Radio París es un podcast de Pedro Iniesta que desde este viernes podrás escuchar desde la Portada de esta revista. Profesor de lengua y literatura españolas en la capital francesa, y columnista y analista político de La Mar de Onuba, Iniesta ofrecerá desde Radio París su articular visión de la sociedad y la política española e internacional.
En el primer episodio, Radio París analiza El lamentable espectáculo de la Asamblea de Madrid vivido esta semana tras salir a colación en el pleno de la Cámara las presuntas corruptelas del gobierno de Madrid para favorecer al hermano de Isabel Ayuso. «Probablemente, muchos no lo recuerden, pero en mayo de 2013 la socialista Maru Menéndez fue expulsada del mismo Parlamento por decirle a Ignacio González que era un corrupto. En aquella ocasión la socialista fue castigada sin poder ejercer como diputada durante un mes. Hoy, Maru Menéndez disfruta de la libertad de los ciudadanos honrados, mientras Ignacio González espera el juicio en el que le piden 18 años de cárcel».
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La entonces charca de Esperanza Aguirre y hoy Asamblea de Madrid ha vivido este jueves un nuevo episodio de desvergüenza parlamentaria e indolencia institucional.
La diputada socialista, Carmen López, ha denunciado en la Tribuna de la Asamblea algunas de las poco edificantes actividades del hermano de Isabel Ayuso. La presidenta de la Cámara, María Eugenia Carballedo, cuyo nombre ya está grabado en el muro de la vergüenza madrileño, ha apercibido a la diputada socialista, buscando su rectificación primero, y su licencia después. Y no. No ha conseguido ni lo uno ni lo otro. Por eso, Carballedo, disciplinadísima acólita de Ayuso y seguidora de sus métodos, ha decidido expulsar a la diputada, que, aferrada al escaño al escaño que le concedieron los ciudadanos, ha visto cómo se exigía a los servicios de la Cámara que la sacaran de allí. Un circo «made in PP».
Así las cosas, el conjunto de la bancada de la izquierda ha decido abandonar el pleno ante la mirada desdibujada de los populares, incapaces de reaccionar ante cualquier acto de dignidad por muy cerca que se les presente. Y es que esta derecha incivilizada se cree dueña y señora de las instituciones. Y en su pretensión de hacerlas su cortijo vulneran sin sonrojo los espacios de la Democracia consagrados para la libre expresión y para la denuncia de lo injusto. También de lo soez y de lo flagrante.
Probablemente, muchos no lo recuerden, pero en mayo de 2013 la socialista Maru Menéndez fue expulsada del mismo Parlamento por decirle a Ignacio González que era un corrupto. En aquella ocasión la socialista fue castigada sin poder ejercer como diputada durante un mes. Hoy, Maru Menéndez disfruta de la libertad de los ciudadanos honrados, mientras Ignacio González espera el juicio en el que le piden 18 años de cárcel.
Todos estamos condenado al futuro, y sólo este nos dirá si Ayuso y su hermano corren la misma suerte que algunos de sus predecesores.
París, 12 de noviembre de 2021.
Pedro Iniesta Ruiz
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