Los doce chicos y el monitor corren riesgo de quedarse sin oxígeno.
Un total de trece personas, doce menores y un adulto, llevan 13 días atrapados en una cueva al norte de Tailandia mientras el mundo suspira expectante. Aunque en un principio se avisó de que el plan de rescate podría demorarse varios meses, hoy en una rueda de prensa, el Gobierno tailandés ha asegurado que “tienen que probar el plan antes de llevarlo a cabo”, aunque “si el riesgo es mínimo” se podría realizar el primer intento de rescate esta misma noche.
“Estamos preocupados por el agua y el oxígeno en la cueva. Tenemos que trazar el plan y averiguar cuál es el mejor”, ha dicho el gobernador de la provincia de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn. Por eso, si a lo largo de la noche comenzase a llover -Tailandia se encuentra en temporada de monzones-, lo más probable es que ni siquiera se llegase a intentar el rescate.
Según el gobernador, los menores “ya han aprendido” a bucear, para evitar los mayores riesgos posibles. Los militares y buzos desplegados en la zona han comenzado a hacer ensayos de inmersiones, según relatan varios periodistas sobre el terreno. Uno de los últimos buceadores, de nacionalidad británica, en tener contacto con los jóvenes salió de la cueva a las 9 de la noche hora local, y ha asegurado que se encuentran bien.
Las autoridades han acelerado la misión de rescate de los menores después de que un buzo de la Marina de 38 años muriese por falta de oxígeno cuando realizaba una misión de abastecimiento a las personas atrapadas en la cueva. “La muerte de este experto buceador sirve para mostrar la dificultad de las tareas de rescate. A pesar del deceso no vamos a parar de trabajar para sacar al grupo”, declaró Passkorn Boonyaluck, vicegobernador de la provincia de Chiang Rai, escenario del drama.
Para llegar a la zona en la que se encuentran los atrapados hay que atravesar unos 1,7 kilómetros de estrechos pasadizos con nula visibilidad y fuertes corrientes de agua, un trayecto que toma, ida y vuelta, unas 11 horas. “El camino hasta los chavales es una continua sucesión de complicados y agotadores retos”, declaró a Efe Rafael Arush, buceador voluntario que participa en esas tareas.
Elon Musk propone una solución
El empresario e inventor estadounidense Elon Musk anunció en Twitter que ingenieros de su compañía aeroespacial SpaceX y su empresa de excavaciones e infraestructuras Boring Co se han dirigido a Tailandia para comprobar en persona si pueden ayudar a rescatar a los niños atrapados en la cueva de Tham Luang, situada en el norte del país. Además, propuso una idea poco convencional para una potencial evacuación de los escolares.
“Tal vez valga la pena intentarlo: insertar un tubo de nailon de un metro de diámetro (o una serie de tubos más cortos para las secciones más difíciles) a través de la red de cuevas e inflarlo con aire como un castillo hinchable. Esto debería crear un túnel de aire bajo el agua contra el techo de la cueva y autoajustarse a las formas extrañas como el agujero de 70 centímetros”, escribió Musk.
Según varios medios ya ha varios ingenieros de la empresa de Musk trabajando sobre el terreno en coordinación con el Gobierno tailandés. También países como Francia han ofrecido su ayuda y esperan luz verde para enviar a un equipo de expertos que tiene más de 40 años de experiencia en este tipo de rescates.