de Sussex. Interesada en migraciones, seguridad internacional y procesos de paz, pero, sobre todo, en escribir sobre aquellas realidades menos mediáticas.

 

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