En el Día Internacional del Mayor, UGT-HUELVA reclama políticas propicias para este colectivo en medio de las graves circunstancias por las que atraviesa nuestro país, que a fecha de hoy seguimos teniendo un Gobierno en funciones.
Debemos poner de relieve la importante contribución que las personas mayores han realizado a lo largo de su vida, para mejorar la sociedad en la que vivimos y la forma de vida de los más desfavorecidos y tomar conciencia sobre los problemas y los retos que plantea el envejecimiento en el mundo actual. Debe ser un día de reivindicación y defensa del Estado de Bienestar tan debilitado en los últimos años por unas inadecuadas políticas antisociales.
En la sociedad de la inmediatez en la que vivimos, entre lo manido del ayer y la impaciencia del mañana, se
nos olvida vivir el momento actual. El culto al cuerpo, la búsqueda constante del elixir de la juventud agudizado por un continuo bombardeo publicitario cuyo público objetivo, principalmente, es la mujer. Desde esta perspectiva, nos olvidamos que envejecer forma parte del proceso natural de la vida que nos conduce al fin de nuestros días y que para nada debemos estigmatizarlo. Muy al contrario, envejecer es sinónimo de sabiduría, experiencia, tradición, esfuerzo, coraje, renuncia, estrecheces, sacrificio, recuerdos, olvidos, silencios…y también son arrugas y canas aunque en otras muchas ocasiones, desgraciadamente es sinónimo de aislamiento, discriminación, soledad, abandono, maltrato. Por ello, las políticas relacionadas con la vejez deben ser una prioridad política con el objetivo fundamental de mejora del bienestar y el buen trato y el objeto de garantizar los derechos de las personas mayores. Por ello, es imprescindible una nueva estrategia social en política que enfoque el envejecimiento como algo positivo y no como un problema.
La agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplan que empoderar a las personas mayores ayuda a su inclusión así como a reducir las numerosas desigualdades a las que se enfrentan.
Se espera que la población mayor de 60 años se duplique en 2050 o incluso se triplique en 2100, lo cual nos obliga a abordar el envejecimiento con un nuevo enfoque en materia de vivienda, salud, protección económica, etc.
Más de 10 millones de ciudadanos de la UE, el 22,3% de la población total, tienen rentas inferiores al umbral de la pobreza. España es uno de los países donde la brecha de renta entre el 10% más rico y más pobre es mayor. Muchos pensionistas están por debajo de este umbral, cobrando menos de 420 euros al mes. En Huelva hay 19.208 pensionistas que al mes de agosto de 2.019 su pensión no llega a los 500 euros. Concretamente la pensión media en Huelva es un 8% inferior a la media española, lo que equivale a una mensualidad menos al año.
Es necesario adoptar políticas para atajar las discriminaciones que sufren las mujeres en el empleo y en el mercado laboral. Si añadimos a la brecha salarial un menor periodo de vida laboral cotizada, los años cotizados a la Seguridad Social de las mujeres son muy inferiores a los de los hombres por lo que se ven penalizadas en sus pensiones.
Los Servicios Públicos son fundamentales para garantizar una cobertura sanitaria total y poder mantener una vida digna. En la actualidad, son más de 8 millones de personas mayores de 65 años de las que más de 2 millones viven solas y el 80% de ellas son mujeres. Una soledad que se percibe como una forma de maltrato. En el 2.066, serán más de 14 millones de personas. Sin embargo, los recortes presupuestarios adoptados durante los últimos años, la exclusión de más de 400 medicamentos de uso frecuente de su cobertura y el incremento del copago farmacéutico, ha disminuido su capacidad. Así como los recortes en la Ley de Dependencia perjudicando no solo la financiación del sistema sino empeorando su calidad en la atención a las personas con dependencia o mayores, obligando a muchas familias a costear gastos o abandonar sus empleos para hacerse cargo del cuidado de familiares o someterse a largas esperas para conseguir ayudas claramente insuficientes.
Todas estas actuaciones, marcadas por un capitalismo agresivo, no han hecho más que generar pobreza, marginación y exclusión social y laboral, por lo que es necesaria y prioritaria nuestra aportación y nuestra lucha en defensa de la consolidación y mejora del Estado de Bienestar.
Las políticas sociales deben cumplir su objetivo final, el de ayudar a los colectivos más necesitados y cubrir sus necesidades básicas. El Gobierno entrante, debe centrarse en una política más expansiva que recupere de una manera real la economía de nuestro país y sitúe a las personas mayores en el lugar prioritario que siempre han ocupado en esta sociedad.
Para UGT-Huelva, es de urgencia el suprimir todas aquellas medidas que han debilitado los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social, como han sido la precarización de los nuevos empleos y la devaluación de los salarios como consecuencia de las dos últimas reformas laborales.
Por todo lo anteriormente expuesto, desde UGT reivindicamos:
Que hay que constituir un Gobierno estable, basado en Acuerdos de Estado en Políticas Sociales, Políticas que deroguen la reforma laboral de 2.012 así como la reforma laboral y de las pensiones de 2013.
Políticas que modifiquen el modelo productivo para generar empleo de calidad con unos salarios dignos que conlleve cotizaciones dignas y evitar la generación de pensiones miserables.
Unas políticas que blinden las pensiones.
Unas políticas que doten los presupuestos suficientes en Dependencia.
La derogación de la que pretende hundir a nuestros pensionistas en la pobreza.
Un compromiso político que implique recuperar la centralidad del Pacto de Toledo a través del Dialogo Social como el vivido entre 1995 y 2011.
Ampliación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social para incrementar los recursos del Sistema y la generalización del principio de cotización por los ingresos reales para todas las personas afiliadas a la Seguridad Social.
Garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, recuperando, como primera medida, la revalorización de nuestras pensiones en función del IPC.
Reforzar la financiación pública del Sistema Nacional de Salud, revirtiendo, la política reciente de recortes.
Revisión completa del sistema de copago farmacéutico. En cualquier caso, garantizar la gratuidad, al menos, para las personas con menores recursos, afectando a la mayoría de la población pensionista.
Formación integral a lo largo de toda la vida. Incluyendo para la población pensionista, formación cultural, recreativa, de envejecimiento activo salud y bienestar personal, alimentación y cuidados, así como formación tecnológica para facilitar el acceso a las tecnologías de la información y comunicación.
Estrategia Nacional contra la Soledad con contenidos transversales desarrollados por los Servicios Sociales.
Desarrollo de estrategias de prevención y detección para evitar el Maltrato a personas mayores.
Ley Integral del Mayor que garantice la protección de las personas mayores; la no discriminación por razón de edad, sexo, género; la participación activa en todos los ámbitos y desde una perspectiva intergeneracional.
Queremos preservar y dejar como legado a las nuevas generaciones unas mejoras sociales dignas y con los derechos reconocidos en nuestro Contrato Social enmarcados en nuestra Constitución.
Sea el primero en desahogarse, comentando