La Universidad de Huelva advierte sobre la contaminación por aguas ácidas en las minas de Tharsis en el marco del ‘hidrogeodía’

75 personas participan en las actividades organizadas por el Departamento de Ciencias de la Tierra, en el marco del Día Mundial del Agua

Jueves, 30 de marzo de 2023. La Universidad de Huelva, a través de su Departamento de Ciencias de la Tierra, se sumó a la conmemoración del Día Mundial del Agua con la celebración del ‘Hidrogeodía’, una jornada de divulgación que se celebra a nivel nacional sobre la importancia de la Hidrogeología y de la profesión del hidrogeólogo, que promueve el Grupo Español de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos.

La jornada consta de actividades gratuitas guiadas abiertas a todo tipo de público, sin importar sus conocimientos en la materia. El objetivo es dar a conocer las aguas subterráneas y su importancia para el desarrollo y bienestar de la sociedad, así como para el buen funcionamiento de los ecosistemas en un contexto de cambio climático.

En Huelva, el Hidrogeodía está organizado por investigadores del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Huelva. Esta edición, en la que han participado unas 75 personas, se ha centrado en los problemas causados por las aguas ácidas de minas en la zona de Tharsis. La minería en esta zona terminó a finales del pasado siglo, dejando un rico patrimonio industrial pero también numerosos residuos donde se generan lixiviados ácidos. Existen cuatro grandes cortas mineras inundadas que almacenan más de 5 mil millones de litros de aguas ácidas, con elevadas concentraciones disueltas de metales tóxicos.

El nivel del agua de las cortas de Filón Centro y Filón Sur está estabilizado, pero, advierten desde el Departamento de Ciencias de la Tierra, existen salidas subterráneas ocultas que contaminan varios tributarios del río Meca. Por el contrario, en las cortas de Sierra Bullones y Filón Norte, el nivel del agua ácida ha ascendido más de 40 metros en los últimos 20 años, y continúa subiendo año a año.

Por otro lado, existe una gran superficie cubierta por escombreras, algunas de ellas muy contaminantes, donde se generan lixiviados que afectan a los ríos Meca y Oraque, produciendo la acidificación del embalse del Sancho, que presenta en la actualidad un pH próximo a 3.5, y suponiendo una amenaza para el embalse de Alcolea, en el caso de que se retome su construcción.

Existe un proyecto para la reapertura de esta mina, lo que puede ser una oportunidad para la recuperación ambiental de la zona, pues en la actualidad existen tecnologías para evitar que se generen aguas ácidas durante las fases de explotación y clausura de las minas. Para ello, se deberían invertir parte de los beneficios de la futura explotación en restaurar los pasivos mineros abandonados.

Esta actividad ha sido posible gracias a la colaboración de la Facultad de Ciencias Experimentales junto con el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos de Andalucía, así como a la participación de jóvenes investigadores que explicaron sus trabajos a lo largo de la jornada.

FUENTE: Universidad de Huelva

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