La entidad ciudadana representativa del sector propone una campaña informativa.
Miércoles, 27 de abril de 2022. La Plataforma Onubense de Defensa del Castañar se ha mostrado muy preocupada por las noticias que informan de la presencia de las agallas de avispilla en castañares serranos. El dato ha sido aportado por la propia oficina del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, que ha detectado la presencia de agallas de avispilla en castaños de la zona, gracias al aviso de los castañicultores.
En un comunicado del propio director-conservador del Parque Natural serrano, Antonio José López, se señala que “el origen de la plaga en esta ocasión se ha podido controlar y erradicar debido a que el propietario estableció las medidas oportunas de cuarentena”. La avispilla del castaño es una plaga que afecta al castañar; este insecto procede de Asia y ha causado estragos en castañares europeos, produciendo daños y pérdidas tanto en cosechas como en arbolado. Hasta ahora el castañar serrano onubense se había librado de estar infectado, aunque esta primera presencia dispara las alertas.
La Plataforma manifiesta que “ha sido una suerte poder controlar el daño, pero debemos activar las alarmas para que no se produzcan nuevas infecciones”. El origen de este foco es la plantación de castaños procedentes de otras zonas del territorio de la Península en los que existe la avispilla.
Para evitar la propagación de esta plaga es fundamental no plantar castaños foráneos que no estén adaptados al Parque Natural, avisa López, y en el caso de que se hubieran plantado, supervisar la aparición de pequeñas malformaciones conocidas como agallas, que aparecen en los brotes de las yemas.
Es preciso recordar que simplemente un ejemplar de avispilla es suficiente para garantizar una expansión exponencial de individuos debido a que estos insectos no necesitan fecundación masculina para reproducirse.
La Plataforma y sus asociaciones miembros creen necesario “lanzar una campaña de concienciación hacia los castañicultores y todo el sector para que se extremen las precauciones”. Proponen “evitar nuevas plantaciones de plantones que vengan de fuera y, en el caso de haber traído plantones, vigilarlos de cerca antes de que las posibles agallas liberen la avispilla en poco tiempo”. Es decir, “es imprescindible que se controle a quien haya plantado, que vigile estos plantones y que avise en el caso de aparecer agallas, para proceder después a destruirlas, antes de que se libere la avispilla”.
Esta entidad ciudadana representativa del sector afirma que “hay numerosos propietarios que están plantando nuevos castaños que traen de fuera de Huelva y si no se evita, van a introducir la plaga sin mala fe y por desconocimiento”.
En esta ocasión, la Plataforma ha podido alertar de la situación y se han eliminado todas las agallas según protocolo de cuarentena, pero insisten en que “es preciso concienciar a los agricultores de que lo mejor es no repoblar con plantones foráneos, y en el caso de haberlo hecho, vigilarlos de forma exhaustiva y a diario”.
Los castañicultores unidos en la Plataforma advierten que, “aunque no esté prohibido plantar plantones certificados, es un riesgo y la administración debería impedir cualquier plantación de castaños fuera de control o cuarentena”. Otra medida podría ser “que la administración generase espacios públicos vigilados que permitan el control de los plantones importados antes de plantarlos en las fincas para asegurar que no traen la avispilla”.
La Plataforma y sus asociados están colaborando con la Cooperativa Castañera Serrana en la elaboración del Plan Estratégico del Castañar, por encargo de la Junta de Andalucía, y va a incorporar un apartado dirigido a la toma de medidas contra plagas como la avispilla.
La presencia y extensión de la avispilla podría ser la puntilla para el castañar onubense”, afirma la entidad ciudadana, “que ya está afectado por numerosos problemas como el envejecimiento del arbolado, enfermedades o el cambio climático, y que se enfrenta a un serio riesgo de desaparición”.
Finalmente, insisten en que “es urgente que las plantaciones realizadas en los últimos meses sean vigiladas con la colaboración del Parque Natural, así como impulsar una campaña informativa a todos los niveles para cuidar los procesos de plantación, implementar hábitos sostenibles de cultivo y sensibilizar a toda la población para que contribuyan a salvar el castañar serrano”.
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