La Universidad de París ha convocado a la prensa internacional en la conferencia anual de derechos humanos de Yemen, en la que han participado numerosos colegas de varios medios expertos en temas relativos a Oriente Medio.
A la conferencia asistió el ministro de Derechos Humanos yemení, Mohammed Askar, quien alabó a la prensa dedicada a los derechos humanos y su labor para dar a conocer qué sucede en Yemen. Askar hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que difundan y se conozcan los problemas reales que existen en la zona devastada por la hambruna.
Asimismo destacó la importancia de la cobertura de estas noticias, no solo por su magnitud en términos de derechos humanos, sino por la falta de conocimiento de muchos países en torno a lo que está sucediendo desde 2015.
Por otro lado, intervino el director de Salud y Medioambiente en el Centro Humanitario King Salman, Abdullah al-Muallem, quien hizo hincapié en su discurso acerca de la gravedad de las presiones que han mantenidos los Houthis contra las organizaciones humanitarias dado que son los responsables de los reclutamientos tanto de niños como de material humanitario que ha sido destruido para que no llegue a la zona y de esta forma, se empobrezca aún más a la población civil.
En la conferencia, la editora adjunta de Periodistas en Español, Ana De Luis Otero, expuso la gravedad de la situación de los niños en la zona devastada que lleva consigo no solo problemas derivados de la guerra y de haber sido educados para matar, sino el estrés postraumático que arrastrarán en una década, además de la resiliencia que han adquirido por haber nacido en Yemen. A pesar del esfuerzo de Naciones Unidas, millones de personas dependen de la ayuda humanitaria para solamente sobrevivir. Se deben detener los ataques contra la población civil y es absolutamente necesario crear una alerta humanitaria a través de los medios de comunicación que hoy seleccionan qué es importante y qué no.
Yemen está en una situación extrema y existe una sistemática violación de derechos humanos, tanto de mujeres como de niños, añadió De Luis, y actualmente deben atenderse a esos 11 millones de niños cuyas edades no superan la década, dado que no solo están en juego su vida, sino las consecuencias de haber vivido en una guerra.
El colapso del sistema sanitario, la carencia de agua potable, las enfermedades derivadas del cólera y el estado de salud de la población hacen prever una situación imposible de abordar en los próximos años; realidad que deben reflejar los medios de comunicación en toda su extensión por la responsabilidad que tenemos como servicio público.
